Definir algo intangible, como el metaverso, es complicado, pero podría decirse que es “un entorno (realista en algunos casos) donde las personas interactúan entre sí como avatares que los representan a través de medios tecnológicos como las gafas de realidad virtual en el ciberespacio”, aclara Juan Pablo Castillo Cubillo, CEO de Quantum Babylon, especializada en asesoramiento y desarrollo de entornos virtuales, derecho tecnológico y arte digital dentro del metaverso.
Dentro del metaverso se pueden realizar actividades como ir a conciertos, de compras, jugar con amigos y socializar con otras personas. Para ello, además de las gafas de realidad virtual, se puede emplear el teléfono o el ordenador. Por el momento, queda aún mucho camino por desarrollar para que el entorno sea tan inmersivo como para que las personas sientan que están viviendo en ese mundo virtual. Pero las empresas ya se están lanzando a ofrecer productos en este sentido y hay que estar preparados. ¿Cómo orientar a los menores?
La aplicación del metaverso a la población infantil y adolescente
El metaverso puede ofrecer grandes posibilidades en el mundo educativo y social. “Una de las grandes limitaciones de la educación a través de Internet radica en las pocas posibilidades de interacción, siendo en muchos casos bastante unidireccional”, advierte el experto de www.quantumbabylom.org.
Así, estas son las ventajas que podría aportar el metaverso en el área educativa, tal como detalla Juan Pablo Castillo:
- Menos aislamiento y potenciación del aprendizaje cooperativo. “Los entornos virtuales rompen la barrera del contacto ‘no-presencial’ y no solo con los docentes, sino también con los compañeros, terminando con la sensación de soledad y aislamiento”. Además, potencia el aprendizaje a través del refuerzo que supone la cooperación entre los alumnos.
- Acercamiento a niños enfermos. Cuando el niño o el adolescente deben permanecer hospitalizados durante largas temporadas pierden muchas relaciones sociales y pueden apartarse del ritmo académico. El metaverso supondría la posibilidad de acercarse a lo que están viendo sus compañeros en clase de forma muy cercana.
- Facilitar la comprensión. “Interactuar en entornos 3D facilita la comprensión de muchas materias y la inmersión ayuda a aumentar exponencialmente el interés del niño”, apunta. Por ejemplo, podría ser mediante la recreación de una clase de historia en la que el escolar puede ‘vivir’ la construcción de una pirámide o cualquier otro acontecimiento.
Precauciones básicas para que los niños entren en el metaverso
El metaverso es aún una realidad en construcción, donde no hay una regulación jurídica extensa, por lo que los padres deben vigilar las interacciones que sus hijos menores hagan en este espacio. Hay que tener en cuenta que “la inmersión y la pérdida de conciencia de lo que es real y lo que no puede aumentar las oportunidades de los delincuentes o de las empresas sin escrúpulos para manipularlos y aprovecharse de ellos”, alerta el especialista.
Un caso paradigmático que ocurre en la actualidad es la gran cantidad de mensajes que reciben los menores a través de las redes sociales para que inviertan en criptomonedas o NFT (archivos digitales con obras artísticas que no existen físicamente). Hay que protegerlos de esta publicidad que intentan ligar al metaverso y que en muchas ocasiones no es más que una estafa.
Así, para evitar que los menores puedan entrar en territorios no adecuados o correr riesgo de ciberacoso en cualquiera de sus formas, como el grooming o el sexting, el experto aconseja monitorizar la actividad del niño o del adolescentes sin que sienta atacada su privacidad y dialogando mucho con él. “Prohibir en una sociedad hipertecnológica es poner puertas al campo y contraproducente; lo correcto es educar y ejercer un control responsable”, subraya.
¿Qué características debería tener un metaverso seguro para menores
Hay una serie de requisitos de seguridad que debería reunir cualquier entorno en el metaverso dirigido a niños y adolescentes. Son los siguientes:
- Sistema de acceso autorizado. Así se limitaría el paso a individuos con antecedentes penales o conflictivos.
- Prevenir la suplantación de identidad. Para que una misma persona no pueda hacerse pasar por otra u otras y acceder a menores.
- Registro de actividades. “Como si fuera la grabación de una ‘cámara de seguridad’ en las zonas con presencia de menores que ayudará a analizar e identificar las posibles infracciones y la identidad de sus perpetradores”. Además, sería importante que estos registros pudieran ser tomados como prueba en caso de denucia.
Además de todos ellos, Juan Pablo Castillo insiste en la necesidad de contar con una legislación internacional consensuada “que exija a las plataformas implementar medidas y normas que protejan los derechos del niño referentes al metaverso”. Hay que tener en cuenta que al no haber fronteras, hay que proteger de manera más extensa tanto la intimidad como la información de carácter personal, “pensemos qué ocurriría si de pronto se comenzara a traficar con nuestros datos biométricos, permitiendo a cualquiera hacerse pasar por uno de nuestros hijos”, destaca.