Puede parecer imposible superar un cumpleaños sin ofrecer a los niños comida poco saludable... pero se puede y, además, los expertos nos animan a que lo probemos.
“Así, poco a poco, podremos cambiar esa conciencia de que los niños comen chuches o comida de niños... cuando precisamente la comida de los más pequeños debería ser la de más alta calidad y no lo contrario”, advierte la pediatra Mar López.
Sándwiches
Los sándwiches son imprescindibles en los cumpleaños infantiles. Existen muchísimas ideas saludables para preparar sándwiches que gusten a los niños mientras les alimentamos correctamente. La pediatra nos plantea algunas opciones:
- De crema de frutos secos (ingredientes: 100% cacahuete o avellana, anarcardo, etc). “Podéis comprarla en el súper (fijaos en los ingredientes, sólo tiene que haber 1 (o hacerla en casa con una trituradora potente”.
- De crema de cacao saludable: la podéis hacer con avellanas y dátiles, cacao y leche).
- Aguacate
- Guacamole
- Hummus
- Tomate y mozarella
- Paté casero saludable (de sardinas, de mejillón… muy rico en hierro).
- De tortilla (otra opción con más hierro).
Fruta
Ofrecerles fruta no tiene que ser algo aburrido ni mucho menos poco apetecible. López confiesa que hay muchas formas de comerla de forma divertida, por ejemplo:
- En forma de brocheta
- El monstruo de la fruta: convirtiendo una sandía en un monstruo (como en Halloween hacemos con la calabaza)
- Helados de fruta triturada
- Bañada en chocolate negro
- “Polo” de sandía (cortarla en triángulos y colocarla en un palo de helado)
- Cortada en forma divertida (podemos comprar moldes con formas atractivas)
Dulce (y el dilema del azúcar y los niños)
La experta sostiene que podemos preparar muchísimos postres sin azúcar; como tortitas, gofres, magdalenas, crepes, galletas, pastel, natillas, donuts, mousse de chocolate…
“El azúcar se relaciona con una serie de enfermedades (cardiovasculares, digestivas, obesidad...) y éstas a su vez con otras (por ejemplo, ¿sabías que la obesidad se asocia a algunos tipos de cáncer?)”. En concreto, nos recuerda que la Organización Mundial de la Salud recomienda la ingesta baja de azúcares libres a lo largo de toda la vida (cuanto menos, mejor).
Mar López insiste en poner el foco en la sensación de saciedad: “Por ejemplo, en niños muy pequeños hay muchos casos en los que los padres me consultan porque su hijo no come y, al preguntar, me cuentan que toma 4 biberones de 210 mil de leche y 3 cacitos de cereales hidrolizados. La realidad es que esos bebés se sienten llenos y por eso no comen nada más”.
Muchas familias se preguntan si existe el azúcar bueno: “Sí, los intrínsecos. Por ejemplo, una pera tiene fructosa pero comerse una pera es saludable (azúcares que se absorben de forma adecuada). Los no saludables son los añadidos o los que contienen miel, jarabes o zumos y concentrados de frutas (por ejemplo: el del zumo de naranja, la absorción del azúcar es distinta porque rompemos la fibra que lo envuelve).
Más ideas:
- Tortilla de patata
- Coca o quiche de verduras
- Empanadillas saludables
- Guacamole o hummus y para untar: tostar trozos rectangulares de pan
- Chips de boniato o patata al horno
- Pizza o mini pizza casera
- Huevos cocidos con atún y tomate
- Queso: tierno, requesón con canela…
Bebida
- Agua: Debe ser la bebida principal y pueden tomar toda la que quieran.
- Gazpacho
- Bricks de leche: La experta indica que de 1 a 9 años se recomiendan 2-3 raciones de lácteos al día (entendiendo por ración un vaso de leche de 250 ml).