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Las manualidades, además de ser un plan súper divertido para los más pequeños, nos ayudan a los padres a inculcarles el respeto por sus objetos materiales, así como a fomentar su capacidad de concentración.
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“Es importante que los niños sepan que los juguetes y objetos que tienen hay que cuidarlos porque tienen un valor detrás. Conservar las manualidades que han realizado ellos mismos, por ejemplo, es una manera de que aprendan a cuidar y valorar lo que ellos tienen”, indica Kerrie Simpson, profesora de primaria en Valencia en British School of Valencia.
“Adquirir estos hábitos no es siempre fácil y rápido. Por ello, las familias deben ser pacientes y empáticos con las reacciones negativas de los niños y no dejar de ser constantes con ellos”, añade la experta, quien nos plantea tres manualidades divertidas e innovadoras:
1. Animales con rollos de papel higiénico
Esta es una manualidad perfecta para todos los niños amantes de los animales. “Para realizar estos animales tan solo se necesitarán rollos de papel higiénico, cartulinas de colores, pegamento y un rotulador negro”, afirma Kerrie Simpson.
¿Qué animales podemos hacer? A continuación nos deja algunas ideas:
- Mariquitas: Recortamos la cartulina roja con la misma anchura que el largo del rollo de papel y el largo suficiente para cubrir el rollo. La pegamos con la ayuda del pegamento. A continuación, con un rotulador, pintamos los puntitos característicos de las marquitas, así como los ojos y la boca. Por otro lado, buscamos en internet una plantilla de las alas, que calcamos en la cartulina roja también, recortamos y pegamos al rollo. Para terminar, en una cartulina negra, cortamos las antenas y pegamos en el interior del rollo, de modo que asome la parte superior.
- Conejo: En este caso, podemos pintar el rollo de papel con pintura blanca. En una cartulina blanca, dibujamos y recortamos las orejas del conejito. Podemos darle algún detalle con un rotulador rosa. Cuando el rollo se haya secado, le dibujamos unos ojos, la nariz y la noca con un rotulador negro. Las orejas las pegamos en el interior del tubo para que asome la parte superior. Para terminar, podemos pintar unos palillos de madera de blanco y pegarlos a modo de bigotes.
2. Marcos de fotos con palitos de helado
Con la llegada del buen tiempo, seguro que acumulamos en casa muchos palitos de helado. “Una manera de reutilizarlos e inculcar a los niños la importancia del reciclaje es hacer marcos de fotos para la habitación de los más pequeños”, enuncia la educadora.
Nos explica que, en primer lugar, tendremos que lavarlos bien de manera que no queden restos de comida sobre ellos. Después, haremos la base de nuestro marco. Para ello, colocamos en dirección horizontal unos 10 palitos.
Después, cogemos dos palitos, que colocaremos en vertical en cada uno de los lados para hacer el marco. Ponemos la foto en medio y añadimos dos palitos más en vertical para sujetar la fotografía. Por último, decora el marco con rotuladores y, ¡listo!
3. Memorama
Según la experta, los memomaras son un juego que ayuda a entrenar la memoria visual, mejora la concentración y potencian las habilidades cognitivas.
Para preparar nuestro propio memorama solo necesitaremos 16 trozos de cartulina del mismo tamaño. Después, hay que elegir 8 dibujos y plasmar cada uno en un par de cartulinas.
Para terminar, pintamos el reverso del mismo color para que no se pueda identificar fácilmente cuáles son las parejas. “De una manera tan sencilla tenemos un juego perfecto para ejercitar la memoria”, concluye la experta.