El calendario chino de embarazo es relativamente conocido. Hay distintas teorías en relación a su origen. En la mayoría de los casos sostienen que fue creado hace cientos de años, posiblemente durante la dinastía Qing, para saber si la mujer estaba esperando un niño o una niña.
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El calendario chino se basa en una tabla con distintas casillas. En uno de los lados está, por años, la edad en que la madre se quedó embarazada. En otro lado figura el mes de la concepción del bebé. Juntando ambos parámetros se llega a una casilla en la que confluyen los dos datos, donde hay un valor: si es varón o hembra.
De un calendario lunar a un calendario solar
A la hora de descifrar el calendario chino de embarazo hay que tener en cuenta que es un calendario lunar, a diferencia del calendario gregoriano, que se sigue en Occidente, que es solar.
Esto significa que la edad de la madre, uno de los elementos necesarios para interpretar el resultado, es diferente. Así, hay que tener en cuenta lo siguiente:
- Si la mujer ha nacido en enero o en febrero, a su edad cronológica se le suman dos años. Por ejemplo, si ha nacido el 15 de enero y tiene 34 años, a la hora de utilizar el calendario chino contaría como si tuviera 36 años.
- Si la mujer ha nacido en el resto de meses del año, a su edad, según el calendario occidental, se le sumaría un año. Así, si hubiera nacido el 29 de diciembre y tuviera 31 años, para el calendario chino tendría 32.
¿Una forma de elegir el sexo del bebé?
Además de para ‘adivinar’ el sexo del bebé durante el embarazo, el calendario chino se ha utilizado tradicionalmente para elegir la fecha de la concepción en función de las preferencias de los padres. Así, fijándose en la tabla, podría ‘saberse’ con antelación, sostienen sus adeptos, si iba a ser chico o chica según el mes en que fuera concebido.
La teoría es bastante inestable desde el punto de vista científico, ya que, tras el acto sexual, la unión del óvulo y el espermatozoide puede demorarse unos días, pues el semen tiene capacidad para matenerse vivo en el cuerpo de la mujer durante algunas jornadas. Esta circunstancia juega en contra a la hora de conocer la fecha exacta de embarazo. Además, si la relación sexual se ha producido en los últimos días del mes, no se podría saber si la unión entre los gametos masculino y femenino ha sido en un mes o en otro, por lo que no habría certeza a la hora de cruzar este dato con el de la edad de la madre.
¿Qué dice la ciencia sobre el calendario chino?
Como era de esperar, la ciencia se muestra totalmente escéptica en relación a los resultados del calendario chino de embarazo. En el mayor estudio que se ha hecho hasta el momento se concluyó que este método tenía un 50% de acierto. Es decir, la misma probabilidad que diciendo al azar si el bebé iba a ser niño o niña.
Así, investigadores de la Escuela de Salud Pública de Michigan (Estados Unidos) junto con otros colegas epidemiólogos del Hospital Karolinska en Estocolmo (Suecia) y de la Escuela de Salud Pública de Harvard (Estados Unidos) revisaron la nada despreciable cifra de 2,8 millones de nacimientos suecos acaecidos entre 1973 y 2006.
“Aunque éramos escépticos, tratamos de mantener la mente abierta y solo analizamos los datos para ver si había algo. No lo hay”, destacó uno de los principales investigadores, el Dr. Eduardo Villamor, de Michigan.
Mientras que algunos adeptos del calendario chino cifran su tasa de acierto por encima del 90%, los estudiosos que trabajaron en este análisis sostuvieron que “la precisión del método del calendario lunar chino para la predicción del sexo de un bebé deja mucho que desear”.
Así, afirmaron lo siguiente: “Llegamos a la conclusión de que el método del calendario chino no es mejor para predecir el sexo de un bebé que lanzar una moneda al aire y desaconsejamos pintar la habitación del bebé según el resultado de este método”.
Las formas fiables de conocer el sexo del bebé
Para conocer si es niño o niña durante el embarazo, se disponen de algunas pruebas. La más generalizada es la ecografía. En la eco de las 12 semanas se puede intuir con cierta aproximación, pero depende mucho de la colocación del bebé. Cuando más se acerque la prueba a la semana 20, la imagen ecográfica ofrecerá datos más fiables.
Por otro lado, las pruebas en que se analiza el ADN fetal revelan con total seguridad si es niño o niña, ya que estudian su carga genética. Estas pruebas suelen realizarse para detectar anomalías en el feto, por lo que se hace un estudio exhaustivo de su dotación cromosómica y ahí se ve con total certeza si es niño o niña.