Existen numerosos estudios que afirman los múltiples beneficios que proporcionan los estímulos que reciben los bebés desde dentro del vientre materno hasta su nacimiento. Por este motivo, los expertos aseguran que la estimulación prenatal, tanto táctil como sensorial, tiene un desarrollo muy positivo en la formación de las células del cerebro del pequeño, así como en su evolución motora.
Así pues, el bebé desarrollará el tacto desde las primeras semanas de embarazo, “evolucionando en su piel los receptores sensoriales del tacto, presión y temperatura desde el inicio del tercer mes”, nos cuenta Belén Chocano, matrona, enfermera pediátrica y consultora de sueño infantil certificada en UK, de Bel&Mums Maternity (@belandmums.madrid). Y añade: “Es a partir del séptimo mes cuando percibirá, prácticamente, lo mismo que un adulto y reaccionará ante una caricia en el abdomen de su madre”.
La importancia de la comunicación con el bebé en el vientre marteno
Pero al parecer, estos beneficios son algo recíproco para la madre, y también con todas aquellas personas que participan en la evolución del embarazo estando cerca de la embaraza. Esto es así, porque, promoviendo esta comunicación y comportamientos estaremos estableciendo un vínculo afectivo materno fetal que plantea un aporte de seguridad para la madre, así como la sensación de protección hacia su hijo.
Podemos decir que, esta comunicación está altamente recomendada por matronas, ginecólogos y psicólogos perinatales puesto que influye de forma directa en el desarrollo los sentidos del bebé y “permite al cuerpo de la madre liberar diferentes hormonas como la serotonina, más conocida como la hormona de la felicidad, la cual es fundamental para sentir bienestar y prevenir depresiones, suponiendo todo ello un beneficio para madre e hijo”, asegura la experta.
¿Qué es lo que más le gusta al bebé de esta comunicación?
Además de estos beneficios, esta comunicación supone toda una revolución de sensaciones para el pequeño que ¡le encantarán! Y es que, aunque parezca increíble, estando dentro de la barriga ya podrá disfrutar de todos los estímulos que la madre le esté enviando. Entre los que más le gustan, según nos cuenta la matrona, está los siguientes:
- El bebé antes de nacer se beneficia de escuchar la música de la que su madre se rodea. Y es que ponerle tu grupo favorito o alguna canción que te guste especialmente será un gran acierto. “Hay numerosos estudios que demuestran que esta música ejerce una influencia positiva sobre la reactividad fetal y el ritmo cardiaco. Son muchas las mujeres que reportan en nuestras consultas o preparaciones al parto que sus bebés disfrutan de la música y reaccionan a ella moviéndose más e interaccionando más”, nos cuenta la experta.
- Les gusta escuchar la voz de su madre. Pasan 9 meses junto a su mamá, ¡cómo no van a saber reconocer su voz! “Se ha demostrado que esta estimulación produce un aumento en el intercambio de fluido entre el bebé y la placenta oxigenando, aún mejor, la sangre que le nutre. De media, los bebés desarrollan un sistema auditivo funcional justo antes de llegar al tercer trimestre de embarazo y comienza a responder y reconocer sonidos familiares a partir de la semana 30”, asegura la matrona.
- Pero aquí no acaba la cosa ya que, también son capaces de reconocer e interiorizar la voz de otros miembros de la familia como la de papá o la de sus hermanos. “Existen estudios que afirman que los primeros sonidos de procedencia externa que perciben son fundamentalmente de frecuencia baja, de manera que el bebé percibirá con mayor facilidad las voces de registro grave”, señala.
- A los bebés dentro del útero les gusta notar cómo interactúan con sus movimientos. “Una vez desarrollado el sentido del tacto el bebé irá desarrollándose a través de la estimulación que vaya recibiendo. En las propias ecografías se ha podido comprobar cómo, si la madre acaricia su vientre, el bebé se desplazará hacia ese lugar y si, por el contrario, percibe un estímulo más brusco se alejará”, nos cuenta la experta.
- A partir del segundo trimestre percibe los sabores de los alimentos que ingiere la madre. Y esto puede ser más importante de lo que parece porque puede que hasta interfiera en sus elecciones culinarias a lo largo de su vida. “Puede disfrutar de diferentes sabores que comes ya que estos cambian el sabor del líquido amniótico que ingiere. Estas experiencias gustativas podrían determinar su preferencia por unos alimentos u otros en un futuro”, asegura la matrona. ¡Increíble pero cierto!