Dulceida y Alba Paul anunciaron hace unos días que van a ser madres. Es Dulceida quien está embarazada, pero Alba es madre biológica del bebé que esperan. ¿Cómo? La ciencia es la que obra ‘el milagro’ y lo han logrado a través del conocido como método ROPA, destinado a parejas constituidas por dos mujeres cuando ambas desean participar en el proceso de embarazo. ROPA significa Recepción de Óvulos de la Pareja y consiste en que una de ellas aporta el óvulo fecundado y la otra lleva a cabo el embarazo.
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“Es una modalidad que permite la implicación de las dos mujeres”, apunta el Dr. Pascual Sánchez, ginecólogo de la clínica de reproducción asistida Ginemed Sevilla. En el caso de la pareja de influencers, Alba ha aportado el óvulo que, una vez fecundado, se ha implantado en el útero de Dulceida, que será quien lo dé a luz. Esta es la explicación a que las dos sean madres biológicas del bebé, si bien este solo compartirá genética con Alba.
¿Cómo se lleva a cabo el método ROPA?
El método ROPA combina dos técnicas muy utilizadas en el ámbito de la reproducción asistida. Por un lado, la mujer que ofrece sus óvulos es sometida a una estimulación ovárica que culminará con la extracción de los mismos. “Este procedimiento es el mismo que seguimos en la FIV clásica (fecundación in vitro), en la preservación de la fertilidad o en las donantes de óvulos”, indica el experto.
A la misma vez, en la mujer que va llevar a cabo el embarazo se realiza una preparación del endometrio para recibir al embrión (o los embriones). Este embrión se habrá formado en el laboratorio tras ser fecundado con semen de donante, tal como explica el Dr. Sánchez. La dinámica es la misma que cuando se realiza un ciclo con embriones congelados.
El método ROPA tiene una característica especial, y es la siguiente: “Hay que sincronizar previamente los ciclos menstruales de las dos mujeres para poder simultanear los dos tratamientos”, subraya.
¿Qué tasa de éxito tiene el método ROPA?
En sí mismo, este método de reproducción asistida “no tiene ninguna desventaja y ofrece los mismos resultados que cualquier técnica de reproducción asistida”, comenta el director médico de Ginemed.
Así, los resultados y el éxito van a depender “de las condiciones de la pareja, no de la técnica utilizada, como en las parejas heteroparentales”.
Lograr que el embarazo prospere dependerá de las condiciones de las dos mujeres. En este sentido hay que tener en cuenta lo siguiente:
- Factor ovocitario. “Se valora con la reserva de óvulos y con la posibilidad de implantación del embrión. Depende, sobre todo, de la edad de la mujer que aporta el óvulo y de la calidad del mismo, que va a venir determinada por las condiciones hormonales de ella”, explica el Dr. Pascual Sánchez.
- Factor gestacional. Se valora teniendo en cuenta el estado del útero y su endometrio. También influyen las condiciones de salud de la mujer, “que pueden afectar al proceso de implantación del embrión en el útero y al desarrollo de la gestación en general”, apunta.
- Semen del donante. Es también un elemento a tener en cuenta, aunque “no depende de las condiciones de la pareja”.
¿Qué papel juega la epigenética en este tipo de embarazos?
El bebé no es solo genética. En este caso del método ROPA, la genética sería la de la mujer que aporta el óvulo que luego será fecundado. Es decir, el bebé llevará su carga genética. Pero la ciencia da cada vez más importancia a la epigenética; es decir, a “los factores no genéticos que regulan el funcionamiento de los genes y que, por lo tanto, intervienen en la determinación del desarrollo del futuro bebé”, como aclara el Dr. Sánchez.
En este sentido, la epigenética “juega un papel importantísimo”. Es así porque los genes no deben contener errores, lo que denominamos ‘mutaciones’. “Necesitan que el útero y el entorno donde se va a desarrollar el futuro bebé funcione correctamente. Y también necesitan recibir los impulsos externos que llevan a leer unos genes y no otros, o cuándo hacerlo”, detalla.
Esta influencia de la epigenética es tan importante que solo hay que pensar en que “todas las células del cuerpo tienen la misma carga genética y, sin embargo, dan lugar a órganos diferentes. El entorno hace que se lean unos genes y no otros”, aclara.
Esto pone en primer plano la influencia de la epigenética en la gestación. “Dos embriones con idéntica carga genética pueden evolucionar de manera diferente dependiendo de los úteros en los que son implantados y gestados”, comenta el especialista. Así, es relevante la genética (aportada por la mujer que ofrece sus óvulos) y es importante la epigenética (dependiente de la mujer en cuyo cuerpo se gesta el bebé).