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Cuando estamos embarazadas una de las cosas más divertidas y emocionantes es preparar todo aquello que usará el bebé cuando nazca. Preparar su habitación y decorarla, comprar su ropita, sus primeros pañales, baberos, sábanas de cuna… ¡te encantará elegir cada uno de los detalles! Pero lo cierto, es que hay ciertas cosas que sí o sí, deben aparecer en tu lista de imprescindibles para el bebé. Para ayudarnos a decidir y despejarnos algunas dudas, de entre tantas y tantas que se nos plantean, a la hora de saber si algo es o no necesario para sus primeros meses de vida, hemos hablado con Nieves Rodríguez, enfermera en Pediatría (@lactarycrecer).
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1. Bañera especial para recién nacidos
La experta nos recomienda: “Una bañera, para sus primeros baños, que sea resistente y estable, para ello lo mejor es decantarse siempre por las que traen patas. Debe estar adaptada para colocar al bebé sentado o con un tope que no permita al pequeño deslizarse hacia el agua si lo colocamos semiacostado. Debemos cerciorarnos, en aquellas bañeras que tienen un pequeño desagüe, de que este permanezca correctamente cerrado antes de cada baño. De esta forma, impediremos que un pie o una mano del bebé puedan quedar atrapados. Además, la enfermera nos recuerda que: “Los productos de higiene diaria deben ser con Ph neutro y específico para el tipo de piel de los bebés”, tan sensible, sobre todo, durante los primeros meses.
2. Mochila o fular para porteo
Las mochilas de porteo se han convertido en una muy buena opción, no solo por el fomento del apego del bebé con los padres, sino también por la libertad que aporta a los progenitores a la hora de hacer otras tareas cotidianas.
La enfermera recomienda: “La mochila de porteo debe ser ergonómica y evolutiva. Es un imprescindible en la crianza de apego por sus múltiples beneficios. Además, nos permite llevar el bebé cerquita mientras hacemos otras cosas tanto en casa como fuera. Podemos portear desde el nacimiento, e ir adaptando el portabebés en función del crecimiento del niño, respetando su posición natural”, aconseja.
3. Cuna, minicuna o maxicuna
“Podemos optar por muchos modelos disponibles en el mercado de la puericultura, pero siempre dependerá de la forma que elija la familia para dormir”, indica la experta. “Una buena manera de ahorrar y aprovechar durante más tiempo la cuna es hacerse con una evolutiva, que van desde minicuna, a cuna y a maxicuna”, aconseja.
Y añade una serie de consejos que debemos tener en cuenta:
- El colchón debe ser firme y que cubra toda la superficie de la base. “Según la normativa, la profundidad desde el colchón hasta el borde de la baranda de la cuna debe ser de, al menos, 60 cm y tener 20 cm más de largo que el bebé”, señala.
- La base de la cuna debe poder “regularse para ir adaptando la altura del colchón a la edad del bebé y, de esta forma, evitar caídas”. Y, también, apunta que: “Los barrotes deben separarse entre sí con una distancia de entre 45-66 mm para evitar que el bebé quede atrapado entre ellos”.
- Las patas deben ser “preferiblemente fijas y si tienen ruedas, nos aseguraremos de que estén bien bloqueadas”.
- Evitar el uso de edredones, peluches, almohadas, protectores de barrotes y nidos “porque aumentan el riesgo de asfixia y de muerte súbita del lactante”.
- Un saquito para dormir puede ser útil durante el primer año de vida del bebé ya que, además de dormir abrigado en invierno, evitará que se destape. La enfermera nos advierte que: “Es importante elegir un saco que se ajuste bien a la talla del bebé, puesto que no es seguro utilizar uno muy grande ni demasiado ajustado”.
4. Botiquín y neceser básico
Un botiquín básico de aseo para el bebé es esencial para sus primeros cuidados y aseo diario necesario. La experta indica que debe estar compuesto por: “Gasas estériles individuales y antiséptico, suero fisiológico, un termómetro, unas tijeras de punta redonda, crema de pañal y pañales. Evitar todo lo posible las toallitas húmedas, ya que el uso continuado de estas suele irritar la zona del pañal del bebé, preferiblemente, las dejaremos para cuando estemos en la calle. En casa, mejor utilizar agua y si es necesario, usaremos también jabón”.
5. Silla del coche o sistema de retención infantil (SRI)
Una de las primeras cosas que usaréis nada más salir del hospital es una sillita de coche para poder desplazar al bebé. Hay que tener en cuenta que asesorarse bien antes de comprarla es fundamental y es que “la seguridad vial es muy importante, ya que no vale cualquier silla. Deben estar siempre homologadas con esta nomenclatura ECE R44-04 y, como recomendación, que hayan pasado el ‘plus test’”, aconseja la experta.
Entonces, ¿qué silla elegir? “La silla para recién nacido debe ser de grupo 0 o grupo 0+, que nos servirá hasta que el peque tenga 10 kg o 13 kg, respectivamente. Otra opción es optar por las sillas evolutivas que cubren varios grupos y podemos aprovecharlas durante más tiempo”, nos dice la enfermera. Y nos recuerda que: “Para los peques de la casa, hasta los 135 cm de altura, es obligatorio viajar siempre con un sistema de retención infantil adaptados a su peso y talla (según indica la DGT). Y la silla debe estar colocada siempre a contramarcha desde el nacimiento y alargar esta posición el mayor tiempo posible, ya que se ha comprobado disminuye la mortalidad infantil en los accidentes de tráfico”, concluye.