La llegada de un bebé a casa es una revolución en todos los sentidos. Un dulce caos que afecta a todos los miembros de la familia, incluidas las mascotas que, además, serán una pieza clave para el desarrollo del bebé, al mismo tiempo que el pequeño también les aportará muchas ventajas. Y es que, cada vez son más las evidencias científicas que indican los beneficios inmunológicos de bebés criados con animales, y cómo ese beneficio comienza ya desde el vientre de la madre.
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Según Pilar Meler, Consultora Académica del Curso Adiestramiento Canino de CEAC, “las hipótesis de estos estudios reflejan cómo la exposición a la mascota de la madre gestante reduce las posibilidades de transmisión estreptocócica durante el parto, es decir, de una posible causa de neumonía en los recién nacidos. Influyen, también, en el desarrollo inmunológico de manera que protege de la predisposición a tener reacciones alérgicas. Y en relación a la convivencia de la mascota con el bebé, los estudios hablan de un aumento de bacterias relacionadas con la reducción, no sólo de la alergia, sino también de la obesidad , y de un menor riesgo de estos niños a sufrir asma más adelante”.
Qué beneficios aportan las mascotas a los bebés
Los beneficios que aportan los animales a la salud de las personas no es algo nuevo, ya que, desde hace décadas, existen los perros guía, mascotas de compañía para personas mayores o problemas mentales, físicos… Y es que, también cabe destacar que recientes estudios han reflejado que tener perro puede llegar a reducir la posibilidad hasta en un 24% de sufrir una muerte prematura. No es de extrañar porque para muchas personas estos animales se convierten en una fuente de consuelo contra, por ejemplo, las enfermedades de salud mental y apoyo, por los consecuentes beneficios psicológicos.
Para saber conocer qué es todo lo que aporta tener una mascota durante la infancia, la experta nos enumera algunos de los beneficios, tanto a nivel físico como emocional, basados en distintas investigaciones:
- Un sistema inmunológico más fuerte: “Ya hemos hablado de como reduce la presencia de alergia y asma”.
- Aumentan la actividad física: “Está demostrado que los niños que conviven con una mascota tienen más horas de actividad física semanal, tanto en su propio hogar, como fuera de él. Esto beneficia tanto a niños sedentarios, como a niños activos, que consiguen quemar energía adicional. Hay que aprovechar si nuestra mascota necesita pasear para fomentar las actividades al aire libre”.
- Reducen el estrés: “Relacionarse con una mascota reduce la hormona cortisol y aumenta la liberación de dopamina y oxitocina”.
- Ayudan a trabajar la inteligencia emocional: “Por ejemplo, podemos enseñar a los niños a pensar cómo se siente su mascota si no recibe los cuidados y atención necesarios. Con ello conseguiremos mejorar sus habilidades sociales y favorecer la empatía”.
- Mejora la lectura: “Un niño que está aprendiendo a leer a veces se siente más seguro leyendo con su mascota que con sus padres. Con el animal se convierte en un juego y no en una obligación. Leer a su mascota les permite relajarse, aumenta su confianza y les ayuda a mejorar en sus habilidades”.
- Aumentan la autoestima y el sentido de independencia : “Enseñar y dejar participar a un niño del cuidado de la mascota favorece su sentido de autonomía y aumenta su confianza en sí mismo”.
- Enseñan responsabilidad: “Los niños que aprenden hacerse cargo del cuidado de su mascota, aprenden a tener obligaciones y mantener un compromiso con ella. A veces es más fácil que aprendan a ser responsables con su mascota antes que con actuaciones propias de su autocuidado”.
- Aprenden el ciclo de la vida: “Aunque la muerte de una mascota no es agradable para nadie, aprenden las etapas de conlleva la vida”.
- Disminuyen la soledad: “Las mascotas ofrecen compañía y amistad. Puede convertirse en un confidente para el niño, ya que los animales no juzgan. Aportan soporte emocional mejorando la ansiedad por separación y favoreciendo un apego seguro.
- Reducen la agresividad: “Convivir con una mascota obliga al niño a modificar posibles conductas agresivas para no ser reproducidas por su mascota”.
Cómo anticipar a nuestra mascota a la llegada del bebé
Los expertos indican que lo más importante es anticiparse a la llegada del bebé y que la mascota perciba que vienen cambios. Se debe ir adaptando la rutina del animal a la ‘nueva vida’ si es que se van a cambiar horarios de paseos, de comidas o juegos, y todo esto hay que hacerlo durante la etapa del embarazo.
En los meses de gestación podemos ir resolviendo algunas cosas pendientes que nos queden por hacer con el animal como, por ejemplo, ponerle al día de sus vacunas, entre otras recomendaciones que señala la experta:
- Mantener a la mascota sana. El veterinario le indicará la frecuencia recomendada una vez conviva con el bebé.
- Corregir cualquier problema de comportamiento o conducta si los hubiera.
- Si se trata de un perro adiestrado previamente, repasaremos con él los comportamientos aprendidos para consolidarlos. En caso contrario, no está demás contar con un profesional en adiestramiento canino para que nos guíe y oriente en ese sentido.
- En el caso de mascotas como un perro o un gato, si nos vamos a plantear mantenerlo alejado de ciertas zonas de la casa, es el momento de trabajarlo para normalizarlo.
- Hay que plantearse quién realizará los cuidados de la mascota y si es necesario aumentar la participación de terceras personas, para que con la llegada del bebé siga manteniendo sus necesidades y atención cubiertas.
- En el caso del perro, podemos ir acostumbrándolo a pasear con el cochecito de bebé.
- Ayúdale a diferenciar sus juguetes y los del nuevo miembro de la familia.
- Muy importante que durante los días que permanezcan la madre y el recién nacido en el hospital se le presenten prendas de ropa usadas por el bebé a la mascota para que se familiarice y reconozca el olor.
Cómo presentar el bebé a nuestra mascota
Realizar un pequeño ritual de presentación será fundamental para que el animal no se sienta desplazado, en segundo plano, e incluso, ‘destronado’ por la llegada del nuevo miembro de familia. Para ello, la experta en adiestramiento canino nos recomienda realizar una serie de pautas y tener en cuenta unas advertencias, para los primeros días y meses del bebé en casa:
- Saludar cariñosamente a la mascota nada más llegar: “La presentación debe ser muy gradual y con un espacio que nos procure seguridad. Enséñale cómo debe acercarse al bebé correctamente y permítele hacer sus investigaciones pertinentes respecto al nuevo miembro de la familia. Premia a la mascota por su buen comportamiento”.
- En caso del perro, “si se puede, sería ideal poder realizar un paseo en familia para que relacione la llegada del bebé con una actividad agradable”.
- Hay que utilizar siempre técnicas de adiestramiento positivo: “Esto es premiando cada comportamiento correcto. No debemos gritar ni enfadarnos con el animal por acercarse de manera incorrecta al bebé, sino enseñarle la forma correcta y recompensar ese comportamiento. Debemos conseguir que lo asocie a algo bueno y positivo y nunca lo contrario”.
- Hay que asegurarse que si nuestra mascota necesita actividad la siga teniendo, “los animales ansiosos o aburridos pueden acabar añadiendo más trabajo en casa con sus trastadas”.
- Podemos hacer uso de un Kong, “si necesitamos que la mascota esté un tiempo entretenida”.
- Y por supuesto: “Nunca dejaremos sólo al bebé con la mascota por mucha confianza que tengamos en ella”.
Para que la armonía reine en la familia y todo vaya bien con la llegada del bebé, tanto en el presente como en un futuro, “es primordial enseñar a nuestro hijo desde muy pequeño cómo debe tratar e interaccionar con su mascota”, advierte la experta. Sabemos que un niño jugando puede ser brusco y no controlar su fuerza o su afán por querer compartir momentos con el animal, lo que puede dar lugar a una respuesta inesperada de la mascota. Por este motivo, deberán estar siempre supervisados por un adulto y: “No está de más, en el caso del perro, por ejemplo, trabajar posibles sacudidas, empujones o tirones que le puedan venir cuando el niño empiece a interaccionar con él. Para ello, podemos utilizar recompensas para relacionar esos gestos con algo no negativo y así evitar una respuesta de defensa del animal”, recomienda.
Será cuando el niño crezca y comience a controlar sus actos y pensamientos cuando podremos inculcarle el cuidado de la mascota, incluso dándole algunas responsabilidades que sean fáciles de cumplir para el pequeño y con las que se sientan cómodos tanto el niño como el animal.