Es habitual que el flujo vaginal experimente cambios en el embarazo, especialmente en el primer trimestre. En ocasiones, puede adquirir un color con matices marrones y, si bien hay quien lo considera un síntoma normal del embarazo, suele ser motivo de gran preocupación entre las gestantes, que no tienen certeza sobre si es normal o no.
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Para despejar todas las dudas al respecto y aclarar cómo proceder en esa situación, nos hemos puesto en contacto con el Dr. Juan José Vidal, Jefe del Servicio de Obstetricia y Ginecología de la Unidad de la Mujer del Hospital Ruber Internacional, quien afirma que “lo normal es no manchar”. “El flujo debe de ser blanco durante todo el embarazo, más o menos abundante a medida que avanza la gestación, en relación con las hormonas de la placenta”, detalla.
Puede presentarse durante el primer trimestre de embarazo
“El flujo marrón es un indicador de glóbulos rojos, es decir, de que hay sangre”, apunta el médico. Y comenta que alrededor del 20% de las gestantes manchan en forma de sangrado o flujo marrón. De este porcentaje, en la mitad, el 10%, ese flujo va a más, se convierte en sangre y finaliza en un aborto. Mientras que en la otra mitad, el 10% restante, “no tiene gran importancia”.
¿Por qué se produce?
“El manchado es relativamente frecuente en el momento de la implantación”, asegura Juan José Vidal. “Cuando el embrión llega al útero, se divide en dos partes: trofoblasto y embrioblasto. El trofoblasto es el que va a dar lugar a la placenta y el que se implanta dentro del endometrio, la capa interna del útero”. Un entorno que está muy irrigado por arterias y vasos sanguíneos (para garantizar el correcto desarrollo del embrión), y puede ocurrir que durante la implantación, se rompan algunos de estos vasos y arterias, provocando una pérdida de sangre, que se traduce en el sangrado.
“Si durante la implantación se rompe algún vaso grande, el sangrado será más abundante, y se produce el hematoma que bien puede reabsorberse o ir a más, produciendo el aborto”, explica el ginecólogo.
En el segundo trimestre no suele haber flujos de color marrón, salvo que haya una anomalía de la placenta, y en el tercer trimestre si hay contracciones, se pueden producir pequeños sangrados o un pequeña cantidad de flujo marrón, añade.
¿Qué hacer en caso de detectar este flujo marrón?
El médico señala que lo primero que debe hacer la mujer embarazada es llamar a su ginecólogo, quien valorará la situación. Asimismo, indica que lo más probable es que éste le recomiende quedarse en casa, ya que el objetivo es evitar que ese sangrado vaya a más.
En caso de que el doctor le atienda en su consulta, se le ralizará una ecografía transvaginal, donde verá ese pequeño hematoma que se ha producido.
Y, según comenta Juan José Vidal, el tratamiento es muy sencillo:
- Reposo, moverse poco para que ese hematoma no vaya a más.
- Progesterona, una hormona que evita las contracciones. Durante todo el embarazo, el útero está creciendo y produce pequeñas contracciones que pueden hacer que ese hematoma vaya creciendo, y que lo que comenzó como un flujo marrón se convierta en un sangrado que puede ir a más y conducir al aborto.