El nacimiento de un bebé es sinónimo de cambio y de nuevas preocupaciones. Una de las grandes inquietudes de los padres el estado de salud del pequeño y no pueden ocultar un estado de nerviosismo, miedo e inquietud, especialmente cuando son papás primerizos, ante cualquier cambio o malestar en el bebé . Catarros, otitis, bronquiolitis y gastroenteritis son algunas de las enfermedades más habituales en el primer año de vida de un recién nacido. Normalmente, estas patologías infantiles vienen acompañadas por toses, fiebre, mocos o diarrea. El vómito, que es la expulsión de forma violenta del contenido gástrico a través de la boca, es también muy común entre los pequeños. Antes o después, todos los bebés (de 0 a 12 meses) vomitan alguna vez y, en general, por causas poco importantes.
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Vómitos vs. regurgitación
En los bebés, se deben distinguir los vómitos de la regurgitación. La regurgitación , conocida como el reflujo infantil o gastroesofágico, se produce cuando el contenido del estómago regresa al esófago y se expulsa por la boca, normalmente con un eructo. Para reducir esta condición, se recomienda alimentar al tu bebé en una posición más erguida, darle cantidades más pequeñas con más frecuencia, no alimentarle rápidamente para evitar que el aire se le acumule en el estómago y acostarle boca arriba a la hora de dormir. La regurgitación es algo común en los tres primeros meses de vida y no suelen provocar ningún tipo de daño en el recién nacido.
Posibles causas
Al igual que regurgitar no es grave y no interfiere con la ganancia normal del peso, los vómitos ocasionales que se producen en los primeros meses de vida tampoco lo son. Lo primero que se debe hacer cuando esto ocurra, aunque sea complicado, es mantener la calma y transmitir al pequeño tranquilidad. Observar detenidamente si los vómitos se repiten y si, además, están acompañados de otros síntomas. La causas más probable del vómito en los recién nacidos y lactantes es la gastroenteritis, una infección del tubo digestivo provocada por un virus que primero origina vómitos que van cediendo a lo largo del primer día para dar paso a las diarreas. No obstante, aunque menos frecuente, en ocasiones el vómito es un signo de un problema grave.
- Estenosis pilórica: El estrechamiento o la obstrucción de la salida del estómago en los niños de 3 a 6 semanas. Puede hacer que el bebé vomite intensa y frecuentemente y puede ocasionar otros problemas, como la deshidratación.
- Invaginación intestinal: El deslizamiento de un segmento del intestino dentro de otro en lactantes de 3 a 36 meses. Los síntomas son muy parecidos a los del cólico del lactante: dolor abdominal y vómitos.
- Obstrucción del intestino: Puede estar causada por malformaciones congénitas, como la torsión (vólvulo) o estrechamiento (estenosis) del intestino.
Según la Sociedad Española de Urgencias Pediátricas (SEUP), se debe acudir de inmediato al médico si el niño es menor de tres meses y ha vomitado dos o más tomas, o si el niño vomita mucho y no tolera sólidos ni líquidos.