,type=downsize)
Cada familia es un mundo aparte y afronta la llegada de la descendencia con unas posibilidades y unos apoyos diferentes. No obstante, se puede considerar un escenario común que estime a cuánto asciende el gasto desde que el bebé llega al mundo hasta que consigue emanciparse, sobre los 30 años de media.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Es lo que ha hecho Raisin, una plataforma de depósitos europeos, que ha calculado cómo impacta en la economía familiar la crianza de un hijo y cómo han ido variando a lo largo de los años estos gastos.
Más de 300.000 euros para criar a un hijo
El estudio de Raisin considera que para criar a un hijo que naciera en 2022 en España se necesitan más de 300.000 euros. Esta cantidad se estima desde el nacimiento hasta la edad de emancipación, que en las mujeres es dos años antes que en el hombre. Así, si ellas se van de casa sobre los 28 años de media, ellos lo suelen hacer sobre los 30.
En la estimación se ha tenido en cuenta que hacia los 22-23 años, hay algunos costes que desaparecen, como la partida destinada a educación, porque los hijos suelen acabar a esa edad su formación y comienzan a ganar algo de dinero y a dejar de percibir otras cantidades, como la paga semanal (que se ha calculado a lo largo de todo ese tiempo en unos 12.000 euros)
La alimentación es la categoría de gasto más amplia, ya que se lleva más de un tercio del dinero necesario, luego hay otra partida de gastos no esenciales, y después estaría educación, ropa y calzado, celebraciones y sanidad. Por último, la paga y el dinero destinado a higiene.
Si nos vamos 20 años atrás, se puede comprobar cómo estos gastos han aumentado sustancialmente, ya que en 2002 mantener un hijo hasta su emancipación suponía unos 218.000 euros, frente a los 309.000 de ahora. “En 2002 el coste de tener un hijo suponía un 36,66% del salario anual, mientras que actualmente este porcentaje se sitúa en un 37,89%, un 3,35% superior”, se refleja en el estudio.
¿Cuál es el gasto en el primer año de vida?
El dinero necesario en el primer año de vida del bebé oscila mucho en función de las ayudas con las que se cuente: no es lo mismo si el pequeño va a una escuela infantil pública o a una privada o si tiene quien lo cuide en casa. También varía dependiendo del número de útiles que haya que comprar, como la cuna, la silla de paseo, la trona...
Considerando todas estas variables, Raisin (www.raisin.es) estima que los gastos necesarios para afrontar el primer año de vida del bebé ascienden en este momento a 10.000 euros. Si lo comparamos con lo que se gastaba en 2002, unos 7.000 euros, es un 46% más, un incremento más que considerable.
¿Qué porcentaje del salario en hombres y mujeres supone esta cantidad? “Por ejemplo, un hombre con un salario medio mensual de 2.315 euros tardaría 7 años y 8 meses en ahorrar el coste del primer año de la crianza si ahorra el 5% de su sueldo. Las mujeres, con un salario medio de 2.182 euros, tardarían todavía 6 meses más: a una madre soltera le llevaría 8 años y 2 meses ahorrar la misma cantidad de dinero”, se explica en el estudio.
¿Cómo afecta al empleo tener un hijo?
Según este estudio, las mujeres siguen viéndose más perjudicadas que los hombres en el acceso al empleo tras tener un hijo. Así, hay un 66% de tasa de empleo para las madres, frente a un 84% para los padres.
Tal como revela el trabajo, “a la desventaja salarial y de empleabilidad se le suma también el coste de oportunidad asociado a la sobrecarga de los cuidados sobre las mujeres, que asumen una carga mayor en cuanto a responsabilidades, y por tanto un impacto mayor en su carrera profesional”.
Todo esto tiene un reflejo en la conciliación. Porque para el 72% de las mujeres y para el 60% de los hombres conciliar la familia con el ámbito laboral resulta “muy difícil”. Pero hay también un grupo para el que este encaje entre los dos aspectos vitales es “imposible”. Un 8% de las mujeres y un 1% de los hombres lo sienten así.