La Organización de las Naciones Unidas (ONU) proclamó en 2004 el 17 de mayo como el Día Internacional contra la Homofobia, Transfobia y la Bifobia.
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A pesar de que han pasado ya 32 años desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) dejase de considerar la homosexualidad como una enfermedad (hasta 1990 se consideraba una dolencia psiquiátrica), lo cierto es que la orientación sexual continúa sin aceptarse con total normalidad.
Con el fin de lograr una sociedad más libre y respetuosa, los expertos de COGAM, el Colectivo LGTB de Madrid (www.cogam.es), reiteran que la sensibilización con este colectivo debe comenzar en el ámbito escolar, de tal manera que seamos capaces de educar en la diversidad.
El último estudio realizado por el citado centro señaló que el 89% de los alumnos se mostraban en desacuerdo con que la orientación sexual fuese ocultada. Además, estos datos revelaron que el 89 % de la población percibe a las familias homoparentales tan válidas como las demás familias. Unas cifras que, aún así, no son suficientes.
Por eso, es imprescindible el papel de los padres y educadores , piezas clave para mediar y evitar situaciones de este tipo. ¿Cómo lo hacemos? Sara Guilló, responsable del proyecto educativo de COGAM, nos da las claves principales:
Realizar una reestructuración propia a nivel interno
Los niños no nacen siendo personas discriminatorias, sino que es un proceso que se va moldeando a medida que crecen. Por eso, y con el fin de educar en la aceptación más absoluta, es importante que previamente revisemos lo que pensamos y entendemos sobre el tema como individuos.
En caso de que existan prejuicios propios, incluso muy sutiles, es fundamental identificar de dónde pueden venir esos patrones. Para ello, la experta indica que es necesario formarse. “El desconocimiento que nos han ido transmitiendo nos pesa y caemos en perpetuar los estereotipos. La idea es analizar de dónde vienen esos pensamientos y por qué”.
Buscar referentes positivos
Según la educadora, es necesario desarrollar una atención a las especificidades de la población LGBT de los centros educativos, de tal modo que dicho alumnado se sienta tan integrado como el heterosexual. “ La población LGBT menor de edad requiere referentes positivos, relaciones sociales sanas, así como aprendizajes de parejas basados en los buenos tratos y la autoestima”, exponen desde el centro.
Guilló nos recuerda que existen muchísimos referentes de políticos, artistas o científicos LGBT que son admirados en todo el mundo y han hecho bandera para favorecer a este colectivo y luchar por los derechos humanos.
Desde un enfoque didáctico, la responsable del proyecto educativo sostiene que es importante dejarnos asesorar o apoyarnos en recursos como cuentos, series o dibujos animados que nos permitan visibilizar el tema de manera cotidiana. Es decir, elegir material que incluya a personajes del colectivo como un protagonista más en la historia. Esto, según confiesa, facilitará tratarlo con mucha más naturalidad.
Formación del profesorado
Para prevenir las situaciones de acoso escolar, la experta nos cuenta que el profesorado necesita una formación específica de la diversidad afectivo-sexual y de identidad de género, además de recursos accesibles para trabajar la diversidad en el aula. “Es necesario contar con un apoyo de profesionales que les asesoren, e incluso acudir a los centros para realizar talleres de visualización”, asegura.
La formación del profesorado incluye el trabajo de estereotipos de género e inteligencia emocional: “ Se observa el beneficioso impacto que las políticas de sensibilización frente a la violencia de género y el empoderamiento femenino tienen entre las chicas de los centros educativos. Sin embargo, es urgente trabajar los rasgos tóxicos de la masculinidad que están incorporando los chicos y que les imponen estereotipos masculinos violentos y carentes de habilidades emocionales”.
Protocolos de actuación para los centros educativos
Para terminar, desde COGAM recuerdan que la articulación de las leyes educativas requiere, además, la estipulación de protocolos de actuación que permitan al personal docente y no docente de la Administración Educativa actuar en los casos de acoso y de necesidades de los menores.