El auge de los audiolibros ha transformado el concepto de la lectura en algo que se puede disfrutar mientras uno viaja, prepara la cena o cierra los ojos para echarse una siesta.
Para ti que te gusta
Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte
Navega de forma ilimitada con nuestra oferta
1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Los mejores audiolibros pueden, al menos, mantener felices a los niños durante largos viajes en coche y, en el mejor de los casos, promover un vocabulario avanzado y fomentar el amor por la lectura.
Pero, ¿realmente los audiolibros ayudan a los niños? ¿Les servirá para aprender a leer? ¿Introducir a los niños a los audiolibros hará que la lectura, entendida como lo que siempre ha sido, se convierta en algo menos intrigante?
Beneficios de los audiolibros
“Cuando se trata de ayudar a los niños a aprender a leer, decimos que el papel de los audiolibros es doble. Es decir, por un lado, ayuda a los niños con el proceso de identificar palabras, modelando la lectura fluida y ampliando su vocabulario; y, por otro a motivar a los nuevos lectores demostrándoles lo divertido que puede ser la lectura a través de esta técnica”, argumenta Adriana Lucía Pop (@logopediapop), logopeda en Madrid (www.logopediapop.com).
Pero, ¿acaso no se identifican palabras y se amplía el vocabulario a través de la lectura? “En el momento en que los niños están aprendiendo a leer por primera vez, tienen que decodificar o pronunciar cada palabra, traduciéndola de un símbolo a algo con significado”, advierte la experta.
Por eso, asegura que, debido al esfuerzo que emplean para leer cada palabra, pueden tener dificultades a la hora de retener la información y seguirla. Esto, según nos cuenta, puede ser una experiencia realmente frustrante para ellos.
“Escuchar un audiolibro realiza ese trabajo para ellos, permitiéndoles retener la narrativa. Por eso, si se eliminan algunas de las barreras para que su experiencia de lectura fluya, es fácil lograr que los niños experimenten el placer de leer”, reitera la logopeda.
Además, apunta que los audiolibros pueden ser una buena herramienta para ayudar a los niños con dislexia porque a menudo les resulta más fácil escuchar que leer. “Seguir un audiolibro en la versión impresa puede ayudar a los niños que tienen dificultades para reconocer palabras y decodificarlas o aplicar letras a los sonidos más fácilmente”, añade.
También pueden ser de gran utilidad para los niños que tienen problemas para concentrarse en la lectura, ya que pueden escuchar mientras hacen otra cosa al mismo tiempo: “Al final, es más rápido escuchar una historia que leerla uno mismo, por lo que obtienen una recompensa de manera más rápida”.
¿Qué opinan los expertos?
Adriana Lucía Pop nos cuenta que, según una investigación del National Literacy Trust, “escuchar un audiolibro requiere las mismas habilidades cognitivas que leer en formato impreso”, respalda las habilidades de comprensión del lenguaje y la capacidad de comprender, así como retener información de la misma manera que lo hace leer un libro.
“En otra investigación, de un pequeño grupo de 20 estudiantes con dificultades de lectura, encontraron que a los estudiantes a los que se les dieron audiolibros para escuchar mientras seguían el texto un mayor aumento en las habilidades de lectura después de ocho semanas, en comparación con aquellos a los que solo se les dio el texto”, confiesa la experta en logopedia.
Según nos cuenta, los investigadores midieron el progreso, comparando cuántas palabras correctas podían leer los estudiantes por minuto, antes y después del tratamiento de ocho semanas. “Mientras que los estudiantes que recibieron solo libros impresos podían leer alrededor de cuatro palabras más por minuto que antes, los estudiantes que recibieron audiolibros, además de libros impresos, vieron un aumento de 17 palabras por minuto”.
Por otro lado, con los audiolibros los niños escuchan modelos de lectura fluida: “Es decir, escuchan una lectura precisa del texto puesto a un ritmo adecuado y con mucha expresividad. Además, se ha demostrado que la exposición a modelos de lectura fluida tiene un impacto positivo en la fluidez de lectura oral de los niños”.
Por último, esta técnica permite que los niños accedan a textos que pueden estar por encima de su nivel de lectura individual, exponiéndolos a un vocabulario y una estructura de oraciones más sofisticados.
¿Cómo inicio a mis hijos en los audiolibros como herramienta de enseñanza?
En definitiva, la experta nos recuerda que nuestros hijos no tienen que odiar la lectura o tener dificultades con ella para obtener los beneficios de los audiolibros. En resumen, algunos de los más destacados son:
- Ayuda a ampliar el vocabulario y la comprensión auditiva
- Facilita la pronunciación
- Potencian la capacidad de atención y escucha
- Aumentan la comprensión lectora y la memoria
- Incrementan la exposición a cosas nuevas y culturas diferentes
- Inspira la creatividad y la imaginación
Para los padres interesados en usar audiolibros como herramienta de enseñanza, propone que se sienten con los niños mientras se reproduce un audiolibro y pasen el dedo por las palabras mientras se leen en voz alta.
“Si los niños aún no han adquirido la lectura, estaría bien que, después del cuento, animen a los más pequeños a dibujar la historia de las escenas que acaban de escuchar para que participen más activamente. De esta forma, los audiolibros obligan a los niños a imaginar escenas que están escuchando lo cual aumenta la creatividad e imaginación”, matiza.
Porque, si bien los audiolibros son una excelente herramienta para que los padres lean en voz alta a sus hijos, no pueden reemplazar ese aspecto socioemocional del aprendizaje. Como conclusión, las ventajas de estos dispositivos, si se utilizan de manera moderada y apropiada, pueden ser grandes.