La melatonina no necesita receta médica, pues está considerada como un suplemento nutricional en lugar de como un fármaco. Esto supone que puede adquirirse libremente y hay distintas presentaciones dirigidas a la población pediátrica, como gominolas con melatonina. Además, resulta un producto relativamente barato, por lo que en los últimos tiempos se ha extendido mucho su uso, sin que los profesionales sanitarios intervengan en esa prescripción.
El Dr. Gonzalo Pin es vocal de la Asociación Española de Pediatría (AEP) en FESMES (Federación Española de Sociedades de Medicina del Sueño). Con él hemos hablado sobre la implicación de la melatonina en la salud infantil.
¿Hay tantos problemas de sueño en los niños?
Hay niños con problemas de sueño, pero también hay niños con un sueño normal que es interpretado por sus padres o cuidadores como patológico. “El sueño no depende solo de la parte biológica, sino que tiene tres componentes más: una parte social, otra ambiental y otra psicológica. Por eso, los problemas de sueño deben tratarse desde un enfoque que tenga en cuenta los cuatro factores”, explica el experto.
Los niños, especialmente en sus primeros meses y años de vida, duermen de un modo que no encaja con el ritmo de vida de los adultos. “Pretendemos que duerman ocho horas seguidas como los mayores, sin darnos cuenta de que deben pasar por esas etapas donde hay despertares fisiológicos (normales) porque sus necesidades son distintas”, apunta.
Así, dependiendo del momento evolutivo por el que pase, el niño va a tener más o menos despertares y su hora de iniciar el sueño y de acabarlo será distinta. Esto puede resultar un inconveniente para los progenitores que deben seguir cumpliendo con sus obligaciones a pesar del cansancio, pero desde el punto de vista estrictamente biológico debe ser así. No hay ninguna alteración.
¿Cómo actúa la melatonina en niños?
Hasta el momento, hay estudios sobre el efecto de la melatonina en niños que tienen algún problema, pero hay pocos, y pocos que midan su efecto a largo plazo, en niños sin problemas. “Hay una falsa sensación de seguridad, de que no pasa nada porque es algo natural, y eso lleva a la automedicación”, subraya el Dr. Pin.
En estos trabajos se ha visto que la melatonina no tiene muchos efectos secundarios. Sin embargo, el especialista advierte: “La melatonina es una neurohormona que actúa no solo sobre el proceso del sueño sino sobre el resto de células, por eso debería controlarse más”.
En este sentido, hay que tener en cuenta que la melatonina actúa sobre los ritmos biológicos del niño. Por eso, “en los primeros seis meses de vida, en los que el bebé está instaurando sus propios ritmos biológicos, no se debería utilizar”, alerta.
¿Para qué problemas de sueño infantil puede ser útil la melatonina?
La melatonina no es un inductor del sueño, sino un cronorregulador; es decir, un regulador de los ritmos de sueño y vigilia de la persona. Por este motivo, no debería utilizarse sin que antes se hubiera determinado si el niño realmente tiene algún problema de sueño o no, y de qué tipo es.
“Los problemas de sueño necesitan un enfoque global y cualquier niño con alteraciones de este tipo precisa de una exploración completa donde se incluya examen físico, valoración de sus rutinas de día y de noche, número de horas de luz a las que está expuesto y deporte que hace a lo largo de la jornada”, comenta el representante de FESMES.
Sí se constata que hay realmente un problema de sueño, la melatonina puede ser útil cuando hay un retraso de fase, lo que les suele ocurrir a muchos adolescentes.
¿Cuál debe ser el tiempo máximo de uso de melatonina en niños?
La melatonina no puede ser utilizada durante un tiempo prolongado en niños. Así, el Dr. Gonzalo Pin recomienda “tres semanas como máximo y si no se nota mejoría explorar otras posibilidades”. Además, insiste en la importancia de darla a los menores “a la menor dosis posible y en el momento circadiano que le corresponde a cada niño”.
Esto significa que, tras un estudio del sueño, se valorará si hay que darla justo al irse a dormir, unas horas antes, por la tarde... En cada paciente será de un modo. Y la cantidad también debería marcarla un profesional sanitario, ya que, como comenta el especialista, “cuando se da mucha cantidad, se pueden saturar los receptores de melatonina y quedar sin efecto”.
En niños y adolescentes con problemas de sueño como el retraso de fase, se puede ofrecer melatonina (y por un tiempo mucho más prolongado, incluso de años), junto con otras estrategias, como la cronoterapia y la luminoterapia.
En todo caso, tendría que ser un profesional de la salud el que indicase si realmente hay una alteración y si es aconsejable o no tomar melatonina.