Un bebé que duerme bien es un bebé sereno, que se siente seguro y tranquilo. Y viceversa, un bebé seguro y tranquilo es un bebé que descansa bien. En este circulo, por tanto, entraríamos como comúnmente se dice en una ‘pescadilla que se muerde la cola’ ya que, lo complicado es conseguir que tu hijo no se excite o se altere de más por el cansancio. Habrá que intentar siempre apaciguar esos nervios e hiperactividad del final del día y, sobre todo, saber encauzar su energía para llevarle a un estado de calma y sosiego, idóneo para prepararle cuando se acerque el momento de irse a dormir y crear una rutina.
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Para lograrlo, o al menos, poder facilitarte un poco la tarea, hemos hablado con Irene Moreno, asesora de sueño infantil de Baby Koala Coach (@babykoala.coach), quien asegura que: “El ritual previo a la hora de meterse en la cama o cuna es de vital importancia. Les aporta seguridad y tranquilidad. Es un momento especial de conexión emocional con mamá o papá, muy necesario para que se vayan a dormir en calma. Según la edad del peque podemos hacer diferentes tipos de rituales previos a dormir”. Y es que según el niño va a avanzando en su desarrollo sus necesidades para irse a dormir también lo hacen.
Estos son los 5 rituales para ayudar a tu hijo a dormir que la experta nos propone:
De 0-4 meses
De los 0 a los 4 meses de vida, los expertos en sueño infantil aseguran que los bebés no tienen todavía ninguna rutina ni la capacidad de adaptarse a ellas y es que, tal y como nos cuenta la coach: “Es el cuarto trimestre, cuando los bebés se están adaptando a la vida fuera del vientre materno. No diferencian el día de la noche, pero es importante que antes de dormir estén en un ambiente tranquilo y con luces tenues. Una vez dentro de la habitación, justo antes de dormir, recomiendo darle la última toma de leche (biberón o pecho) con luz ligera y terminar de dormirlos en oscuridad”.
De 5-12 meses
Aproximadamente, hasta los 6 meses, los bebés siguen necesitando unas 14 horas de sueño, con unas 3 siestas de día, de unos 30 minutos a 2 horas cada una. También es posible que pase por la conocida como regresión de los 8 meses; un cambio evolutivo y madurativo que afecta al sueño del bebé. Puede que le notes más intranquilo a la hora de ir a dormir, se despierte más veces durante la noche… Un buen ritual le ayudará a conciliar mejor el sueño: “A partir de los 5 meses, ya consideramos que diferencian perfectamente el día de la noche, su reloj biológico ya se ha puesto a punto. El ambiente antes de dormir ha de ser igualmente relajado con luces cálidas. Es ideal incluir 3-4 acciones antes de dormir, un pequeño ritual que sea todos los días exactamente igual. Algunos ejemplos son: dar masaje relajante suave, cantar una canción, hacer el cambio de pañal, despedirse de algún muñeco de apego… Elijas lo que elijas, tu bebé no puede enfadarse o activarse más con el ritual. Ve probando qué acciones le relajan más”, recomienda la experta.
De 12-24 meses
Tu bebé va creciendo no solo físicamente sino también, a nivel cerebral. Su capacidad de comunicación no verbal, lingüística, cognitiva… experimentará muchos cambios en muy poco tiempo. “Aquí podemos incluir un cuento. Cuando son más bebés los cuentos, en ocasiones, les ponen más nerviosos (porque quieren pasar las páginas a toda costa o tocar diferentes texturas y solapas). A partir de los 12 mesessuelen estar más atentos al contenido de los cuentos, especialmente a partir de los 18 meses. También pueden despedirse de la calle, de los coches, apagar una pequeña luz táctil…”, sugiere la coach se sueño infantil.
De 24-36 meses
Un buen ritual para esta franja de edad es un buen baño relajante, aseo y puesta de pijama limpio, cena, despedirse de papá o mamá (según sea quien le lleve a dormir), cepillarse los dientes e irse a la cama. Allí puedes esperarle con un cuento o que él mismo sea quién lo elija cada noche, ya que: “Los cuentos son casi obligatorios puesto que ya interactúan mucho más y aprenden de los libros. También puedes incluir algún relato o historia inventada, les encanta. Es una buena idea tener una pequeña luz táctil con temporizador que a los 10 minutos de ritual se apague y anuncie que es la hora de dormir. De este modo no te pedirá un cuento y otro y otro”, nos cuenta la experta a modo de truco.
Más de 36 meses
Los niños a esta edad ya son mucho más maduros y, por tanto, su ritual de sueño antes de acostarse debe ir en consonancia. Eso no significa que se deje de hacer dicho ritual, sino que habrá que cambiarlo para amoldarlo a sus nuevas necesidades. La experta nos cuenta que: “El tiempo de conexión con el peque puede durar muchos años, hasta que sean ellos quienes lo dejen de pedir. Puedes ir leyendo libros más complejos, cada noche un capítulo. Puedes leer obras de teatro con tu hijo eligiendo el personaje que quiere ser. Cuando son más mayores les encanta el momento de ‘charleta’ con mamá o papá. También es un buen momento donde podéis repasar qué tal ha ido el día, preguntarles cuál ha sido el momento más feliz de la jornada, y también, en cambio, el más triste, o quizás elegir un tema de conversación de interés para ambos”, concluye.