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Con la llegada de las buenas temperaturas a la vuelta de la esquina y el sol, por fin, saliendo tras las nubes, se acerca el verano, una de las épocas del año en las que debemos tener un especial cuidado con la protección de la piel de nuestros hijos. Son muchos los tipos de crema solar que existen en el mercado y, también, son muchas las dudas que genera a los padres elegir la crema solar adecuada para su hijo.
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La doctora María Luisa Sancho, Pediatra en Gabinete Médico Hernán Cortés (Zaragoza), nos explica que: “Los efectos de la radiación solar en la piel son ampliamente conocidos por todos, pero en la piel de los niños tiene efectos biológicos más pronunciados en comparación con los adultos y los convierte en un grupo poblacional de especial vulnerabilidad en los que debe extremarse la fotoprotección. Es por ello que en los niños se recomienda usar de forma regular medidas de fotoprotección ante cualquier actividad al aire libre, incluso en días nublados o si se realizan a la sombra”. Y es que dichas medidas de protección solar deben realizarse durante todos los días del año debido al efecto tan dañino que causan los rayos ultravioletas en la piel de los pequeños.
Cómo tienen que ser las cremas solares para mis hijos según su edad
La doctora nos explica que existen diferentes tipos de fotoprotección:
1. Medidas de evitación:
“Esto es evitar la exposición solar en las horas centrales del día (generalmente entre las 12 y las 16 horas) y refugiarse a la sombra”, detalla.
2. Medidas físicas o de barrera:
“Es decir, el uso de ropa con materiales de protección solar (el nailon, la lana, la seda y el poliéster tienen un mayor factor de protección UV o FPU que el algodón, la viscosa, el rayón y el lino), gorras y sombreros para proteger cara y cuello, y gafas de sol para proteger ojos y regiones perioculares”, expone la experta.
3. Agentes fotoprotectores (cremas solares):
- Fotoprotectores físicos, inorgánicos o minerales: “Estos actúan reflejando la radiación UV, sin penetrar en la piel. Son activos desde el momento en que lo aplicas. No son tan resistentes al agua, debiendo aplicarse con más frecuencia que los fotoprotectores químicos. Son menos propensos a causar irritación, siendo más adecuados para pieles sensibles. Cosméticamente, antes eran más difíciles de aplicar teniendo apariencia de “pasta blanca” pero esto ha mejorado enormemente con las nuevas formulaciones”, dice la doctora. Entre los 6 meses y los 3 años, hay que extremar las precauciones siendo especialmente recomendables en este grupo las cremas solares físicas o minerales. En general, los expertos consideran que los niños menores de 6 meses no deben exponerse al sol en ningún caso, y evitar la aplicación de protectores solares en crema. “Debemos proteger su piel durante los paseos con ropa, gorros, gafas, caminar por la sombra…”, recomienda la doctora.
- Fotoprotectores químicos u orgánicos: “Actúan absorbiendo la radiación UV. Son los protectores solares más comunes en el mercado. No son activos desde el momento en que se aplican, por ello deben aplicarse entre 20-30 minutos antes de la exposición solar. Presentan mayores reacciones indeseadas en la piel, como dermatitis. Idealmente deben ser resistentes al agua, pero a pesar de ello hay que reaplicarlos cada 2-3 horas”, dice la experta. “Según las recomendaciones de la Academia Española de Dermatología y Venereología, el uso de protectores solares químicos se recomienda a partir de los 3 años. Deben tener un alto factor de protección solar, preferiblemente 50, ser resistentes al agua y eficaces frente a la radiación UVA y UVB”, advierte la pediatra.
- Fotoprotectores mixtos: “Que son una combinación de los dos anteriores”, resume la experta, quien, aconseja que: “Además de todas estas medidas citadas, no debemos olvidar mantener una adecuada hidratación oral en los niños ante la exposición a altas temperaturas, insistiendo sobre todo en los más pequeños, ya que de esta forma mantendremos un correcto funcionamiento de la piel y órganos vitales”.
Cómo aplicar las cremas solares en los niños
La doctora recomienda aplicar el fotoprotector a los niños de forma generosa, y detalla: “La cantidad adecuada a aplicar 2 mg/cm2. Dicha cantidad la conseguimos aplicar siguiendo la ‘regla de los dos dedos’ por zona. Esta regla consiste en aplicar el protector solar sobre dos dedos de la mano (crema extendida desde la yema a la base del dedo) y esta medida la usaremos para el rostro, cada uno de los brazos y de las piernas. Para torso y espalda aplicaremos cuatro dedos en vez de dos. A la hora de aplicar la crema solar debemos prestar especial atención en áreas como orejas, cuello y dorso de manos”.
Sabemos que los bebés, sobre todo, menores de 6 meses, tienden a chuparse las manos con mucha frecuencia, por este motivo: “En este grupo de edad no se recomienda la exposición solar directa ni la aplicación de cremas solares. En caso de ser inevitable la exposición solar, será fundamental la protección con medidas físicas con ropa adecuada”, persiste la experta. Quien además lanza un mensaje de concienciación respecto a la relevancia de la protección solar: “Es importante recordarlo tanto entre los padres y, sobre todo, entre los niños, mediante campañas educativas que fomenten buenas costumbres de fotoprotección. En esta labor educativa los dermatólogos y los pediatras tenemos un papel fundamental”, concluye.