Desde el 1 de enero y hasta el 29 de abril, última fecha de la que hay registros, en España se habían contabilizado 22 casos de hepatitis grave de origen desconocido. Es una situación que se repite en el resto del mundo y que ha hecho que las autoridades sanitarias profundicen en su estudio y seguimiento.
Pero ¿cuál es la diferencia entre estas hepatitis y otras? ¿Qué factores de riesgo pueden precipitar su aparición? Hemos hablado sobre todo ello con la Dra. Laura Caride López, medico especialista en Pediatría y divulgadora en @mama_y_pediatra (en Instagram).
¿Cómo se manifiesta la hepatitis en niños?
La hepatitis es una inflamación del hígado que provoca una elevación en sangre de las transaminasas (unas proteínas). Hay distintas causas que influyen en su aparición. “Lo más frecuente en los niños son las hepatitis de causa infecciosa, y dentro de ellas, las causadas por virus”, indica la experta. También pueden producirse por tóxicos, por medicamentos o hierbas medicinales, tener un origen inmunológico o incluso estar provocadas por enfermedades metabólicas o genéticas.
Casi siempre se acaba conociendo el origen de la enfermedad, pero no en el cien por cien de los casos. En este sentido, tal como destaca la Dra. Laura Caride López, “la hepatitis infantil de origen desconocido no es nada nuevo”. Siempre que el menor enferme con hepatitis hay que hacer un estudio para averiguar su causa, aunque no siempre se encuentra.
¿Cuál es la novedad entonces? La alerta ha surgido porque han coincidido en el tiempo una gran cantidad de casos, primero en Reino Unido. A raíz de esta situación, la Organización Mundial de la Salud (OMS) instó a los pediatras a “buscar activamente nuevos casos y a mirar atrás en los últimos meses para saber si hemos tenido casos similares”, señala.
¿Qué síntomas tiene la hepatitis en niños?
Lo habitual es que la hepatitis curse con pocos síntomas o con síntomas de tipo inespecífico como estos, entre otros:
- Cansancio acusado.
- Vómitos.
- Náuseas.
- Dolor abdominal.
- Diarrea.
No obstante, lo más característico son tres manifestaciones: la ictericia (tonalidad amarillenta en piel y mucosas), el color oscuro de la orina (coluria) y las heces pálidas o de color muy claro (acolia). “También puede aparecer picor en la piel”, detalla la pediatra. En todo caso, “si aparecen estos síntomas, es convieniente consultar con el pediatra”, aconseja.
¿Qué teorías se barajan para explicar estas hepatitis raras?
“A día de hoy no se ha identificado una causa única que justifique el aumento de casos de hepatitis aguda que algunos centros han experimentado”, señalan en un comunicado conjunto la Asociación Española de Pediatría (AEP), la Sociedad Española de Gastroenterología y Nutrición Pediátrica (SEGHNP), la Sociedad Española de Infectología Pediátrica (SEIP) y la Sociedad Española de Urgencias Pediátricas (SEUP).
Hasta el momento hay varias hipótesis abiertas, pero la que más peso tiene es la infección por adenovirus F41. Los niños se enfrentan a adenovirus desde sus primeros meses de vida. No obstante, la pandemia ha podido alterar esos tiempos y momentos de exposición, coincidiendo en estos últimos meses.
“También se habla de que pudiera haber un cofactor, de momento desconocido, que afectara a los niños con infección por adenovirus (que habitualmente es leve en condiciones normales) y provocase que la evolución fuera más grave o desencadenase un daño hepático mediado por el sistema inmune”, alerta la Dra. Laura Caride López.
Se ha hablado mucho también de la posible influencia de la infección por COVID-19, pero no está claro. Todas las líneas de investigación permanecen abiertas. Lo que sí se sabe es que “las vacunas frente al COVID no están relacionadas, ya que la gran mayoría de niños no la habían recibido simplemente por su edad”, aclara. Así, hay niños menores de cinco años que han presentado esta hepatitis rara y que no han sido vacunados.
¿Se puede prevenir de alguna forma?
En líneas generales, la evolución de este cuadro de hepatitis es favorable y los menores se recuperan bien en la mayoría de los casos. No obstante, hay que tener en cuenta que “hasta en un 10% de los casos es necesario realizar trasplante hepático”, señala la pediatra. Hasta el momento se ha registrado un fallecimiento por este motivo.
Al no conocer el agente que causa esta hepatitis, tampoco podemos actuar preventivamente contra ella. No obstante, las autoridades sanitarias recomiendan tranquilidad. “Queremos transmitir cautela y serenidad a la población y a la opinión pública, pues no tenemos, a día de hoy, una hipótesis fiable que haga pensar en un crecimiento importante del número de nuevos casos”, indican.
Así, la alerta va más dirigida a los pediatras para que monitoricen la enfermedad. Los padres no han de hacer nada específico, más allá de “seguir las medidas habituales de prevención de enfermedades infecciosas: lavado de manos frecuente, toser en el codo, limpieza y desinfección de superficies...”, recomienda la Dra. Laura Caride López.