Dormir y descansar adecuadamente es más importante de lo que imaginamos, y es que, según diversos estudios, está relacionado directamente con una buena salud. En el caso de los bebés, para muchos padres, hacerles dormir a veces es todo un triunfo. Y es que el sueño infantil es uno de los temas más estudiados en los últimos tiempos del que se ha visto que es determinante para un correcto desarrollo de su cerebro. Un concepto importante que debemos conocer para empezar a realizar sus primeras siestas diurnas y afianzar su sueño nocturno, son las ventanas de sueño. “De acuerdo con la etapa de desarrollo se recomienda establecer unos horarios adecuados durante el día para dormir. El tiempo que el bebé es capaz de estar despierto sin agotarse lo llamamos ventana de sueño. Los papás deben velar porque el bebé tenga actividad, según su edad, para drenar su energía, pero que no se pase de ese tiempo para evitar que se agote”, lo que significa, que después no puedan conciliar el sueño, nos cuentan desde La Nana Coach (www.lananacoach.com), Bechira Moussa y Camila Vélez, asesoras de sueño infantil.
Cómo guiarnos por las ventanas de sueño
Los expertos dicen que, hasta los 4 meses de edad, no se considera que un bebé pueda comenzar a tener rutinas de sueño. Será a partir de entonces cuando el niño pase más tiempo despierto entre siesta y siesta, es decir, tenga ventanas de sueño mayores que irán variando en tiempo, según vaya creciendo. Esta es la tabla que las asesoras de sueño nos han compartido para saber cuáles son las horas que los peques pueden estar despiertos entre siesta y siesta hasta los 3 años, edad en la que se considera que los peques dejan de hacer siestas, o si no desean hacerlas, no es algo prioritario:
4 a 6 meses
- Número de siestas: de 4 a 3
- Duración siesta: 1 a 2 horas
- Ventana de sueño (tiempo despierto): 1,5 a 2,5 horas
6 a 9 meses
- Número de siestas: de 3 a 2
- Duración siesta: 1 a 2 horas
- Ventana de sueño (tiempo despierto): 2,5 a 3,5 horas
9 a 12 meses
- Número de siestas: 2 siestas
- Duración siesta: 1 a 2 horas
- Ventana de sueño (tiempo despierto): 3,5 a 4 horas
12 a 18 meses
- Número de siestas: de 2 a 1 siesta
- Duración siesta: 1 a 2 horas
- Ventana de sueño (tiempo despierto): 4 a 6 horas
18 meses a 3 años
- Número de siestas: 1 siesta
- Duración siesta: 1 a 2 horas
- Ventana de sueño (tiempo despierto): 5 a 6 horas
Por qué son tan importantes las siestas para los bebés
Las siestas son momentos en los que el cerebro aprovecha para resetear conceptos nuevos, asimilar todo aquello que se ha aprendido y prepararse para afrontar lo que queda de día. Se sentirán más descansados, con mejor humor, y más proactivos y dispuestos a adquirir nuevos aprendizajes si realizan las siestas acordes a su edad y momento de desarrollo .
“Las siestas durante el día son fundamentales para que los bebés hagan transiciones tranquilas y, esto también ayuda a que duerman mejor en la noche. Cuando un bebé no hace siestas de calidad, se le dificulta más conciliar el sueño en la noche, puede estar irritable durante el día y también puede convertirse en un bebé madrugador”, nos dicen las asesoras.
Rituales para ayudarles a dormir las siestas
Al igual que por la noche tienen su rutina, tal y como sea que los papás la hayan organizado, por ejemplo, primero baño, después cena, luego lavar los dientes, después cuento y a dormir… Para las siestas durante el día también necesitan su ritual con el fin de que puedan anticiparse a lo que va a pasar y su cerebro se prepare para el descanso. “Es necesario una rutina para la siesta, de manera que el bebé tenga tiempo de relajarse y prepararse para dormir. El mejor descanso se da en un ambiente apropiado y en el mismo espacio donde el bebé duerme en la noche, en completa oscuridad”, aconsejan las expertas, y nos dan algunos de tips de cómo crear un ritual óptimo para la siesta y evitar trastornos del sueño:
Un ejemplo de rutina para las siestas:
- Oscurecer la habitación
- Leer un cuento o cantar una canción
- Decir unas palabras claves: por ejemplo, “es hora de dormir”
- Acostar al bebé o niño en su espacio de sueño
Una buena higiene de sueño para el niño pasa por ser constantes con las rutinas y los horarios. Y es que, según nos explican las asesoras, dormir bien es un hábito que se refuerza cada día. “El gran reto del hábito de sueño saludable es lograr que los bebés y niños concilien el sueño en su espacio de dormir para que sean capaces de ‘autogestionar’ los diferentes despertares de la noche”, sostienen.
Cómo pasar de la cuna a la cama
Existe una etapa en el sueño del niño en la que, por cuestiones de espacio, de tamaño, de comodidad, etc… puede que sea hora de pasar al pequeño de la cuna a la cama. ¿Cómo dar este paso de la mejor, y más efectiva, forma posible? “Lo ideal es esperar hasta los 2,5 o 3 años de vida del bebé para que logren una transición adecuada. También, fortalecerle el hábito de sueño saludable antes de hacer la transición. Una vez que la familia este preparada para hacer esta transición, recomendamos contarle al niño lo que va a suceder y reforzar los hábitos de sueño. A través de la comunicación, los padres podrán transmitirle seguridad y confianza al peque sobre quedarse en su espacio de sueño durante toda la noche. Si en la transición, el niño se levanta y busca a sus papás, el objetivo es acompañar nuevamente al niño a su habitación”, recomiendan las coach.