Existe una tendencia falsa a pensar que cuando la mujer sangra durante la menstruación automáticamente está ovulando y que, por tanto, tiene la posibilidad de poder quedarse embarazada. En algunos casos, y a pesar de tener el periodo durante todos los meses, nos encontramos con un trastorno poco conocido llamado anovulación. Es decir, la ausencia de ovulación.
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“La ovulación es el proceso central de nuestro ciclo y la que provoca que se produzca progesterona, una hormona maravillosa que hace que nuestro endometrio se nutra y, llegada la implantación, el embarazo se mantenga”, exponen Clara Martínez (@mujeryciclos), experta en salud hormonal en la mujer y Lara Marín (lara_marin_lopez), enfermera y nutricionista especializada en fertilidad y salud hormonal; ambas en Clínicas Segura (@clinicas.segura).
Según advierten, la progesterona tiene multitud de funciones importantísimas en nuestra salud y una anovulación puede hacer que nuestra salud se resienta: “Son muchas las causas que pueden derivar en un ciclo anovulatorio”.
Hablamos de una de las principales causas de esterilidad femenina. En concreto, entre un 3% y 4% de mujeres son diagnosticadas al enfrentarse a problemas para concebir.
“La anovulación se da cuando los ovarios de la mujer no son capaces de liberar ningún óvulo en ningún momento del ciclo menstrual. Por tanto, al no haber ovocitos, no podrá producirse la fecundación y consecuentemente, generar un embrión”, explica la Dra. Begoña Martínez, ginecóloga especialista en medicina reproductiva y directora médica de IVI Pamplona.
¿Qué ocurre cuando la mujer no ovula?
Según afirma la ginecóloga, la menstruación y la ovulación son dos procesos distintos, “pero están sincronizados y relacionados en diferentes momentos del ciclo ovárico y uterino coexistiendo, aunque no dependen del otro para ocurrir”.
“Hasta un 35% de mujeres presenta problemas de fertilidad, pudiendo ser la anovulación una de las causantes de este problema. El origen puede por una enfermedad crónica o deberse a algo circunstancial como situaciones de estrés o bajo peso, por lo que dependiendo de la causa el especialista actuará de manera personalizada”, reitera.
¿Cuáles son los síntomas de la anovulación?
La anovulación es una de las causas más frecuentes que interfieren con la planificación y logro de un embarazo y normalmente se debe a alteraciones hormonales.
Según coinciden las expertas consultadas, algunos de los síntomas frecuentes son la ausencia de menstruación, un periodo menstrual irregular o muy corto, los ciclos de más de 35 días, la ausencia de cambios en el moco cervical, los sangrados uterinos excesivos y la infertilidad. “Esta última es la responsable de la mayoría de los diagnósticos”, puntualiza Begoña Martínez.
Además, la anovulación crónica también puede causar otros problemas a largo plazo, como el hiperandrogenismo (se presenta en mujeres adolescentes y adultas en forma de acné, alopecia androgénica e irregularidades menstruales, dando lugar a un síndrome de ovario poliquístico) u osteopenia (una afección que comienza a medida que se pierde masa ósea y los huesos se debilitan).
¿Qué medidas podemos tomar?
“Cada caso es diferente y no hay que alarmarse, pero es importante de cara a la búsqueda de un embarazo o, simplemente, por el hecho de tener ciclos sanos, que si nos identificamos con algunas de estas causas, investiguemos de la mano de un experto qué es lo que puede estar pasando para trabajar en ello”, exponen Clara Martínez y Lara Marín.
“El tratamiento para la anovulación dependerá de cuál sea la causa que lo produzca. Aunque no siempre se llega a descubrir la causa y, por tanto, no se puede corregir el problema. Llegado este caso, se puede recurrir a los tratamientos de reproducción asistida para lograr el embarazo”, añade Begoña Martínez.
En cualquier caso, el ginecólogo podrá comprobar los ciclos de la paciente mediante una ecografía, además de los niveles hormonales para intentar corregir el trastorno de la ovulación.