En España, cada vez son más los partos que se realizan por cesárea, y es que las últimas cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística, afirman que un 25% de los partos de 2020 fueron mediante histerotomía, cuando lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud está entre el 10 y el 15%. Para arrojar un poco de luz a este asunto y saber cuándo está indicado hacer una cesárea o si la mamá puede elegir hacerla, hemos hablado con la doctora María Jesús Terán, jefa de Sección de Obstetricia del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja. “Aunque la OMS recomienda que la cifra de cesáreas esté por debajo del 20%, este es un objetivo difícil de conseguir en algunos ámbitos hospitalarios, principalmente en aquellos que reciben muchos embarazos de alto riesgo”, nos comenta la doctora.
Y es que, según nos sigue contando la experta, la causa del aumento de cesáreas probablemente sea multifactorial. Y ello incluye, según la especialista, “a las futuras mamás, que cada vez eligen una maternidad más tardía, con mayor riesgo de complicaciones y con mayor tasa de inducciones, tanto por motivos maternos como fetales. A la sociedad, que ha ido cambiando, disminuyendo la tolerancia a los resultados adversos que pueden ocurrir tanto en la madre como en el feto, a pesar de ser, tanto el embarazo como el parto, un proceso fisiológico”, explica. Y añade que también puede estar motivado por parte de los profesionales, “porque cada vez se ven obligados a realizar más medicina defensiva, debido al aumento de las demandas judiciales a las que se ven sometidos”.
¿Se ha incrementado la programación de partos?
Quizás, culturalmente, en nuestro país, la decisión de tener un parto vaginal sea mucho más frecuente que en otros, donde los nacimientos programados son más habituales. Y es que, si nos fijamos en las cifras de la Unión Europea, publicadas por la SEGO (Sociedad Española de Ginecología y Obstretricia), las cesáreas en los países nórdicos tienen un porcentaje un poco menor del 20%, aunque en países como Italia, las cesáreas incrementan hasta el 40%. En Estados Unidos más de un tercio de los partos se producen por histerotomía, mientras que, por ejemplo, en Reino Unido y en Grecia se supera el 30%.
Por su parte, la doctora nos explica que, los partos, pueden ser inducidos por distintas causas. Influyen desde problemas maternos como la hipertensión, los problemas fetales como un retraso en el crecimiento intrauterino o, simplemente, porque haya ocurrido una rotura prematura de membranas y no comience el parto espontáneamente, después de un tiempo estipulado. Como también ocurre que “la embarazada toma cada vez más decisiones, y, a veces, se induce o se programa el parto a petición de las propias gestantes. Esta tendencia está al alza en los últimos años”, sostiene la obstetra.
En qué ocasiones está recomendado hacer una cesárea
Un parto vaginal siempre se aconseja antes que practicar una cesárea. “Es más fisiológico, tanto para la madre como para el recién nacido, y en muchas ocasiones será lo mejor. Pero habrá gestantes en las que, por distintos motivos, sea más seguro tanto para ellas como para sus bebés realizar una cesárea. No olvidemos que las cesáreas han salvado muchas vidas desde hace muchos años y que en países donde este tipo de atención no es fácilmente accesible, se siguen muriendo muchas madres y niños durante el proceso del parto”, advierte la experta.
Por tanto, ¿en qué ocasiones está indicada una cesárea a nivel médico? “A veces es necesario practicar una cesárea porque exista una presentación de nalgas del bebé, porque haya fracasado la inducción de un parto o porque haya riesgo de pérdida del bienestar del feto, entre otras razones”, nos cuenta la experta. Y aclara: “Las indicaciones de las cesáreas están establecidas por las comunidades científicas, según la evidencia científica de la que se dispone en cada momento que, por supuesto, puede ir cambiando a lo largo de los años, ya que pueden aparecer nuevos estudios. También se puede hacer una cesárea por petición de la propia gestante, simplemente porque se siente más segura que ante un parto vaginal, o porque no quiere asumir el riesgo de rotura uterina, aunque este sea pequeño, y pueda darse tras haber tenido una cesárea anterior en una gestación previa”, informa.
Qué hay del término ‘violencia obstétrica’ y cómo influye hoy en día en la práctica de cesáreas
Es verdad que, cada vez más, se escucha a un colectivo de mujeres que consideran que la manera de ejercer la obstetricia durante mucho tiempo les ha privado de decidir sobre su propio cuerpo, nos cuenta la experta, y estas han tomado parte en la difusión del término de ‘violencia obstétrica’. Este puede estar vínculado con la realización de cesáreas, por parte de profesionales de la salud, sin consensuar con la madre, entre otras razones. Pero, ¿qué significa dicho término exactamente? La ‘violencia obstétrica’ se refiere a las prácticas y conductas realizadas por profesionales de la salud a las mujeres durante el embarazo, el parto y el puerperio, en el ámbito público o privado, que por acción u omisión son violentas o pueden ser percibidas como violentas. Esta incluye actos no apropiados o no consensuados con la madre, una medicación excesiva, la obligación a parir en una determinada posición, comportamientos autoritarios, entre otras acciones… Un término muy controvertido que ha sembrado el debate en muchos sectores, y que lo sigue haciendo a día de hoy, porque sigue estando muy presente.
“Es muy posible que este movimiento nos haya ayudado a todos a mejorar la cosas, por supuesto, que todo es mejorable, pero tampoco hay que perder de vista, que la mayor información la tiene el profesional, que se ha preparado durante muchos años. Puede ser que, aunque se intente transmitir dicha información de la forma más fidedigna posible, a veces no sea suficiente como para que una persona ajena a conocimientos médico-científicos, pueda tomar unilateralmente la decisión más adecuada para ella y su bebé. Por eso creo, que la confianza en el profesional y las decisiones consensuadas son un aspecto fundamental para que todo el proceso del embarazo y parto, fisiológico, pero a su vez complejo, tenga el resultado esperado por todos, que es una mamá feliz con su bebé en casa”, nos cuenta la ginecóloga.
“El término violencia obstétrica, es un poco duro para el profesional de la medicina, en concreto para el obstetra, que ejerce una especialidad muy bonita, pero a su vez muy sacrificada, en la que tiene en sus manos la vida de dos personas en principio sanas. Hay que ser muy cauteloso con este término, porque puede inducir a pensar que existe intención de causar daño”, concluye la experta.