el rol de la madre y la suegra en el posparto© AdobeStock

Psicología

Tu bebé acaba de nacer: ¿qué papel tendrán tu madre y tu suegra?

El posparto es una etapa de enormes necesidades en todos los ámbitos. La madre reciente precisa de ayuda, no solo de su pareja. Las abuelas pueden ofrecerse, pero para algunas mujeres no es la mejor opción. ¿Cómo gestionarlo?


19 de abril de 2022 - 14:15 CEST

La mujer que acaba de dar a luz necesita ayuda emocional y práctica para poder habituarse a la nueva situación. Todas las manos son pocas, pero hay que determinar qué personas van a estar cerca en esa etapa. No siempre la propia madre o la suegra, a pesar de su cercanía, son las mejores opciones, pues intervienen más aspectos.

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Jesica Rodríguez Czaplicki es psicóloga y presidenta de la Asociación Española de Psicología Perinatal (www.asociacionpsicologiaperinatal.es). A ella le hemos preguntado cómo abordar este tema.

Un momento de especial vulnerabilidad

En el posparto, la vida de la mujer cambia para siempre, pues adquiere un nuevo rol: el de madre, que va cambiarlo todo. En el terreno puramente orgánico, el cóctel hormonal que la acompaña pone las cosas muy difíciles.

 “El posparto es un momento de extrema vulnerabilidad emocional,  donde la mujer experimenta muchas sensaciones, emociones, y está en una especie de montaña rusa; con mucha inseguridad”, comenta la experta. Pero, incluso en esa situación, “ la mujer desarrolla esa conducta maternal de cuidado y sostén de su bebé”.

En esos meses inmediatamente posteriores a la llegada de su hijo, “la mujer necesita un acompañamiento y ayuda, sentirse segura, protegida y con una buena red”. El principal apoyo para ella será su pareja, que es con quien está constituyendo su familia, pero también hay otros.

La red de apoyo de la nueva madre

Desde el embarazo, la madre revive sus propias vivencias como hija. Es, pues, un momento intenso a nivel emocional. “Durante esta etapa y en el posparto podríamos decir que también necesita ser nuevamente maternada”, explica Jesica Rodríguez Czaplicki.

Pero ¿de dónde debe proceder esa ayuda? ¿Son buenas alternativas las abuelas? “Es importante pararnos a pensar en quién acompaña, más allá de si es la madre o la suegra, entendiendo cómo es la relación con ellas”, aclara. “En cualquier caso, una madre que materna a una madre reciente, que es apoyo y acompañamiento, siempre lo debe hacer sabiendo que está ante una mujer adulta ya madre, respetando sus decisiones, sin juzgarlas”. 

El apoyo de la madre

“Si la mujer tiene un buen apego, seguro establecido y mantenido con su madre, con una buena relación de confianza, cercanía y complicidad; este apoyo materno, de la madre que materna a la nueva madre, puede ser muy útil, beneficioso y productivo”, destaca la especialista. Pero, desafortunadamente, no es así en todos los casos. Porque cuando la relación no es buena puede generar conflictos que influyan negativamente en la estabilidad de la madre reciente.

El papel de la suegra

Aunque en el imaginario colectivo la suegra es una figura que goza de pocas simpatías, no siempre es real la mala relación o la competitividad con la nuera. “Una suegra puede actuar como una muy buena acompañante, siempre y cuando se mantenga en ese papel, reconociendo en su nuera la identidad de madre y acompañando, aportando sin juzgar”, apunta.

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Las claves de un buen apoyo en el posparto

Para acompañar de forma positiva a la madre reciente hay que tener en cuenta una serie de pautas, tal como detalla la psicóloga perinatal:

  • No juzgarla.
  • Respetar sus decisiones.
  • Ofrecer consejos solo cuando se soliciten (dejando claro que eso es lo que a nosotros nos funcionó, o no, pero que cada mamá y cada bebé son únicos).
  • Ayudar en el día a día.
  • Ser el soporte que permita que la mujer se libere de otras tareas u obligaciones y que le favorezca las atenciones al bebé y su descanso.

Este apoyo y sostén no debe limitarse al periodo posparto sino que debe ofrecerse ya desde el periodo de gestación,  cuidando su salud mental para actuar de forma preventiva. 

La madre reciente necesita respeto y empatía y ella y el bebé deben ser los protagonistas de todos los cuidados. “Lo que más necesita una mujer en el puerperio es tranquilidad emocional, y que toda aquella carga que no sea la del cuidado de su recién nacido sea eliminada o minimizada”, advierte.

En este sentido, hay que liberarla de todas aquellas tareas, como las domésticas, que pueda asumir otra persona. El objetivo es que pueda descansar lo máximo y dedicarse de forma plena a su bebé.

¿Cómo gestionar las discrepancias en la crianza?

El punto fundamental de apoyo a la madre es su pareja, con quien debe consensuar cómo va a ser el posparto y de qué manera van a afrontar la atención al recién nacido. Pero entre las personas que rodean a ese núcleo familar, como las abuelas, pueden surgir discrepancias sobre la crianza.

¿Qué hacer entonces? “Partiendo de que los ‘consejos no pedidos’ son bastante molestos, hay que establecer los límites correctos en cada momento, agradeciendo la información y apoyo, pero con cierta seguridad (la que posibilita emocionalmente el puerperio), dejando en estos límites claros que ella es la madre, y quien toma las decisiones junto con su pareja”, recomienda la experta de la Asociación Española de Psicología Perinatal.

La pareja será clave en estos momentos, poniendo límites al entorno para proteger a la madre, que está en un momento de más inseguridad emocional.