Elegir el colegio correcto puede suponernos todo un mundo. ¿Debe contar con todos los requisitos que tengo en mi cabeza? ¿Y si me gusta el centro pero hay cosas en las que querría que avanzase? ¿Y si me doy cuenta de que no es el centro que quiero para mi hijo y le quiero cambiar?
Sara Noguera, maestra y experta en crianza respetuosa en el centro Kimudi Crianza, nos cuenta que los padres no suelen meterse en el proyecto educativo por dos motivos: o bien desconocen que se puedan meter en él (nada más lejos de la realidad) o no entienden cómo debe funcionar el mismo (es decir, qué cosas se pueden aportar, cambiar... ).
Por eso, antes de escoger un centro educativo, nos recuerda que es importante no solo que nos informemos, sino que solicitemos al centro estarlo constantemente. Estos son los factores que, según la experta, hemos de tener en cuenta:
- La distancia desde el domicilio: No sólo por la comodidad o por evitar cansancio de tanto transporte para los niños, si no por estar cerca de los vínculos de amistad escolar (o estar dispuesto a hacer desplazamientos por motivos sociales o escolares).
- La renovación curricular: Y formación constante del profesorado a través de cursos y talleres. Estar actualizados y receptivos a toda la nueva información que se genera anualmente relativa a la educación.
- Actividades guiadas y libres: Que se ofrezcan, tanto en el aula como en los espacios al aire libre, actividades que permitan la imaginación y la creatividad (siendo libres) y las actividades con propósito (siendo guiadas).
- Gabinete de detección y prevención: Propio o externo, pero un equipo profesional para observar, apoyar, asesorar y hacer un seguimiento de aquellos posibles casos que lo puedan necesitar. “Lo fundamental es un aula de atención temprana de detección. No tiene que ser necesariamente un aula pero sí un gabinete, aunque sea externo, para que los padres tengan un extra de información y sepan como ayudar a sus hijos. En definitiva, que proporcionen la suficiente información en los colegios para saber cómo reaccionan ante los posibles conflictos, cómo gestionan que un niño no se comporte como ellos esperan en el aula... Si se evitan los chantajes, amenazas o castigos, cómo reaccionan ante un posible caso de bullying, etc”
- Deberes: Si los hay que no impliquen sentarse ante un libro, si no que les permita investigar, ser curiosos, interactuar con el entorno, involucrar a su familia de forma lúdica (y siempre con un margen temporal que no sea inmediato de realizar).
- Metodologías actualizadas: Sea la que sea, pero que no esté estancada, que acople las posibles novedades o avances de las mismas al centro a nivel conocimientos y facilidades (humanas y materiales). En concreto, para la maestra este punto es fundamental. “Es importante que, tengan la metodología que tengan, estén siempre al día. Al igual que los profesores. También deben dar charlas, talleres, etc complementarios (y gratuitos)”.
- Respeto a los ritmos evolutivos y fisiológicos: Atender a la diferencia de edad siendo del mismo curso, a sus habilidades o diferencias evolutivas, contar con apoyos en aula para estas situaciones.
Dudas que nos pueden surgir
- ¿Debe cumplir todos los puntos el colegio? La experta responde: “No necesariamente, pero sí elegir tres o cuatro básicos para vosotros y ser flexibles en los demás, siempre y cuando el niño sea el eje central”.
- ¿Y si me gusta el centro pero hay cosas que me gustaría que avanzasen? Recomienda ir al AMPA directamente ya que las cosas no cambian por sí solas: “Cuando más nos involucremos, más podremos conocer y aportar”.
- ¿Y si me doy cuenta de que no es el centro para mi hijo y le quiero cambiar? “Sin miedo, siempre y cuando el protagonista de esa decisión sea el niño y sus necesidades. Mejor cambiar de centro y acompañar con afecto y empatía ese momento que quedarnos en un sitio a disgusto”.
En definitiva, la experta hace hincapié en la necesidad de que el ideario siga la línea de crianza de los padres “y que cuando vayáis a ver el centro hablen más de los niños como individuos y menos de sus posibles logros académicos”.
Y, en cualquier caso, asegura que lo más importante es ser fiel a nuestro instinto. “Fíate de ti, de lo que te transmita lo que ves y de lo que leas entre líneas cuando te hablen del centro. Escucha opiniones pero no las tomes como punto de referencia para tu decisión final, porque cada familia tiene su realidad y experiencias”, concluye.