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El retraso en la maternidad es uno de los factores más frecuentes con los que se encuentran las clínicas de reproducción asistida hoy en día. Posponer el ser madre para conseguir los objetivos en el plano laboral, dar con la pareja adecuada o tener una estabilidad económica son algunos de los motivos principales.
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La reserva ovárica de cada mujer varía según van pasando los años, es más, va disminución, y tan solo es consciente de ello un 40% de las féminas. “A diferencia de la fertilidad masculina, los hombres fabrican espermatozoides nuevos cada 2 o 3 meses, las mujeres no fabricamos óvulos. Desde el día que nacemos ya contamos con todos los óvulos que vamos a ir gastando a lo largo de nuestra vida. La reserva ovárica sería la cantidad de óvulos que nos va quedando a lo largo de los años y cómo los vamos gastando. A medida que somos más mayores cada vez nos quedan menos y la menopausia sería el momento en el que ya hemos agotado nuestros óvulos”, afirma la doctora Rafaela González, directora de IVI, Instituto Valenciano de Infertilidad, en Almería.
¿Cómo saber cuál es mi reserva ovárica actual?
La reserva ovárica está directamente relacionada con las probabilidades de lograr un embarazo, tanto de forma natural, como con técnicas de reproducción asistida. Entonces, ¿cómo sabemos cuál es la reserva ovárica que tenemos a la hora de querer quedarnos embarazadas? “La reserva ovárica nos viene dada desde el nacimiento, cada mujer va a tener una dotación de óvulos diferente, la edad normal de inicio de la menopausia serían los 50 años, pero encontramos mujeres con menopausia a los 58 años u otras con menopausias precoces antes de los 40 años, por lo que no todas las mujeres nacemos con la misma cantidad de óvulos”, nos cuenta la doctora.
Son muchos los factores que intervienen en la cantidad de óvulos que se fabrican y entre ellos destacan: “Una predisposición familiar: si a mi madre, abuela, tía o hermana se le retiró la regla pronto, yo tendré más probabilidades de que a mí también me ocurra. Además de existir, otros factores externos que afectan a la reserva ovárica como los tratamientos de quimioterapia o radioterapia pélvica, enfermedades inmunológicas, alteraciones genéticas, endometriosis o cirugías ováricas… En estas circunstancias el especialista puede recomendar preservar la fertilidad antes de realizar los tratamientos o las técnicas que podrían afectar a la misma”, informa la experta.
Si estás pensando en quedarte embarazada y por distintos motivos no has conseguido el embarazo, o tu edad se considerada avanzada, lo mejor es realizarse una prueba de medición de la reserva ovárica. La experta en fertilidad nos dice que esto se realiza mediante una ecografía donde se visualizan los ovarios y su actividad mediante una determinación, con muestra sanguínea, de una hormona denominada, antimulleriana. “Esta hormona se puede medir en distintas unidades, y habitualmente la medimos en ng/ml, considerando un valor óptimo las 2 unidades y un valor preocupante cuando sus niveles están por debajo de 1”, señala.
Si esta prueba determina que el nivel de reserva ovárica es bajo la doctora recomienda no perder el tiempo y acudir a profesionales que nos puedan valorar e indicar el tratamiento más indicado. “Si la reserva ovárica es baja esta información nos está diciendo que hemos gastado la mayor parte de nuestros óvulos, que no conocemos la calidad de los que quedan y que, por lo tanto, nos podemos enfrentar a un problema en nuestras posibilidades de embarazo”, asegura.
A partir de qué edad es bueno saber esta información
Como decíamos, factores externos como el estilo de vida, el trabajo o la estabilidad emocional y económica son algunos de los motivos por los que cada vez se retrasa más maternidad. ¿Puede cambiar en algo nuestro futuro como madres saber cuál es nuestra reserva ovárica? La respuesta es un rotundo sí, ya que de esta manera estaremos anticipándonos a un problema que puede ser más serio según pase el tiempo. “No todos nuestros óvulos son de la misma calidad, nacemos con óvulos buenos y con óvulos peores. El cuerpo va a ir gastando los óvulos de mejor calidad en los primeros años de nuestra vida fértil y, a medida que nos quedan menos, desde el punto de vista reproductivo, nuestra preocupación será qué porcentaje queda aún de óvulos buenos, ya que el paso de los años irá disminuyendo nuestras posibilidades reproductivas y aumentando nuestra tasa de abortos y de niños con problemas”, advierte la experta.
Si, además, tenemos otros factores de riesgo que pueden agravar el problema, realizarse una prueba de calidad ovárica cuanto antes debería ser obligatorio, sobre todo, si nuestro deseo es el de ser madres. “Podríamos decir que la edad más óptima para ser madre sería la década de los 20, pero la sociedad actual está retrasando la edad de la maternidad, por ello, a partir de los 30 años una mujer debería conocer su reserva ovárica para poder planificar su vida, buscando gestación o preservando la fertilidad mediante la vitrificación de óvulos, si desea posponerla, siendo el estudio de la reserva un factor pronóstico, que puede ayudar a tomar decisiones”, concluye.