Skip to main contentSkip to footer
c mo ha evolucionado la crianza de los hijos tras la nueva figura de la mujer© Serie 'Big Little Lies'/Blossom Films

Crianza

¿Cómo ha cambiado la figura de la mujer en la crianza de los hijos?

El cuidado de los niños ya no es responsabilidad exclusiva del sexo femenino. Sin embargo, su inserción en el mercado laboral no implica un cambio de rol, sino que ha significado una carga añadida a su ya larga lista de funciones


7 de abril de 2022 - 16:13 CEST

Es una obviedad. En los últimos años, el papel de la mujer en la sociedad ha cambiado considerablemente. A pesar de las todavía evidentes desigualdades de género, cada vez son más las mujeres que tienen carreras de éxito y ocupan posiciones de poder. Un escenario que ha condicionado el clásico sistema de crianza de los hijos.

“Sin duda, la mujer de nuestra sociedad ha ganado mayor libertad, poder e influencia, pero también carga sobre sus espaldas con muchas más responsabilidades”, advierte Aída Rubio, psicóloga sanitaria al frente de las red de psicólogos online TherapyChat.

No implica un cambio de rol, sino una carga añadida a la larga lista de tareas

Nos explica que hoy invierten más tiempo y esfuerzo en su desarrollo profesional, trabajan 8 horas al día, como la mayoría de los mortales, y, al llegar a casa, toman las riendas del hogar para encargarse de la gestión doméstica y la educación de los hijos.

“En lugar de haber cambiado de rol, su incorporación al mercado laboral ha significado una carga añadida a su ya larga lista de funciones. Ahora, además de ser un pilar fundamental en la gestión familiar y la crianza infantil, las mujeres se han convertido en un proveedor más del hogar, de manera que también tienen que preocuparse por llevar dinero a casa”, sostiene la experta.

La nueva figura de la mujer y su papel como trabajadora determina un cambio en la forma de criar a los niños© Serie 'Big Little Lies' / Productora Blossom Films

Así, han terminado convirtiéndose en una especie de superwoman que, tras el escudo del empoderamiento, terminan asumiendo múltiples roles y responsabilidades que, a la larga, pueden pasar factura no solo a salud física sino también a su equilibrio emocional y bienestar psicológico.

“Cargar sobre las espaldas con las exigencias de una profesión, la responsabilidad de la crianza de los hijos y las obligaciones familiares es posible... pero sin un equilibrio adecuado puede poner a las mujeres contra las cuerdas y convertirlas una vez más en víctimas de una sociedad que ha pasado de subvalorarlas a, quizá, exigirles demasiado”, detalla Aída Rubio.

La experta declara que, en la actualidad, la dinámica familiar es muy diferente a la que estábamos acostumbrados: “La incorporación de la mujer al mercado laboral le ha permitido ganar autoridad en casa y modificar su condición de subordinada, dando paso a identidades de género más independientes y a relaciones más simétricas dentro del hogar”.

Además, reitera que esto ha conducido a que hoy  muchos hombres también colaboren en las tareas domésticas y en la crianza de sus hijos mientras las mujeres contribuyen, o incluso asumen, el sustento familiar.

Sin embargo, en la mayoría de los casos el hecho de que las féminas tengan una mayor realización profesional no les ha distanciado de su rol tradicional como mujer y madre, sino que se ha convertido en una carga añadida.

Sobrecarga de obligaciones cotidianas

De esta manera, muchas mujeres tienen una sobrecarga de obligaciones cotidianas y se ven obligadas a hacer auténticos malabares para llegar a todo: “El tiempo que antes dedicaban exclusivamente a la atención del hogar y sus hijos ahora deben repartirlo además con sus responsabilidades laborales y sus obligaciones como proveedora económica de la familia. En la práctica, esto hace que tengan agendas muy llenas y menos tiempo para dedicar a sus hijos, su familia y para ellas mismas”.

Esto, sumado al estrés y las tensiones que genera la sobrecarga de roles, puede afectar a la calidad de las relaciones dentro del hogar, dando paso a disfunciones dentro de la familia que, al final, pueden repercutir en el bienestar de todos los miembros de casa.

La experta en psicología detalla que existen muchas excepciones: “Muchas familias han sabido gestionar la incorporación de la mujer al mercado y han apostado por un equilibrio de responsabilidades y obligaciones en el hogar”.

¿Cómo afecta la nueva maternidad a la crianza?© 'Big Little Lies' / Productora Blossom Films

Sin embargo, matiza que lo cierto es que en muchos otros casos esa equidad aún no se ha conseguido en las familias. “En especial, las mujeres deben hacer frente a las consecuencias de una sobrecarga de roles que puede terminar cobrando un alto precio emocional”.

Cada vez vemos más representación de mujeres en el mundo de la ciencia, el deporte, los negocios y la tecnología: “Tener el ejemplo de ellas en diferentes ámbitos sociales es fundamental para las nuevas generaciones. De esa manera contribuimos a fomentar valores e ideas donde las mujeres sean concebidas como individuos que tienen la oportunidad de decidir sobre su futuro, imagen, metas y el camino que deciden seguir”.

El empoderamiento femenino

Antiguamente, la figura de la mujer estaba reducida a su rol como madre y esposa. Su función se ceñía a educar a sus hijos y mantener la estabilidad en la familia y la pareja. Las mujeres estaban relegadas a un segundo plano no solo en el ámbito social y profesional, sino también en el familiar. Con su incorporación al mercado laboral, la visión sobre el sexo femenino ha cambiado.

Hoy, las mujeres son percibidas como más independientes y autónomas, capaces de gestionar no solo la vida familiar y personal, sino también una carrera profesional. Esto ha empoderado a la figura de la mujer, resaltando muchas de sus virtudes y valores que hasta hace poco pasaban desapercibidos.

Mayor conciencia individual y colectiva sobre sobre lo que significa ser mujer

En la actualidad, existe una mayor conciencia individual y colectiva sobre la participación de la mujer en los procesos de toma de decisiones, el acceso al ejercicio del poder y su capacidad de influencia no solo en el marco familiar sino también profesional, político y social.

“La mujer cada vez más ocupa un lugar activo dentro de su entorno, siendo promotora y accionista de muchos de los cambios que tienen lugar en la sociedad. Mujer es sinónimo de emprendimiento, fuerza de voluntad, liderazgo, superación y fortaleza, cualidades que no son exclusivas de las féminas modernas, pero que ahora comienzan a cobrar cada vez más relevancia, gracias al empoderamiento femenino”, concreta Aída Rubio.

Conciliación familiar y laboral, ¿una utopía?

En la sociedad moderna, la mayoría de las mujeres no se conforma con tener una profesión... quieren ir un paso más allá y hacer carrera en el mundo laboral. “Esto requiere tiempo y esfuerzo. De ahí que cada vez más mujeres retrasen el momento de formar una familia para centrarse en su carrera profesional. Son conscientes de que, a pesar de que exista una mayor paridad en la pareja en relación a las responsabilidades familiares, van a tener que asumir una sobrecarga de roles si quieren llegar a todo. Sin embargo, en realidad no tendría que ser así, existe la posibilidad de tener una familia y una profesión exitosa al mismo tiempo”, apunta la psicóloga.

Por una parte, es fundamental apostar por una reorganización y división equitativa de las obligaciones dentro del hogar, no solo en lo que respecta a las tareas domésticas sino también en relación a la crianza de los hijos.

Mujeres y hombres deberían compartir no sólo las actividades prácticas sino también la responsabilidad, lo que implica que ambos asuman un rol activo en la gestión familiar y mantengan un equilibrio que les permite sentirse apoyados mutuamente. De esta manera, las mujeres podrían reducir la carga que llevan sobre sus espaldas y disponer de más tiempo para dedicar a su profesión o su autocuidado.

Asimismo, es importante contar con una adecuada conciliación laboral y familiar. Es fundamental que las empresas sean conscientes de todas las responsabilidades que suelen llevar las mujeres sobre sus hombros y que les ayuden a mantener un equilibrio entre su vida familiar y profesional.

Esto implica que les concedan una mayor libertad para dedicar a sus hijos y hacerse cargo de sus responsabilidades familiares y/o personales a través de un horario más flexible o el teletrabajo. Un detalle que no solo les permitirá aliviar el estrés de su día a día sino que les facilitará la decisión de tener hijos.