10 falsas creencias sobre el embarazo que debes conocer

Este es una de las frases que seguramente más veces hayamos escuchado sobre todo, en boca de las abuelas. Pero, más allá de la realidad: “Lo que debe aumentar en el embarazo son los nutrientes. Es decir, no hay que comer más, sino mejor. Más verdura, fruta, huevos, frutos secos, legumbres, carne, pescado... Y menos azúcar (el azúcar tiene muchos nombres: azúcar de ‘X’, sirope de ‘X’, jarabe de ‘X’, sacarina, melaza...), aceites refinados (girasol, palma...), harinas refinadas...”, nos explica la experta.

Este mito es muy peligroso porque precisamente se recomienda todo lo contrario y es que una buena salud bucodental es fundamental para cualquier embaraza. “En esta etapa, tener una buena salud oral es esencial para mamá y bebé, ya que puede prevenir muchos problemas en la gestación (parto prematuro, bajo peso…). Se recomienda al menos una visita al dentista para tratar los posibles problemas que pueda encontrar: caries, gingivitis…”, afirma la matrona.

Esta es otro de los mitos más antiguos que repetían mucho sobre todo en generaciones anteriores y que incluso hoy en día, todavía se escucha. “El reflujo gastroesofágico en el embarazo tiene varias razones: por causas hormonales, porque el tono del esfínter que separa el esófago del estómago está disminuido, es decir, la ‘puerta’ que separa el esófago del estómago, no se cierra bien y da lugar a que el contenido del estómago suba. O por causas anatómicas, aumento de la presión en el estómago por el tamaño del útero... Nada tiene que ver con el pelo del bebé”, asegura.

Una de las cosas que más repiten los expertos es siempre llevar un embarazo lo más activo posible, exceptuando aquellos casos en los que no esté recomendado por el médico. Los beneficios que aporta el ejercicio en el embarazo son múltiples, incluido el primer trimestre. “Excepto en muy contadas situaciones, hacer ejercicio físico adaptado al embarazo es fundamental para el correcto desarrollo de la gestación”, reafirma la experta.

“La forma que tenga la tripa depende, principalmente, de cómo estén los músculos y ligamentos del abdomen de la madre (más tensos, más relajados...), de la cantidad de grasa abdominal y de cómo esté colocado el bebé. El sexo del bebé no influye”, asegura la experta, y es que esta frase es también una de las más escuchadas pero que realmente no tiene ningún fundamento científico que la sostenga.

Una de las dudas más comunes entre las embarazadas es: cuándo se expulsa el llamado ‘tapón mucoso’ y qué hacer cuando pasa. “Expulsar el tapón no cambia nada en el embarazo: puedes seguir haciendo exactamente lo mismo que antes. El agua no entra en la vagina, y mucho menos en el útero”, asegura la matrona. Se suele expulsar entre la semana 38 y la 42, y es una señal de que el parto está cerca, lo más recomendable es decírselo al médico para que te indique cuáles son los pasos a seguir.

“Excepto en casos concretos (si hay amenaza de aborto, amenaza de parto prematuro, sangrado…), se pueden mantener relaciones sexuales desde el primer día hasta el último del embarazo”, afirma la especialista en embarazo y además, es muy recomendable durante las últimas semanas para acelerar el parto.

Esta es otra de las creencias más extendidas, un tanto mística, pero nada científica. Y es que según asegura la matrona: La ciencia no ha encontrado relación entre las fases de la luna y el inicio del parto”.

Esta es otra de las grandes dudas de las embarazadas, ¿qué hacer si rompo aguas? Lo primero de todo es mantener la calma porque, nada tiene que ver con las películas que vemos en las que nada más romper aguas la embarazada se pone de parto. Tienes tiempo de sobre de preparar tu maleta y la del bebé, darte una ducha si quieres y salir hacia el hospital. Además: “La bolsa se puede romper antes del parto, durante el parto o no romperse hasta que no nace el bebé. Por otro lado, si el bebé puede nacer envuelto en la bolsa (se llama parto velado)”, nos explica la experta.

Nada más lejos de la realidad. Y es que según el consejo de la experta: “La mejor forma de prepararte para dar el pecho es estar muy bien informada sobre el tema y buscar apoyo personal y profesional. El pecho ya está preparado de serie para amamantar: el ser humano es un mamífero”, afirma la matrona.