Cuando tienes un hijo buscas ser el mejor apoyo para él, su sostén diario, que sea lo más feliz posible y que siempre se sienta protegido. Pero en la práctica, la verdad es que son muchas las familias que no tienen conocimientos sobre primeros auxilios pediátricos en caso de urgencia. Según los expertos, hacer un curso sobre cómo atender a nuestros hijos en caso de emergencia debería ser obligatorio y muy necesario, sobre todo, para aportar la tranquilidad de saber qué hacer en un momento crítico como cualquier accidente casero que pueda ocurrir o un atragantamiento. Como sabemos la importancia de ello, queremos haceros llegar los consejos sobre primeros auxilios pediátricos del doctor Federico Gentile (@pediatragentile), pediatra del Centro de Salud Tincer y del Hospital Universitario Hospiten Rambla de Santa Cruz de Tenerife.
¿Cuáles son los principales consejos a seguir cuando ocurre una situación de emergencia con nuestros hijos? “En los primeros auxilios pediátricos es de fundamental importancia intentar mantener la calma sin entrar en pánico y para ello hay que estar preparado. Los primeros minutos después de un evento crítico son vitales porque pueden salvar vidas. Aconsejo siempre a todos los padres de mis pacientes que hagan un curso o un taller de primeros auxilios porque es de extrema utilidad”, recomienda el doctor.
Cuáles son las situaciones que hay que considerar de ‘urgencia’
Sabemos que cuando se trata de nuestros hijos todo lo que les pase es urgente, pero sí es cierto que hay ciertos grados de urgencias, que hay que saber diferenciar para poder atender lo mejor posible al niño. Según nos cuenta el doctor Gentile, habría que considerar el atragantamiento y la anafilaxia como situaciones de extrema emergencia porque pueden necesitar la aplicación del protocolo de RCP pediátrico (Reanimación Cardiopulmonar en bebés y niños). “Otras situaciones como las heridas, los traumas como las contusiones o los enguinces se pueden considerar como eventos menores. Pero cuidado a no subestimar una situación peligrosa sin darle importancia como puede ser una intoxicación”, advierte.
Cómo aplicar el protocolo de RPC para niños y bebés
El experto nos explica que el protocolo de RCP se aplica cuando un niño está en parada cardiorrespiratoria, es decir, cuando está inconsciente, no respira y no tiene signos de vida. “Antes de empezar es fundamental corroborar que el pequeño se encuentre en un lugar seguro, que no responda a ninguna estimulación, verbal y dolorosa, y que no respire. Pedir siempre ayuda, gritando a su alrededor y colocarle en una superficie dura. La reanimación es formada por la secuencia A-B-C”, nos explica. Y así es cómo hay que hacerlo:
A) Abrir la vía aérea
“Realizar la maniobra frente-mentón (con una mano en la frente y otra en la barbilla, inclínele la cabeza ligeramente hacia atrás) y comprobar si respira (ver si mueve el pecho, oír/sentir el aire)”.
B) Boca-boca
“Dar 2 insuflaciones boca-boca (niños) o boca-boca/ nariz (bebés). Comprobar los signos de vida. Si no hay signos de vida (no se mueve, no respira, no hace nada, está muy pálido o morado) pasar a la C”.
C) Compresiones torácicas
“Presionar fuerte y rápido en el centro del pecho para hundirlo (4 cm en bebés y 5 cm en niños), con una frecuencia de 100-120/minuto.
Repetir el ciclo de 15 compresiones y 2 insuflaciones hasta que el niño responda (se mueva o respire) o llegue el servicio de emergencias. Si está solo, después de 2 minutos (5 ciclos), active el 112.
Cómo actuar en caso de atragantamiento o asfixia
Cuando el niño se traga algún objeto como un juguete o trozo de comida, este se puede ir hacia las vías respiratorias produciendo un acceso brusco de tos. Podemos diferenciar dos tipos de obstrucciones, según nos detalla el pediatra:
- Obstrucción leve: el niño está consciente y con tos efectiva/fuerte, puede respirar, hablar o llorar y tiene buen color de labios. “En este caso, se coloca en posición incorporada y se estimula para que siga tosiendo, vigilando la aparición de signos de dificultad para respirar o tragar, arcadas continuas y tos persistente”, explica.
- Obstrucción grave: el niño está consciente pero la tos es débil o inefectiva, no puede respirar, hablar o llorar o se pone azul. “En este caso, pedir inmediatamente ayuda. Mirar la boca y sacar el objeto con la mano (sólo si es visible y accesible, con el dedo en posición de gancho, de atrás hacia adelante)”. Y detalla cómo hacerlo en:
- Bebés menores de 1 año: dar 5 golpes en la zona media de la espalda con el talón de la mano luego dar 5 golpes en la zona media del pecho con 2 dedos.
- Niños mayores de 1 año: dar 5 golpes en la espalda y luego dar 5 golpes en el abdomen con la maniobra de Heimlich.
Repetir las maniobras hasta que el niño expulse el objeto y pueda respirar o hasta que se quede inconsciente. Si el niño se queda inconsciente hay que realizar maniobras de reanimación cardiopulmonar.
Cómo actuar en caso de anafilaxia
Se trata de una reacción alérgica extremadamente grave que afecta a todo el organismo y aparece a los pocos minutos de haber estado expuesto al alérgeno en cuestión. El pediatra incide en que: “La anafilaxia es una reacción alérgica grave que puede ser desencadenada por alimentos (huevo, leche, frutos secos, pescado y marisco), medicinas, picaduras de insectos, pólenes y otras sustancias. Suele manifestarse con lesiones en la piel (habones o ronchas, hinchazón de labios o lengua, picor), junto con la afectación de la respiración (dificultad para respirar o tragar, pitos en el pecho, sensación de hinchazón en la garganta), y/o de la circulación (mareo, desvanecimiento) y/o del aparato digestivo (vómitos, dolor abdominal). Ante una anafilaxia, como primer paso hay que pedir ayuda, llamar al 112, luego retirar la sustancia que ha provocado la alergia sin provocar el vómito y en caso se disponga de un autoinyector de adrenalina administrarlo”.
Los expertos recomiendan que para aquellos niños que son alérgicos, tanto como para las personas de su entorno (familiares, colegio, amigos...), se debería recibir una educación y entrenamiento al respecto para la utilización del autoinyector de adrenalina y para el reconocimiento de los síntomas.
Cómo actuar en caso de corte profundo
En los niños son muy frecuentes las caídas y, en consecuencia, los cortes en la piel. Las situaciones que pueden plantearse pueden ser muy diversas, pero siempre, ante un corte con mucho sangrado, hay que mantener la calma. Lo que recomienda el doctor es este paso a paso:
- Lavarse las manos con agua y jabón, lavar la herida con agua y jabón también, y aclarar con agua a chorro.
- La hemorragia hay que detenerla con presión directa sobre la herida con gasas o un paño limpio.
- Si la herida no deja de sangrar, o el apósito está empapado, no retirarlo, añadir más gasas encima, presionar con fuerza y elevar la parte lesionada para disminuir el sangrado.
- Finalmente acudir al médico si la herida no deja de sangrar, si es muy larga o profunda, si sus bordes están muy separados o aparecen signos de infección.
Cómo actuar en caso de intoxicación
El pediatra define: “Consideramos como tóxicos todos aquellos productos que, una vez absorbidos, son capaces de alterar las funciones vitales del organismo”. Y nos comenta un datos importante a tener en cuenta, como es que el número de intoxicaciones está aumentando. Y es que 2/3 de las intoxicaciones corresponden a niños menores de cinco años y es debido al incremento del contacto diario con multitud de nuevos productos químicos. Por eso: “Es importante comprar productos del hogar y jarabes que dispongan de tapón de seguridad, guardar todos los posibles tóxicos fuera del alcance de los niños (productos de limpieza, medicamentos, etc.), evitando el almacenamiento debajo del lavadero y mantenerlos en su envase original”, aconseja el experto.
En caso de intoxicación es fundamental retirar el tóxico. “Si se ha producido contacto de productos químicos con la piel u ojos, retirar la ropa contaminada y lavar con agua abundante la zona. Si es un producto inhalado, retirar al paciente del lugar y trasladarlo a un lugar bien ventilado. Nunca inducir el vómito o administrar agua, leche o cualquier otro alimento. Importante consultar rápidamente con los servicios sanitarios (112) o al Servicio de Información Toxicológica (91.562.04.20) y en caso de acudir a Urgencias, llevar consigo el producto con el que ha contactado el menor”, afirma.