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Alimentación

Desmontamos 10 de las creencias más extendidas sobre la alimentación infantil

La alimentación infantil es uno de los temas más controvertidos tanto para los expertos, como para los padres. Te desmontamos los mitos más repetidos sobre la relación de los niños con la comida.


4 de abril de 2022 - 12:41 CEST

La maternidad es especial y preciosa en todas sus etapas, pero muy cuestionada en según qué áreas, sobre todo, en lo relacionado con la alimentación infantil. Los mitos que a día de hoy todavía existen sobre la relación entre la comida y los niños son, muchos de ellos, sin fundamentos y desactualizados.

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Para aclarar los más extendidos hemos hablado con Aroa Arias, dietista, autora del libro Mi niño come sano y fundadora de BLW practicando (@blw_practicando), quien, además, nos cuenta qué debemos hacer para que un niño lleve una alimentación sana: “Depende de lo que se considere saludable, bajo mi punto de vista, más que comer únicamente alimentos sin procesar, 5 raciones al día de fruta y verdura, etc… considero que comer de forma saludable engloba el entorno y la relación que tenemos con la comida. En definitiva, un niño come de forma saludable cuando en su alimentación diaria priman los alimentos reales, pero habiendo equilibrio, sin obsesiones y sin catalogarlos como buenos o malos, porque todos los alimentos son eso, alimentos; los hay más y menos sanos, que es un concepto distinto. Un niño come saludable cuando disfruta de las comidas en familia sin necesidad de distractores como la televisión o la tablet como requisito para comer, cuando disfrutan igual de una manzana, que de un helado”.

¡Desmontamos junto a la dietista 10 de los mitos más famosos de la alimentación infantil!

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1. Con Baby Led Weaning (BLW) comen menos que con triturados

La experta nos comenta que, según los estudios, las recomendaciones sobre alimentación de la Asociación Española de Pediatría (AEPED): “No se han encontrado diferencias en las calorías totales ingeridas entre un método y otro”. Y la dietista añade: “Especialmente cuando los padres han recibido el suficiente apoyo e información sobre el método. La realidad es que cuando comen con triturados puede darnos la sensación de que comen más, y esto es verdad, porque al final nosotros controlamos lo que comen. Por otro lado, el bebé no tiene que esforzarse en absoluto para comer (no mastica, solo traga, no tiene que coger el alimento y llevárselo a la boca con el esfuerzo que eso conlleva para un bebé de 6 meses). Sin embargo, con los trozos juegan, aplastan, tiran…¡pero también comen! Solo que es más divertido para ellos. Además le sumamos que las calorías están más concentradas en un alimento sólido que en un puré (normalmente rebajado con caldo o agua), sumado a que la masticación hace que se sientan saciados antes que con purés, ya que no mastican”.

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2. Con cereales en el biberón duermen mejor

Es uno de los mitos más antiguos y más extendidos de esta lista. Y es que cuando un bebé duerme mal siempre se dice que, si está más saciado, aguantará más tiempo dormido. Pues bien, nada más lejos de la realidad.

“Si tu bebé duerme o ha dormido mal seguro que te han dado esta recomendación (ya sea el pediatra desactualizado, una amiga, las abuelas, una vecina…) pero lo cierto, es que, lejos de actuar como fórmula milagrosa que hará que tu bebé duerma del tirón (no hay evidencia al respecto), añadir cereales al biberón puede afectar de forma negativa a la salud de tu bebé. Se asocia con un mayor riesgo de caries y sobrepeso, y además, pueden acabar desplazando otros alimentos más interesantes a nivel nutricional si saben que tienen el comodín del biberón con cereales después de una cena poco atractiva para ellos”, advierte la experta.

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3. La teta a partir del año ya no alimenta

Muchos son los mitos relacionados con la lactancia materna, empezando por relacionarla con la caries infantil, o con su poca efectividad para la alimentación del niño cuando este pasa el año de edad. Pero, ¡ojo! porque según la especialista en alimentación infantil: “¡Todo lo contrario! La leche materna a partir del año contiene más calorías que la leche de vaca, concretamente 879 Kcal frente a 637 Kcal, por no hablar de los beneficios que aporta una la lactancia prolongada, no solo para el bebé, si no para la mamá que lacta”

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4. Si no come carne le faltará hierro

Este es otro de los típicos más escuchados dentro de la alimentación infantil, una vez más, sin ningún fundamento. “Típico mito de la edad de piedra… ¿Sabías que una alimentación basada en plantas es perfectamente posible y saludable en cualquier etapa de la vida? Eso sí, siempre que la dieta esté correctamente planificada. En resumidas cuentas, hay muchísimos otros alimentos, además de la carne, ricos en hierro. Y es que, ni siquiera las carnes rojas son el alimento más rico en hierro. Así que… ¡mito!”, asegura la experta.

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5. Es mejor que tomen la leche con cacao a que no tomen leche

La experta una vez más tira por tierra otro de los mitos más escuchados dentro de la alimentación infantil. “Lo típico... le añado cacao a la leche porque es que si no, ¡no se la toma! Pues debes saber que al añadir cacao a la leche nos estamos cargando la absorción del calcio, pues el cacao actúa como quelante de este mineral gracias a los oxalatos que contiene. En resumen, la leche mejor sola, y no olvidemos que el calcio está en muchos otros alimentos además de los lácteos y derivados, por ejemplo, en algunas legumbres, como los garbanzos, en las almendras, semillas de sésamo, sardinas…”, comenta.

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6. La fruta no es recomendable por la noche

Y este no es solo un mito de la alimentación infantil sino que, todavía a día de hoy, se repite mucho entre los adultos cuando, sobre todo, se está haciendo dieta. “La fruta no hay que limitarla, si no hay ninguna patología de base por la que haya que hacerlo, no hay razón para ello ya que no es menos digestiva en un momento o en otro del día. Además en España, estamos bastante por debajo en el consumo diario recomendado, así que si te preguntas cuánta fruta puede comer tu bebé, ¡la que quiera y cuando quiera!”, asegura la especialista.

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7. Si no come verduras, hay que esconderlas

Lo mejor que puedes hacer por tu hijo es ser transparente en todos los aspectos de su vida, y eso incluye las comidas. Si le ocultas ingredientes le estarás haciendo un flaco favor, según nos cuenta la experta: “Toda madre y padre quiere que su hijo coma verduras, pero esconderlas con tal de que las coma no es la solución. Por un lado, frutas y verduras aportan propiedades similares, por tanto, si come fruta pero no come verdura, no hay que preocuparse, aunque no debemos dejar de ofrecer las verduras, eso sí, sin esconderlas. Básicamente, por que, si las escondemos, seguramente se las coman, pero continuará existiendo esa aversión hacia ellas y no aprenderán a comerlas ni a disfrutarlas, y recordemos que los hábitos que adquieran en la infancia perdurarán en la vida adulta”.

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8. Si no tiene dientes no puede comer trozos

Otro de los mitos que más se repiten según nos cuenta la experta en BLW es este. “¿Conoces el método Baby Led Weaning? Se trata precisamente de eso, comer trozos con o sin dientes. Sí, has leído bien, sin dientes. Eso sí, siempre y cuando los alimentos tengan una textura y tipo de corte adecuado, por lo que se recomienda que las familias que lo pongan en práctica tengan un mínimo de formación”.

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9. Si le pones sal a la comida comerá mejor

Por supuesto, esto es : “¡Mito! Los bebés tienen el paladar virgen cuando empiezan a comer, por lo que pueden disfrutar perfectamente de una comida sin sal ni azúcar, aunque para nosotros resulte bastante sosa. Ahora bien, si empezamos a añadir sal y/o azúcar a las comidas del bebé, al final acabará rechazando todo tipo de alimento que resulte más insípido o amargo, especialmente las verduras. Por otro lado, recordemos que la sal y el azúcar no están recomendadas antes de los 2 años de edad, y que podemos condimentar con especias en su lugar”, aclara la dietista. A partir de los 2 años se puede ir añadiendo poco a poco sal en las comidas, pero siempre en cantidades responsable porque puede traer problemas de salud en exceso.

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10. Los alimentos más alergénicos no se pueden ofrecer antes del año

No es lo que dice la evidencia científica actual, por lo que si tu pediatra te ha recomendado esperar al año para ofrecer el huevo o las legumbres ¡no te está dando pautas actualizadas! Según nos cuenta la experta: “La evidencia que hay hasta el momento indica que incorporar de forma precoz a la dieta del bebé este tipo de alimentos disminuye el riesgo de padecer alergias, por lo que, una vez llegue el momento de comenzar la alimentación complementaria, puedes incorporarlos a su dieta, eso sí, con precaución”