Alrededor de un 9% de los niños que nacen en España se han engendrado gracias a técnicas de reproducción asistida. Así, se estima que, aproximadamente, una de cada seis parejas que quiere tener hijos no lo consigue de modo natural y tiene que recurrir a clínicas de fertilidad para lograrlo.
En el éxito de estos tratamientos intervienen muchas variables. Le hemos preguntado sobre la influencia del estilo de vida a la Dra. María Teresa Draper Viada, responsable de la Unidad de Reproducción Asistida de Ginemed Barcelona.
La importancia en la fertilidad del peso adecuado
Tal como apunta la experta, una mala nutrición no impide el embarazo, pero sí que los hábitos en este sentido pueden favorecerlo o no.
Tanto el sobrepeso como el bajo peso en la mujer influyen negativamente en la fertilidad. Hablamos de un índice de masa corporal (IMC) superior a 30 o inferior a 17 en ellas. En los varones también afecta, pero menos; en concreto, cuando el IMC es superior a 35.
La razón es que el sobrepeso incrementa los niveles de estrógenos, lo que puede bloquear la ovulación, y en hombres baja la testosterona, con una consiguiente bajada de espermatozoides. Por su parte, el bajo peso en la mujer “altera el eje hormonal, y esto puede ocasionar un fallo en la ovulación y ausencia de regla”, advierte la Dra. Draper.
¿Qué sucede con la dieta?
La dieta mediterránea es rica en vitaminas y minerales que necesita la mujer en el proceso de embarazo. Por eso, esta forma de alimentación es perfecta también cuando se está buscando un hijo. No obstante, hay que revisar que la madre tenga niveles adecuados de vitamina D, ya que “mejora las condiciones del útero, favoreciendo la implantación del embrión”, destaca la responsable de la Unidad de Reproducción Asistida de Ginemed Barcelona.
En el caso de los hombres, tanto urólogos como andrólogos vienen advirtiendo hace un tiempo de la influencia negativa en la espermatogénesis que suponen los disruptores endocrinos. Estos disruptores endocrinos son moléculas químicas que interfieren en las funciones hormonales y que están presentes, por ejemplo, en los plásticos. Por eso, la recomendación de la Dra. Draper es que el hombre que busca tener un hijo evite las comidas en lata o las preparadas y se decante por comida sana, dejando a un lado, además, los pescados grandes, cuyo contenido en metales es muy elevado.
Además, “especialmente en mujeres veganas y vegetarianas, hay que controlar que no tengan déficit de hierro y de vitaminas del grupo B, que son básicas para la ovulación y el desarrollo del niño”, insiste.
La influencia del descanso y el estrés
“El sueño tiene influencia no solo durante los tratamientos de reproducción asistida, sino también antes”, destaca la especialista. Esto no obliga a dormir ocho horas a todos, pues cada persona tiene unas necesidades concretas, pero sí a garantizarse un descanso.
Por otra parte, es muy importante controlar el estrés. “Cuando la mujer está sometida a mucha presión profesional le puede costar más ovular y con ello, el embarazo. Es porque el eje neuronal y el hormonal van ligados”, comenta. ¿Significa esto que la ansiedad, el estrés o la depresión se asocian a peores resultados en la reproducción asistida? “No hay evidencia de ello, pero sí que estos factores cambian la ovulación, la relación de pareja y la sexualidad y esto, de manera indirecta, complica el embarazo”, señala la Dra. María Teresa Draper.
Otros factores que importan en la reproduccion asistida
Al margen de la edad de la mujer, que es uno de los puntos clave para lograr o no éxito en los tratamientos de fertilidad, hay otros factores modificables que juegan un papel destacado.
- Consumo de tóxicos. Ni la mujer ni el hombre que están buscando un embarazo deberían fumar porque afecta negativamente a esa posiblidad. Tampoco beber alcohol.
- Excesivo calor en la zona testicular. Algunos profesionales que están sometidos durante muchas horas a un calentamiento elevado de los testículos pueden tener más dificultades en el embarazo. Es el caso de los cocineros (por la incidencia de la fuente de calor en los testículos), de los ciclistas, por el impacto en los genitales, o de los conductores, por estar sentados y en una postura fija de las piernas toda la jornada.
- Deporte de impacto.Las mujeres que se someten a un tratamiento de reproducción asistida no tienen por qué guadar reposo completo tras el mismo, a no ser que se lo indique su médico. “El reposo no garantiza la implantación”, subraya la especialista. La mujer puede hacer vida normal, salvo algunas excepciones, como practicar deportes de impacto, que no están recomendados.