Desde que la periodista Lucía Villalón anunciara su embarazo e hiciera público que a su bebé le han diagnosticado que sufre gastrosquisis no ha pasado ni un momento en que tanto ella como su pareja, el futbolista Gonzalo Melero, no hayan demostrado una entereza y un optimismo encomiables. La pareja, que debe acudir al hospital cada dos semanas, se ha convertido en un ejemplo de fortaleza: “Venir cada 15 días aquí no es fácil... El mero hecho de entrar por esa puerta ya nos pone nerviosos y nos da miedo... y yo, aunque todo esté bien, muchas veces no puedo contener las lágrimas... pero salir otro día más con una sonrisa no tiene precio. Nuestro bebé sigue luchando y peleando por engordar poco a poco y por mantener sus intestinos en el mejor estado posible a pesar de tenerlos fuera de su cuerpecito... ¡¡y nosotros no podemos estar más orgullosos de él!!”, ha escrito.
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Según declaró en su día, su hijo “tiene parte de los intestinos fuera de su cuerpecito” y tendrá que ser operado nada más nacer. Pero, ¿en qué consiste realmente la gastrosquisis, un término tan poco conocido?
¿Qué es la gastrosquisis?
Según apuntan desde el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), la gastrosquisis es un defecto de nacimiento que desarrolla un bebé mientras la madre está embarazada y ocurre cuando se forma una abertura en la pared abdominal (en el área del estómago). En concreto, los intestinos del bebé salen del cuerpo a través de un orificio al lado del ombligo, que puede ser pequeño o grande. A veces, también pueden salir otros órganos, como el estómago o el hígado.
¿Cuál es la causa y cómo se detecta?
No se conoce la causa exacta de la gastrosquisis, ni parece ser heredada. Carla Quintana, matrona de MatronaParaMí, informa que se suele diagnosticar durante el embarazo, en las ecografías o bien en los análisis prenatales, que son los análisis de sangre que se hacen al principio del embarazo. “Normalmente, según evoluciona el embarazo, se suele ver en la ecografía bastante claro”, añade.
“En algunos casos suele estar asociado a problemas del ADN y, en otros, puede influir que sea una persona con menor edad, o bien el alcohol y el tabaco, la alimentación... pero no hay una relación directa como en otras enfermedades”, explica Carla Quintana.
¿Cómo se trata? ¿Es grave?
La experta matiza que lo que ocurre es que los intestinos se salen fuera de la tripa. Es decir, no cierran bien la piel y se quedan fuera. “Por eso, nada más nacer tienen que ser operados”, apunta Carla Quintana.
La gravedad, no obstante, dependerá de si se salen muchos órganos o solo uno, aunque los casos simples son más comunes que los complicados. Los simples, como hemos explicado, implican que solo el intestino sale por la abertura abdominal.
La situación puede complicarse en los siguientes casos:
- El intestino afuera del cuerpo del bebé está muy lesionado, por ejemplo, una parte del tejido murió (se le llama necrosis) o el intestino está retorcido o enredado.
- Atresia intestinal: ocurre cuando parte del intestino del bebé no se forma completamente o hay obstrucción intestinal.
- Otros órganos, como el estómago o el hígado, también sobresalen por el orificio.
“La gravedad aumenta cuantos más órganos tengamos fuera porque crece el riesgo de infección y, por tanto, las operaciones suelen ser más de una. Por eso hay que valorar por qué esos órganos se han quedado fuera”, matiza.
“Si se sale solo un órgano tiene mucho mejor pronóstico porque simplemente lo meten, lo tapan con una malla o con un material especial; y lo que sí necesitarán será una sonda para nutrirse al principio”, explica la matrona. Es decir, cuantos menos órganos, menor exposición, la cirugía es más sencilla, la recuperación es mejor y, por tanto, mejores son los resultados.
Suelen tener buena evolución
En cualquier caso necesitarán, por tanto, un entrenamiento a nivel digestivo para que todo funcione lo mejor posible. Carla Quintana apunta que puede darse el caso de que el bebé se quede de por vida con nutrición parenteral, lo que implica que no puede tragar porque su sistema digestivo no funciona bien.
Según nos cuenta la matrona, otra complicación que se debe tener en cuenta es que, en cualquier caso, al bebé le falta piel y hay que ver con qué malla podemos cerrar. Además, pueden tener complicaciones digestivas (a la hora de comer o hacer pis)...
Eso sí, la gastrosquisis tiene mejor pronóstico que otras enfermedades, como por ejemplo aquellas que responden a problemas cardíacos o las que afectan a los órganos que tenemos en la parte torácica, donde las cirugías suelen ser mucho más complicadas que las abdominales.
“En el caso de la gastrosquisis es más sencillo ya que introducimos los órganos, los cubrimos y vamos haciendo las revisiones pertinentes. En general, suelen tener buena evolución, sobre todo si no está relacionado con otra patología, especialmente cromosómica”, concluye la experta.