Skip to main contentSkip to footer
la importancia de que nuestros hijos jueguen solos© AdobeStock

Niños

¿Por qué es importante que nuestros hijos aprendan a jugar solos?

El juego en solitario es fundamental para fomentar el desarrollo cognitivo y emocional de los niños. ¿En qué les beneficia jugar solos? ¿Cómo propiciar el juego independiente? Una experta en educación conscicente y guía Montessori nos da las claves para fomentar este hábito saludable.


28 de marzo de 2022 - 13:54 CEST

A partir de los 2 años aproximadamente, nuestros hijos empiezan a ser independientes de nosotros. Pero se trata de una independencia física. Es decir, ya pueden caminar, incluso correr. También pueden agarrar y manipular aquello que deseen y esté a su alcance, sin nuestra ayuda o bien comunicándose con nosotros, usando palabras tan importantes como “yo” o “no”.

Nos lo cuenta Elena Olivares, guía Montessori especializada en Inteligencia Emocional: “Nuestros hijos dejan de ser bebés y empiezan a ser cada vez más autónomos. Esto nos hace pensar que, si ya son capaces de decir lo que quieren, ya pueden jugar solos”.

Sin embargo, nos explica que a nivel intelectual y emocional, aún son muy dependientes de nosotros, todavía nos necesitan. “Por esta razón nos reclaman todo el tiempo y no quieren, o más bien no saben, jugar solos. Todos sabemos la importancia que tiene el juego en el niño para su completo desarrollo. El juego permite estimular sus sentidos, ejercitar su cuerpo, adquirir habilidades y aprender a tomar decisiones.

La experta se cuestiona si, como padres, debemos jugar con ellos cada vez que nos reclamen. “No. El juego independiente también tiene beneficios, pero tenemos que enseñarles a hacerlo”.

Importancia de que nuestros hijos jueguen solos© AdobeStock

Es más, como padres hemos de entender que los niños también necesitan jugar solos porque es necesario para su propio desarrollo, tanto cognitivo como emocional”. Si los niños no juegan solos, no aprenderán a explorar el mundo ni a relacionarse con otros niños y con su entorno.

En definitiva, esta es una de las formas en la que los niños aprenden a tomar decisiones por sí mismos... además de divertirse y explorar sus capacidades sin necesitar la validación o aprobación constante de un adulto.

¿En qué les beneficia jugar solos?

La experta expone todos los beneficios del juego independiente:

1. Favorece el autoconocimiento:Cuando juegan con papá, mamá u otros amigos, el entorno les influye en su forma de ser, de disfrutar y en sus hábitos. El juego independiente, por contra, les ayuda a descubrir qué les gusta hacer realmente y cómo hacerlo. Les ayuda a conocerse mejor”.

2. Favorece su creatividad: “El niño, al no estar influenciado por instrucciones, reglas o deseos de los demás, puede desarrollar un juego sin limitaciones, siguiendo su creatividad”.

3. Favorece su autoestima e independencia emocional: “Ganar autonomía e independencia en el juego le permite ganar confianza en sí mismo, favorece su motivación y la percepción de su valía”.

4. Favorece su concentración e independencia intelectual: “La concentración permite desarrollar la memoria, la atención y la capacidad de actuar de forma lógica”.

Importancia de que nuestros hijos aprendan a jugar solos© AdobeStock

¿Cómo podemos propiciar el juego independiente?

Si nosotros le decimos que ya es mayor para jugar un rato solo en su habitación, en la mayoría de los casos, nuestro hijo nos dirá que no sabe a qué jugar o que se aburre. ¿Cómo podemos evitar esta situación? “Favoreciendo su concentración”, asegura Elena Olivares.

Y nos recuerda que, a partir de los 3 años, los niños son capaces de empezar a concentrarse mientras juegan. “Antes de esta edad, los períodos de concentración de los niños son muy breves y variables”, advierte.

Por tanto, concluye que cuando un niño llega a concentrarse realizando una tarea, no debemos interrumpirle porque de manera natural e inconsciente empieza a desarrollar los beneficios del juego independiente. ¿Cómo propiciamos el juego independiente? La educadora nos da una serie de pautas que hemos de tener en cuenta:

1. Ofrécele actividades y juegos variados que estén en buen estado e inviten a jugar.

2. Da libertad para que elija, confía en sus capacidades y respeta sus preferencias.

3. Muéstrale cómo jugar, si no conoce el juego, y después retírate a observar si el juego o la actividad le lleva a un estado de concentración. “Se distingue porque mientras el niño está concentrado, se produce un silencio espontáneo y cuando termina, el niño se ve sereno, contento, satisfecho. Hay niños que se concentran pintando, otros haciendo un puzzle, cada niño es diferente.

4. No interrumpas esta concentración y pon a su alcance actividades o juegos donde puedan repetir esta concentración.

Por último, nos recuerda que también es muy importante que nuestros hijos jueguen con nosotros y con otros niños. La línea es muy fina y por eso debemos poner el foco en este aspecto. Es decir, es fundamental que sepan desenvolverse solos y con autonomía, pero también es muy necesario que tengan la sensación, o mejor dicho la certeza, de que podrán jugar con sus padres o amigos. Además, Elena Olivares concluye se ha comprobado que el juego social le permite desarrollar habilidades diferentes que no debemos olvidar.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.