La hija oscura es una de las grandes protagonistas de los Oscar 2022. Basada en el best seller de Elena Ferrante y adaptada y dirigida por Maggie Gylenhall, esta cinta se presenta como un homenaje a la otra cara silenciada de la maternidad.
Nominada a mejor actriz, mejor guión adaptado y mejor actriz secundaria, se postula como una de las favoritas en la noche de los premios de la academia de Hollywood y te contamos por qué:
El argumento
La película presenta a Leda, una profesora que se acerca a los cincuenta, disfrutando de sus vacaciones de verano, donde conoce a una familia peculiar que desbloqueará los recuerdos de Leda en su etapa como madre.
“La novela de la enigmática Elena Ferrante es cruda, real y desafiante. Leda relata cada pensamiento que pasa por su cabeza, sin miedo a expresarse, y confiesa sin tapujos que hay momentos en los que sus hijas no son agradables e incluso reconoce que han sido un obstáculo para realizarse profesionalmente”, argumentan desde Nosotras dirigimos, un espacio para mujeres interesadas en hacer cine.
“Las personas cumplen con ciertos roles de acuerdo al grupo social al que pertenecen. Estos roles, a pesar de ser un indicativo, a veces pueden ser una carga bastante pesada en las personas que los representan. Uno de ellos, y de los que más pesan en el género femenino es el de ser madre”, apuntan.
Nos cuentan además que, en la representación de esta sociedad, se encuentra el personaje de Callie, madre primeriza que siente un rechazo hacia Leda al enterarse de que no es muy cercana a sus hijas. “Como si el amor incondicional que se tiene hacia los hijos privara de cansarse de ellos, enfadarse, quejarse, de querer tener el derecho a ser una persona que siente, piensa y vive más allá de su papel como madre”, reflexionan desde Nosotras dirigimos.
‘La hija oscura’ llega para desmitificar la maternidad
Chris Molina, directora de cine y fundadora de la mencionada plataforma, reitera que la sociedad se ha encargado de ‘romantizar’ este papel, en el cual se profesa que ser madre es como una especie de bendición, asegurando que es la mejor experiencia que puede llegar a vivir una mujer.
Afirma también que La hija oscura llega para desmitificar la maternidad, mostrándonos la otra cara, muchas veces invisible, que se vive durante este proceso. En definitiva, “sugiere una maternidad que se aproxime a la realidad”.
“Se espera que una madre sea comprensiva, cariñosa, empática, de lo contrario la sociedad puede tildarla de mala madre, la cual merece ser rechazada por personas que la rodean, incluso por sus propios hijos”, recoge la experta en cine.
Además, explica que, dentro de la cinta, los pensamientos se representan con los recuerdos que rememora durante toda la historia y los cuales abren la puerta al misterio que envuelve a la trama: “La protagonista, interpretada por Olivia Colman, habla por todas esas madres que no han podido rescatar su derecho a expresarse, de ser y existir por miedo al rechazo, ya que a la maternidad se le han impuesto ciertas reglas que, si bien no están escritas en papel y son invisibles, sí se sienten muy presentes si alguien las llega a incumplir”.
Por una sociedad que permita la crianza
Camila Zuñiga, psicóloga perinatal, confiesa que la película cumple una función clave al tratar de mostrarnos que la maternidad no es perfecta y no podemos idealizarla.
“Recibo a muchas madres, a las que acompaño en su proceso y las ayudo a sentir menos culpa, como la que siente la protagonista”, advierte la experta en asesorías de crianza.
“Una de las protagonistas se define como una madre antinatural con toda la carga que este término implica. Esta película desafía los valores impuestos al rol de madre y a toda la culpa que sienten por no llegar a todo”, añade.
En este sentido, confiesa que la película ahonda en que muchas mujeres pierden su identidad al tener hijos: “Es una responsabilidad de la sociedad y el mundo patriarcal en el que vivimos. Y advierte: “Hay que criar en sociedad, con un padre presente y una sociedad que permita la crianza. Nos postergamos como madres trabajadoras porque la sociedad no lo permite y, a veces, nos impone trabajar como si no tuviéramos hijos. Necesitamos una red de apoyo que nos sostenga”.
Además, confiesa que la sociedad tampoco le permite al padre estar presente. “Ahora tenemos la baja paternal pero no sé hasta qué punto se respeta. Llega un momento en el que el padre no puede estar presente en la crianza ni ayudar a la madre, que está pasando por grandes cambios”, reflexiona la psicóloga.
La culpa y otros sentimientos no permitidos
Camila Zuñiga sostiene que otro punto importante que toca la película es la idea del deber ser, como si en cuanto te conviertes en madre naciese en ti este sentimiento de tener que ser buena madre: “Te impone también la responsabilidad de tus hijos, te responsabilizan de cómo estás gestionando su educación, cómo fue el parto, la crianza, la lactancia… también te apuntan con el dedo o te juzgan, de ahí viene la culpa. Todo eso en la película se ve muy bien reflejado y la mujer lucha contra ello, se ve también en los flashbacks”.
“Es evidente que aún queda mucho por hacer puesto que la sociedad no nos permite sentirnos mal como madres. Lo importante, en cualquier caso, es fluir y criar como una mejor sienta desde el bienestar y en pro de los niños”, sostiene.
Desafiando los valores impuestos al rol de madre
Cuenta Chris Molina que La hija oscura desafía los valores impuestos al rol de madre y demuestra que una mujer es humana: “Sigue siendo una persona que tiene deseos, anhelos y necesidades que van más allá de cualquier otro papel que pueda desempeñar dentro de la sociedad”.
Por eso, concluye que la historia de Ferrante no solamente desmitifica la romantización de la maternidad, también nos hace valorar y comprender que, antes de ser madres, también son mujeres.