La miopía infantil es aquella que aparece durante el periodo de crecimiento físico general del niño (no se consideran las que son de tipo congénito). En términos científicos, podríamos definirlo como un defecto de refracción del ojo en el que los rayos se proyectan por delante de la retina. Pero, ¿cómo puedo detectarle a mi hijo una miopía y qué hacer para prevenirla? Charlamos con dos expertos del Instituto Nacional de la Visión para dar con todas las respuestas.
Elena García Rubio, óptica-optometrista, nos explica que la miopía, si es bilateral (es decir, si afecta a los dos ojos) es fácil de detectar porque causa visión borrosa de lejos. “Al final, es sencillo comprobarlo porque los niños tienden a acercarse a la televisión o a la pizarra para ver mejor; aunque también es muy frecuente ver que entrecierran los ojos porque eso les hace ver algo mejor”.
El problema, matiza la experta, es que un niño puede tener miopía solo en un ojo, y mientras el otro tenga buena visión, puede no darse cuenta de que por el ojo miope ve borroso: “Hace unos meses tuvimos un caso así de una niña que con 9 años que se le metió un cuerpo extraño en un ojo, y solo entonces se dio cuenta que veía muy borroso por el otro ojo, que tenía 4 dioptrías de miopía”.
Francisco Javier Hurtado, oftalmólogo infantil, indica que el principal síntoma es la mala visión de lejos, pero puede manifestarse como una dificultad para mantener la atención en clase o bajo rendimiento escolar. También puede que el niño guiñe los ojos para ver de lejos o frotárselos; o bien aparezcan orzuelos de repetición, enrojecimiento ocular o dolor de cabeza al final del día. En definitiva, y como comentábamos anteriormente, se acerca mucho a los objetos cercanos: tablet, libros, móviles…
Cerca de uno de cada cuatro niños menores de 16 años es miope
¿Por qué uno de cada cuatro niños es miope en España? García Rubio revela que, en gran parte, esto se debe a los cambios en el estilo de vida que propician las nuevas tecnologías (aunque también existen factores de riesgo genético). “Es evidente que nos hacen pasar menos tiempo al aire libre, nos obligan a un enfoque mantenido a distancias próximas durante periodos largos de tiempo, y en muchas ocasiones, adoptando posturas totalmente inadecuadas”.
La experta asegura que, en cierto modo, es una adaptación de la especie al medio. Es decir, les exigimos a los ojos más horas de visión de cerca que de lejos, y sacrificamos la visión de lejos en función de un mejor rendimiento en visión de cerca. “Pues bien, esa es precisamente la definición de un ojo miope: ve bien de cerca aunque mal de lejos”, concluye.
¿Cómo podemos detectar y controlar la miopía infantil?
Los expertos consultados coinciden en que, para detectarla, es imprescindible hacer revisiones frecuentes, al menos una vez al año. Todos los niños, no solo los que tienen potencial para llegar a ser miopes, o los que ya lo son, igual que los adultos, deberían hacer un “uso saludable de la visión”.
Para controlarla, proponen medidas ambientales, como que los niños no se acerquen mucho a los objetos de cerca, que pasen al menos dos horas al día al aire libre o medidas terapéuticas, como puede ser el uso de lentillas blandas, duras, gotas o gafas.
Esto supone pasar tiempo al aire libre en actividades que no supongan uso de la visión de cerca, cuidar el sueño y, cuando se hagan tareas que requieran atención mantenida de cerca, mantener posturas adecuadas y hacer descansos visuales levantando la mirada del plano de trabajo, de la tablet, del teléfono o del ordenador cada pocos minutos. Es decir, simplemente levantar la cabeza y mirar lejos un par de segundos. “Y, cada 20 minutos, mirar a una distancia lejana (al menos 5-6 m) durante 20 segundos”, apuntan.
Tratamientos para no aumentar las dioptrías de mi hijo
Francisco Javier Hurtado nos recuerda que la miopía es una de las principales causas de ceguera en el mundo y está asociada a problemas oculares que van más allá de usar unas gafas más gruesas. “El riesgo de sufrir daños visuales irreversibles se incrementa con la miopía y cualquier grado de miopía aumenta el riesgo de daños visuales a lo largo de la vida. Cada dioptría de miopía cuenta”, enuncia.
Por eso mismo, si nos preguntamos por qué se debe prevenir la miopía en niños y si es útil tratarla, aunque se detecte muy baja, la respuesta de ambos expertos consultados es un sí rotundo. ¿Por qué? “Porque un ojo con menor cantidad de dioptrías siempre tiene menos posibilidades de complicaciones y de patologías. Si pensamos en cirugías en el futuro, cuando los niños sean mayores, también son cirugías más sencillas, por lo general, cuanto menor sea el número de dioptrías”, informan.
Actualmente existen opciones de tratamiento para intentar que la miopía suba lo más lentamente posible. Puede hacerse con soluciones ópticas que, además de compensar la miopía para que el niño vea bien, hacen un efecto de control de la evolución de las dioptrías, en gafas o diferentes tipos de lentes de contacto específicas para este fin; mediante un tratamiento farmacológico con atropína. “Los tratamientos ópticos y farmacológicos se pueden combinar, de modo que el niño puede usar lentes de contacto o gafas de control de miopía y, además, se puede añadir cada noche una gota de atropina”, declara la óptica-optometrista.
¿Cómo se desarrolla psicológicamente un niño miope?
“La forma en que vemos durante nuestra etapa infantil condiciona nuestra forma de ser”, expone la experta. Y explica que los niños miopes no suelen ser los intrépidos del parque, porque la falta de definición en la visión les causa inseguridad. “Esto también se ve mucho en niños que practican algún deporte, es muy habitual que se quiten las gafas para jugar al fútbol o al baloncesto “para no romperlas”, cuentan ellos, con lo que su rendimiento deportivo se ve afectado por la mala visión”.
Según apunta el oftalmólogo infantil, la baja visión o los defectos visuales no corregidos en los niños afectan negativamente a la atención, determinación, desarrollo académico o estrés psicosocial.
Por eso, García Rubio concluye que las lentes de contacto son una opción maravillosa porque les da una visión perfecta durante la práctica de cualquier actividad.