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leche de f rmula para beb s© AdobeStock

Alimentación

Cuáles son los distintos tipos de leche de fórmula y en qué casos ofrecerlas

Existen distintos tipos de leche de fórmula para bebés. ¿Qué ingredientes tienen? ¿En qué casos se ofrecen y cómo? ¿Cuándo es recomendable prescindir de ellas en su dieta? ¿Cuándo se aconseja retirarlas? Te contestamos a estas y muchas más dudas.


22 de marzo de 2022 - 18:52 CET

Según recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS) un bebé debe alimentarse de leche materna durante, al menos, los primeros 6 meses de vida y continuar con la lactancia el tiempo que la madre y el bebé deseen. Pero, por supuesto, existen excepciones. Sabiendo que amamantar al pequeño es lo mejor que podemos ofrecerle al bebé para su nutrición y generación de anticuerpos, hay casos en los que se alimentan con leche de fórmula por diferentes razones. 

Las más comunes son problemas persistentes en la lactancia, por decisión de la madre o por motivos de salud tanto de la mamá como del pequeño. “Es necesario utilizar los sucedáneos de la leche materna (o leche de fórmula) cuando existen afectaciones en el bebé lactante cómo la galactosemia o la fenilcetonuria. O bien, afecciones maternas cómo las infecciones por VIH, el uso de medicamentos de forma temporal, o bien, aunque sabiendo que la leche materna es la mejor opción para todos los bebés sanos, la mamá puede sufrir una enfermedad mental severa en la que también está contraindicada la lactancia materna”, explica Naila Martínez, Nutricionista Infantil (@my_nutritionist) y nos explica cómo se deben ofrecer los diferentes tipos de leche de fórmula.

¿Qué contiene la leche formulada?

La leche de vaca sería la alternativa más saludable a la leche materna, pero debido a su alto contenido en proteínas y ante la imposibilidad de que un bebé menor de 12 meses pueda digerirlas, debido a la inmadurez de su sistema digestivo, se crearon las leches de fórmula.

La leche en polvo para bebés ha sido elaborada y mejorada con el paso de los años para poder ofrecer a los pequeños la mejor calidad en su alimentación, gracias a que la presentación de sus ingredientes es muy similar a la leche materna. Para los expertos, la leche formulada se convierte en una opción válida para controlar las bajadas de peso importantes de los recién nacidos, sobre todo, en los casos de prematuros. Es una leche creada específicamente para las necesidades del desarrollo de los bebés y tiene las siguientes características:

  • Está elaborada con proteína de leche de vaca modificada para ser lo más parecida posible a la leche materna, y contiene lactosa y minerales de la leche de vaca.
  • Está enriquecida con más minerales, vitaminas y aceites vegetales para compensar lo que no se obtiene de la leche materna.
  • La irritabilidad y cólicos del lactante son muy comunes en bebés, pero con este tipo de leche no es frecuente que ocurra.
  • Existen distintos tipos de adaptaciones de leche de fórmula, según las necesidades específicas de algunos pequeños como, por ejemplo: fórmulas hipoalergénicas, para reflujo, sin lactosa… entre otras.
  • Lo que más necesita un bebé, sobre todo a partir de que comienza su alimentación complementaria, es una dieta alta en hierro. Las leches que vengan fortificadas en este mineral serán las más recomendables, a partir de entonces, pero por supuesto, siempre se debe consultar con el pediatra de cabecera del niño para que indique qué es lo más recomendable en cada caso.
Leche de fórmula en biberón© AdobeStock

Tipos de leche de fórmula: tipo 1, tipo 2 y tipo 3

 Leche de fórmula tipo 1 

Según nos comenta la experta en nutrición: “La leche de fórmula tipo 1 en su mayoría están elaboradas en base a la leche de vaca, con sólidos no grasos de la leche y una mezcla de diferentes tipos de grasas (generalmente aceites vegetales), hidratos de carbono (lactosa habitualmente), vitaminas, minerales y otros componentes. Además, deben cubrir por sí solas todas las necesidades nutricionales de los lactantes durante los 4 – 6 primeros meses de vida, pudiendo ser utilizadas junto con otros alimentos hasta el primer año de vida”.

 Leche de fórmula tipo 2 

Las leches de fórmula tipo 2 y tipo 3 suelen llamarse ‘leches de continuación’ y la experta nos habla concretamente de la tipo 2: “Estas contienen menos densidad energética, las proteínas de la misma están menos modificadas y tienen menos cantidad de grasas, lo que las hace más baratas”, revela la experta. “Son para bebés lactantes a partir de los 6 meses, aunque cómo he comentado antes, no sería necesario cambiar la leche de fórmula a la tipo 2, ya que la 1 cubriría necesidades junto con la alimentación complementaria. Según el Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna, no puede publicitarse productos dirigidos a bebés menores de 6 meses, es por ello que la industria puede publicitar este tipo de leche de fórmula (la tipo 1, no la puede publicitar)”, revela la nutricionista.

 Leche de fórmula tipo 3 

Esta última leche formulada, llamada tipo 3, es la menos aconsejable de las tres ya que para muchos profesionales de la nutrición es una leche totalmente prescindible en la alimentación de un niño. “La leche de fórmula de tipo 3, está indicada para bebés a partir de los 12 meses y hasta los 36, aunque no son necesarias puesto que los bebés a partir de los 12 meses pueden digerir sin problemas la leche de vaca sin modificar. Las leches de fórmula de tipo 3 contienen más cantidad de azúcares libres, menos cantidad de grasas y menos cantidad, también, de proteínas. El alto contenido en azúcares añadidos de las leches de fórmula tipo 3 en algunos casos es incompatible con las recomendaciones de la OMS, es por eso que se desaconsejan”, advierte la experta en alimentación infantil.

Recetas con leche de fórmula

Según aconseja la nutricionista: “Si no existe contraindicación bajo justificación médica, es recomendable retirar la leche de fórmula a los 12 meses cuando ya se puede ofrecer la leche de vaca entera sin modificar”. También es bueno saber que este tipo de leche se puede utilizar en distintas elaboraciones cuando el niño comienza la alimentación complementaria, a partir de los 6 meses. La experta nos pone como ejemplo estas dos recetas:

 ‘Porridge’ de avena, para desayunar 

  • 300ml de leche de fórmula
  • 60g de copos de avena
  • Elaboración: llevar a ebullición la leche de fórmula, añadir los copos de avena y remover hasta su cocción completa (unos 10-12min).

 Pancakes (tortitas de avena)

  • 200ml de leche de fórmula
  • 2 huevos
  • 200g de copos de avena
  • Elaboración: batir los ingredientes. Engrasar una sartén con aceite y con la ayuda de un cucharón añadir parte de la masa, dejar cocinar durante 2 minutos, dar la vuelta y hacer durante 2 minutos más.