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Bebés

¡Activo, intrépido y curioso! Así es como se comporta un bebé a los 11 meses

Sube, baja, gatea, da pasitos, se apoya en la mesa, en el sillón, te pide la mano para ayudarle a andar... ¡Un bebé de once meses no para! Es una época muy bonita y especial, ya que verás como tu bebé evoluciona día a día, pero también agotadora. Descubre todo lo que hará tu peque cuando cumpla los once meses.


18 de marzo de 2022 - 14:49 CET

Tu bebé está a punto de cumplir un año y no hay nada más bonito que echar la vista atrás para ver todo lo que ha conseguido a lo largo de estos meses. Seguramente te encuentres en la etapa de sus primeros pasos, si todavía no los ha dado, le faltará poco para hacerlo. Puede que te pases el día intentando que tu hijo no se tope con ningún mueble de la casa, en estado de vigilancia continuo, ayudándole a sujetarse y ponerse de pie con tus manos y diciéndole ‘¡No!’, infinitas veces a muchas de sus travesuras, que todavía hace de forma inconsciente. Es una época muy bonita por todos los cambios que irás viendo día a día en tu bebé, pero muy dura y agotadora para los papás.

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Para darnos algunos consejos que ayudarán a tu peque a evolucionar durante este periodo, hemos hablado con Laura Werenitzky, Kinesióloga y Fisioterapeuta Especialista en Atención y Estimulación Temprana en bebés de Alto Riesgo o con Alteraciones en el Neurodesarrollo Motor y Terapeuta Bobath.

¿Cómo te sorprenderá tu bebé de once meses?

“Un bebé de once meses es un bebé súper activo, explorador y curioso, ¡y también peligroso! Por ello debemos tener muy en cuenta acondicionar la casa ya que estará constantemente probando distancias y cosas nuevas, y es que su motricidad gruesa le permite desplazarse de manera independiente hacia donde quiere llegar y aún no toma la magnitud exacta del peligro. Mediante el juego aprende de dimensiones y tamaños y a esta edad le gusta meter y sacar cosas de cajones, incluso meterse él dentro de cajas y buscar como salir”, nos explica la experta.

Su capacidad neuronal también está en continuo desarrollo y a esta edad es posible que tu bebé ya atienda a órdenes simples como “Dame la mano” o “Coge el cochecito”. Pero, además, la comunicación verbal y el lenguaje también irán tomando cada vez más relevancia en su comportamiento y verás como ya empieza a imitar algún sonido que le resulte familiar o realice alguna exclamación como, por ejemplo, un ‘¡Oh!’ indicando sorpresa.

Su motivación intrépida, propia de estos meses, hará que continuamente esté superando pequeños retos que se pondrá él mismo a cada paso: “Conseguirá desplazarse rápidamente mediante el gateo, incluso puede llevar un objeto en una mano mientras gatea de lado. Sube y baja escaleras y le divierten los desafíos motores, por ello va probando por dónde puede pasar y hasta dónde puede llegar. Intenta ya bajarse de la cama desde boca abajo sosteniéndose de las sábanas hasta hacer pie y sentirse seguro en el suelo. En esta exploración motriz pone en juego todos sus sentidos”, nos cuenta la especialista en neurodesarrollo motor.

La importancia de la marcha lateral

A esta edad, si es un bebé a término, ya debería haber pasado por todos los hitos del neurodesarrollo hasta llegar a la bipedestación independiente. “Cambio de decúbito, sentado, semilateral, gateo (no todos), arrodillado, posición de maratón y de pie con apoyo”, nos explica la experta y añade que: “En este período se desarrolla en particular la marcha lateral, que es un hito muy importante ya que entrena los músculos estabilizadores de la pelvis como son los glúteos medios que, por sus inserciones musculares, son quienes ayudarán en la sinergia muscular para las futuras fases de la marcha independiente. La flexión plantar es tan fuerte que puede intentar ponerse de puntillas para llegar a diferentes alturas y de pie solito por momentos (si todavía no lo ha conseguido)”. Y nos pone un ejemplo de juego fácil para estimularle en casa y practicar junto a él la marcha lateral: “Podemos ayudarle incentivándolo a que camine de lado alrededor de la cama, poniéndole los juguetes que a él le gustan al otro lado, y que vaya caminando con marcha lateral a encontrarlos”, aconseja.

Y, ¡cuidado! Debes estar alerta a su forma de desplazarse porque si todavía no ha comenzado a gatear, o solo quiere quedarse quieto, se puede sospechar que algo está pasando y habrá que cuestionarse por qué no consigue moverse de forma independiente: “Muchos niños prefieren gatear y retrasan la marcha, pero el problema está cuando prefieren quedar solo sentados y tienen miedo de cambiar de posición. A los once meses el niño tiene que estar en constante movimiento porque tiene curiosidad de explorar todo y llegar a distintos lugares por sus propios medios”, asegura Laura.

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¡Ya reconocerá algunos de sus alimentos favoritos!

Como buen explorador, le encanta estar atento a todo lo que ocurre a su alrededor y para eso necesita poner todos sus sentidos en funcionamiento. Es una época muy gratificante porque todo le sorprende y le fascina. Cada vez será más capaz de memorizar experiencias vividas, gracias a que su memoria a largo plazo ha comenzado a desarrollarse. Para saber en detalle cómo es cada uno de sus sentidos a los once meses, la fisioterapeuta nos cuenta que:

  • Vista: le encanta verse a sí mismo y disfruta mucho de los juegos frente a un espejo.
  • Oído: si escucha algún sonido que le llama la atención los imita, sobre todo si son conocidos por él como los producidos por objetos o animales del entorno.
  • Gusto y tacto: le gusta explorar diversos sabores y texturas, por ello, debemos aprovechar el momento de la alimentación para darle la posibilidad de llevarse los alimentos a la boca solito. Necesita tocar, para aprender sobre temperaturas, diversas, texturas, tamaños, etc.
  • Olfato: ya reconoce el aroma de las comidas que le gustan, y puede celebrar el momento en el que le traen la comida, ya que relaciona el olor con el placer que le produce dicho alimento.

Cómo podemos ayudarle en su desarrollo este mes

Ya que se trata de una época crucial para el despegue de la marcha hay que tener en cuenta varios factores para que el desarrollo del pequeño sea lo más favorable y natural posible. Por un lado, la fisioterapeuta infantil nos cuenta que: “Es importante que estén descalzos el mayor tiempo posible, ya que los pies en este período están experimentando la carga de peso y moldeando todas las estructuras que en futuro formarán la bóveda plantar, tan importante para evitar los pies planos”.

Y por otro, ¡ojo! porque no es nada aconsejable cogerle por debajo de los brazos mientras le ayudas a caminar: “Necesita estabilidad en su tronco y le quitamos el peso que el niño necesita regular para poder quedar en un pie y sacar el otro hacia adelante. Estaríamos alterando las fases de la marcha que son fundamentales para que después no camine en puntas de pie. Además, los brazos son fundamentales en el balanceo que ayuda para el equilibrio cuando camina ya solito. Si nos solicita ayuda podemos dársela con una mano a la altura no más arriba de sus hombros”, aconseja.

¿Cómo ha evolucionado su sueño?

Esta es una edad en la que están en movimiento constante durante el día, gastan mucha energía y al llegar la noche están muy cansados. La mayoría de los bebés de once meses deben dormir de 12 a 16 horas, incluyendo un sueño ininterrumpido (excepto cuando el bebé se despierta por sí solo) de 9 a 12 horas por la noche y, lo más probable es que siga haciendo siestas durante el día. “Algunos bebés hacen siestas de unos 30 minutos, mientras que otros las hacen de hasta 2 horas. Es importante crear una rutina tranquilizadora llegado ya el momento cercano a dormir que le indique al pequeño lo que ’tiene que hacer’, es decir, que llega la hora de su descanso nocturno. Un baño caliente, ponerle su pijama, utilizar una luz tenue en su habitación, un clima calmado y sin ruidos son algunas de las sugerencias con las que crear una rutina de noche que le prepare para el momento de dormir”, concluye la experta.