A la hora de buscar un embarazo es imprescindible tomar conciencia de la importancia de llevar una alimentación equilibrada y completa, realizar ejercicio físico y tener unos hábitos de vida saludables. A todo ello, hay que sumarle la recomendación de realizar una visita al ginecólogo previa, para hacer los exámenes necesarios que nos permitan saber si todo está en orden y en las condiciones óptimas para que el embarazo sea una realidad.
Muchas mujeres, hoy en día, ya son conscientes de la importancia del ácido fólico en el momento de buscar un hijo, sin embargo, pasamos por alto la influencia de otras vitaminas y minerales en el proceso de la concepción. En el caso de la vitamina D, ¿de qué forma está relacionada con la fertilidad?: “La vitamina D es muy importante ya que está involucrada, sobre todo, en el metabolismo fosfocálcico y en la mineralización de los huesos. Su impacto está estudiado desde el punto de vista de la salud y también en el área de la fertilidad”, nos comenta la Dra. Nadia Caroppo, Ginecóloga y Obstetra y jefa del equipo Médico de la Unidad Internacional de Medicina Reproductiva de Equipo Juana Crespo.
“En el caso de los hombres, el déficit en vitamina D puede traer aparejada una menor producción de espermatozoides. Mientras que el receptor de la vitamina D y las enzimas involucradas en el metabolismo del aparato reproductor femenino sugieren que esta vitamina puede estar involucrada en el proceso fisiológico de la reproducción. Se han realizado varios estudios con ratones en los cuales se vio que el número de ratones nacidos de las hembras que no tenían la enzima que produce la vitamina D era inferior a los que nacían de hembras en las que sí estaban presentes las enzimas de esta vitamina”, afirma la experta.
¿Cómo influyen los niveles de vitamina D en la búsqueda del embarazo?
En términos generales, en ginecología sí se atribuye a la vitamina D su influencia en la fertilidad, pero a día de hoy “no hay ningún estudio concluyente que demuestre que con determinados niveles de vitamina D se mejore la implantación embrionaria o calidad ovárica”, afirma la doctora, y por tanto, no puede establecerse una relación directa entre esta vitamina y la función reproductiva.
“Los valores en sangre que hoy se barajan de vitamina D corresponden a los que sabemos que se asocian con el metabolismo fosfocálcico, pero no conocemos si son los que realmente se necesitan para los temas relacionados con la fertilidad. En la actualidad, se ha visto que la vitamina D no es imprescindible para un proceso de fecundación in vitro o de implantación embrionaria. De hecho, es una vitamina que se está dejando de pedir en las analíticas de fertilidad”, nos revela la ginecóloga.
Por ejemplo, unos niveles bajos de vitamina D pueden ser señal de una alteración del metabolismo fosfocálcico, que nos puede predisponer a una osteopatía o una osteoporosis en el futuro. Y, por otro lado, esta vitamina también es importante desde el punto de vista inmunológico, ya que afecta al correcto funcionamiento de algunas células relacionadas con la inmunología y en otros órganos diana como, por ejemplo, el sistema neurológico, el funcionamiento de la próstata, etc… Y es que, según la especialista, “la vitamina D, sí tiene un impacto en el sistema inmunológico y endocrino y, por lo tanto, indirectamente afecta a la fertilidad”.
También cabe destacar que está comprobado cómo su déficit influye de forma negativa en mujeres que padecen de Síndome de Ovario Poliquístico (SOP): “En estos casos, cuando se pauta junto con otros suplementos vitamínicos se suelen reanudar las ovulaciones espontáneas”, afirma la ginecóloga. Pero la doctora vuelve a insistir en que: “No se puede hablar de una relación directa con la fertilidad ya que está comprobado que una mujer con déficit de vitamina D puede quedarse embarazada”, afirma.
La vitamina D en el embarazo
La Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) afirma que: “El desarrollo de hipertensión gestacional y preeclampsia, en gestantes con niveles de vitamina D bajos, ha sido ampliamente estudiado”. Según la misma asociación: “Se puede dar un riesgo cinco veces mayor de presentar preeclampsia en embarazadas con niveles de vitamina D bajos”. Mientras que: “La diabetes gestacional también se ha relacionado con la hipovitaminosis D, así como el riesgo aumentado de realización de una cesárea en el primer embarazo y la presencia de vaginosis bacteriana en la gestación”, nos cuenta la doctora.
Cómo aumentar los niveles de vitamina D
En España, por más que sea un país con muchas horas de sol, el déficit de vitamina D es algo generalizado entre la población. La recomendación es: “Si se está buscando el embarazo, la aconsejable es ir al médico y que pida expresamente la VD3. Los valores normales establecidos en la actualidad son: menor de 10, déficit, entre 10 y 30, nivel insuficiente y por encima de 30, niveles normales. Todo lo que esté por debajo de 30, se debería suplementar de diferentes formas: con gotas, ampollas o cápsulas orales... que se deberán tomar siempre en ayunas para que no interfiera su absorción con las de las comidas”, detalla la doctora.
Pero, además, también podemos ayudar de forma natural a aumentar los niveles de esta vitamina pero hay que tener en cuenta que: “La gran fuente de vitamina D es la luz solar. Solo un 10% proviene de alimentos ricos en grasas (huevos, lácteos, pescados azules, etc.), así que son pocas las cosas que nosotros podemos modificar en nuestra dieta para aumentar los niveles de absorción de esta vitamina. Además, nuestra exposición solar diaria debe pasar por una protección solar y, por tanto, esta protección podría impedir que se active la producción de vitamina D”, finaliza la especialista.