La bronquiolitis es una enfermedad respiratoria infecciosa que puede ser provocada por distintos virus. Es muy común que aparezca en bebés y en niños, sobre todo en los menores de 1 año, y es una patología que depende mucho de la estacionalidad, ya que suele haber un aumento de casos en los meses de invierno debido al frío.
En su fase inicial puede reconocerse con una sintomatología muy parecida a un resfriado común como es la tos, mocos, estornudos, fiebre, dolor de garganta… acompañados de inapetencia por la comida, persistencia de la tos, entre otros. Pero, ¿cuál es la diferencia más evidente por la que se distingue un catarro de una bronquiolitis? La dificultad a la hora de respirar. Para saber cómo la fisioterapia respiratoria puede ser de gran ayuda en este tipo de patologías tan comunes en niños, hemos hablado con la fisioterapeuta pediátrica, experta en Atención Temprana y Desarrollo Infantil, Lara Andreu Heredia (@larafisioinfantil).
¿Cómo puede ayudar la fisioterapia respiratoria en una bronquiolitis?
Si notas que el pequeño tiene un catarro que no se le cura y que cada vez respira peor y con mayor dificultad, ¡es el momento hay que actuar! Existen algunos gestos que son característicos y determinantes para tomar la determinación de acudir a urgencias.El marcado de costillas al respirar, un movimiento acelerado del abdomen a consecuencia de una respiración más frecuente, junto con algunos ruidos debido a la afección de las vías respiratorias por la mucosidad, incluso, silbidos.
La mayoría de los casos se controlan en el pediatra y no revisten de mayor gravedad, pero hay niños que pueden tener un diagnóstico más grave. ¿En qué situaciones la fisioterapia respiratoria puede ser una gran ayuda para el pequeño? “Existe la especialidad dentro de la fisioterapia que se encarga de eliminar y/o disminuir la obstrucción bronquial para prevenir o tratar la híperinsuflación pulmonar, prever daños estructurales y educar a las familias en el tratamiento, a la par que adecuar el entorno a las circunstancias de ese momento del bebé o niño”, nos explica la experta.
¿Cuándo es el momento de recurrir a la fisioterapia?
Según nos cuenta Lara, la fisioterapia respiratoria “se considera el complemento idóneo al tratamiento médico de las patologías respiratorias en niños y bebés, y está recomendado previo y posterior a cualquier cirugía torácica y abdominal”. Además, existen también una serie de situaciones específicas en las que se aconseja un tratamiento respiratorio e niños por parte del fisioterapeuta:
- Cuando mi hijo/a acumula secreciones y/o quiero preverlas. Como en los cambios estacionales.
- Cuando observo que duerme y come con mucha dificultad debido al acumulo de mocos y/o a la congestión nasal.
- Cuando quiero prever recaídas constantes de procesos de afección respiratoria.
Este tipo de tratamiento, además, también va dirigido a todos aquellos menores en general en aquellas épocas de mayor mucosidad y afección respiratoria. Según nos detalla la experta: “Tanto si se trata de niños pequeños que todavía no tienen una tos productiva y necesitan que le entrenen en ello, como para los bebés que, al no ser colaboradores, la movilización y salida de la mucosidad debe ser de forma asistida. Pero, sobre todo, está recomendado para aquellos niños con diagnóstico de fibrosis quística, enfermedad neuromuscular, escoliosis músculoesquelética avanzada; y bebés nacidos con prematuridad, dado su déficit en la multiplicación alveolar, y la hipotonía abdominal que genera una tos inefectiva, entre otras alteraciones…”.
¿Cómo es el tratamiento de fisioterapia respiratoria en los casos de bronquiolitis?
La finalidad de este tratamiento es tanto aliviar como llegar a eliminar las mucosidades movilizando las secreciones acumuladas en las vías respiratorias más inferiores: “Esto provoca en consecuencia una mejora del sueño y la alimentación del bebé, evitar complicaciones como las neumonías (en muchas ocasiones) y reducir los ingresos hospitalarios”, indica Lara.
Aquellos padres que deciden llevar a su hijo al fisioterapeuta para complementar un tratamiento médico o bien para acompañar al niño durante las épocas de mayor mucosidad, el proceso por el que pasarán en la consulta será de la siguiente manera: “Una valoración inicial, tanto con exploración física y auscultación como observación general, seguido del planteamiento de objetivos que compartiremos con la familia de forma que iremos sumando ejercicios y pautas de acompañamiento al tratamiento desde casa”, nos explica la fisioterapeuta.
Después, según nos sigue contando la experta, “los conjuntos de técnicas de elección para ese caso concreto, según la edad y situación del bebé o niño, basadas en el drenaje postural, técnicas manuales destinadas a movilizar el flujo de aire, asistencia a la tos, lavados nasales, técnicas de facilitación a la eliminación de secreciones en niños no colaboradores. Y en los casos de mayor complejidad requiere de utensilios o máquinas más especificas”. Para finalizar, el profesional realizará una reevaluación del niño, tras cada sesión, e irá valorando la efectividad de las técnicas, así como la evolución del pequeño.