Siempre se ha dicho que los bebés deberían venir con un manual de instrucciones cuando nacen, ¡y no es para menos! Los primeros días con el pequeño son muy especiales, pero también están repletos de incertidumbre y miedos para los papás, sobre todo, primerizos.
El breve ‘estado de letargo’ por el que pasan los recién nacidos, provoca muchas dudas a la hora de alimentarle y de cómo respetar su sueño las primeras semanas en casa... y es que, ¡el bebé puede permanecer dormido durante horas! Para saber qué hacer en esos momentos hemos hablado con las matronas Rocío García-Viso (@rocio.matrona) y Diana Vales (@dianamatrona), de la Unidad Integral de Lactancia de Bmum.
“Después del nacimiento, los bebés pasan las primeras horas activos y comienza la búsqueda del pecho para iniciar la lactancia materna. Tras ese periodo de actividad, entran en letargo y es normal que estén varias horas dormidos y resulte dificultoso despertarles. La mejor medida ante esto es el contacto piel con piel madre-bebé irrestricto y permanecer atento a las señales de hambre”, aconseja Rocío.
Una vez instaurada la lactancia, ya sea materna o de fórmula, las recomendaciones posteriores en cuanto a la alimentación del pequeño han ido variando y evolucionando con el paso del tiempo. Hace años se aconsejaba darles de comer cada tres horas, pero hoy en día la lactancia, según los expertos, debe ser a demanda. “En los primeros meses de vida, un bebé, suele dormir en torno a 12-16 horas a lo largo de las 24 horas del día. Hacen fases muy cortas de un ‘sueño activo’ de fácil despertar, que alternan con comer de manera frecuente. El recién nacido necesita estar en un estado de cierta vigilancia para asegurarse que está bien, por el propio insisto de supervivencia”, continúa explicándonos Rocío.
¿Qué hacer si le toca comer y está dormido?
No tenemos por qué llevar un control horario de las tomas, pero sí debemos estar más pendientes de su alimentación los primeros días, ya que es normal que en el hospital sufra una leve pérdida de peso: “Los bebés pierden, de manera fisiológica, entorno al 7% de su peso en los tres primeros días de vida. A partir del quinto día suelen empezar a ganar peso y recuperan el de su nacimiento en torno al día 10-15 de vida. Hasta ese momento debemos ser más insistentes para que no pase demasiadas horas sin comer”.
Y es entonces cuando llega uno de los momentos que más temen los padres, y una de las dudas más frecuentes, ¿qué hacer si el niño tiene que ganar peso, pero pasa tantas horas dormido que se salta sus tomas? Rocío nos contesta que: “Si no ha recuperado el peso del nacimiento, no debe estar más de 4 horas sin comer, y si ya lo ha recuperado puede estar hasta 6 horas sin comer (lo más frecuente es que pidan antes de este intervalo de tiempo). Es importante verificar que hacen entre 8 y 12 tomas en 24 horas para asegurar una ingesta adecuada del lactante. Es decir, una vez recuperado el peso del nacimiento podemos dar el pecho a demanda del bebé, pero si aún está en proceso de recuperarlo, se debe dar el pecho también “a oferta” y despertarlo para comer en un plazo más corto de tiempo”.
Si has vivido un momento así, te resultará conocida la situación. Al bebé le toca comer, pero no hay forma humana de despertarle. ¿Cómo podemos hacer que abra los ojos de forma respetuosa? “Para despertar al recién nacido a veces basta con ponerle piel con piel con su madre y darle unos minutos. Esto despierta sus instintos y, a través del tacto y el olfato, suele empezar la búsqueda del pezón para alimentarse. Si esto no es suficiente, puede ser buen momento para cambiar el pañal del bebé, o si se estimula el pecho mediante extracción manual, se le puede ofrecer el calostro o la leche extraída para estimular la búsqueda”, nos cuenta, por su parte, Diana. Pero si nada de esto funciona, también puedes intentar encender las luces de la habitación o bien subir las persianas, si es de día, para que entre la luz natural, hacerle cosquillas en las plantas de los pies o unas suaves caricias en la carita.
Hábitos saludables para el sueño de los recién nacidos
Para poder ofrecer al pequeño unos hábitos de sueño saludables, Diana nos dice que: “Es clave entender la arquitectura del sueño de los bebés para encajar los cambios en relación a su momento de desarrollo”:
- A los tres meses empiezan a alinearse los procesos que consolidan el sueño de los bebés. A partir de este momento aumentan los periodos de sueño tranquilo nocturno y periodos más cortos de sueño diurno (las siestas).
- Según la Academia Americana de Pediatría, hasta los 4 meses de vida el período de sueño del bebé es tan variable que no se fijan medias de ‘normalidad’.
- A partir de los seis meses, los bebés muestran un patrón de sueño similar al de los adultos, con un tiempo aumentado de horas de sueño, en torno a 12-16 horas en 24 horas (incluidas las siestas).
- La manera de regular el sueño nocturno, en ocasiones, pasa por regular y establecer bien las siestas diurnas. Se trata de ayudar al bebé a encontrar el sueño que necesita y cuándo lo necesita.
- Respecto a la manera o el lugar en el que el bebé duerme, está demostrado que el colecho intencionado o colecho planificado muestra beneficios . En este sentido, es muy recomendable revisar las normas de colecho seguro que están a disposición de todas las personas en la Asociación Española de Pediatría.