Los cambios, tanto hormonales como morfológicos, que realiza el cuerpo de la mujer durante el embarazo son múltiples y, por eso, es normal que las molestias musculares sean comunes.
El aumento del tamaño del útero para albergar al bebé provoca alteraciones posturales de la madre, la recolocación natural de las vísceras, variaciones a nivel de la caja torácica… A lo que hay que añadir el aumento de peso, por lo que toda la musculatura debe prepararse para realizar un trabajo extra. “El aumento de la lordosis lumbar y cifosis torácica; una mayor rotación externa de los miembros inferiores, el aumento del diámetro de la caja torácica, dificultades en la digestión y estreñimiento, y aumento de la frecuencia miccional y compresión circulatoria, la cual promueve edema en los miembros inferiores y síntomas pélvicos…”, estas son algunas de las adaptaciones que debe realizar el cuerpo de la madre durante el estado de gestación, según nos explica Rita Paiva (@ritapiva_care), fisioterapeuta especializada en Uroginecología y Obstetricia en la Clínica Mi Maternidad (@mi.maternidad.mima).
Otras dos de las culpables de todos estos cambios en el cuerpo de la embarazada son las hormonas progesterona y relaxina, las cuales, hacen que aumente el colágeno en los músculos, permitiendo una mayor flexibilidad y aportando a las articulaciones una mayor movilidad (aunque sean menos estables). Es decir: “Para que haya estabilidad articular, la musculatura de la mujer debe trabajar extra para compensar los cambios posturales y físicos, lo que puede traducirse en nuevas dolencias si no existe un trabajo de refuerzo muscular”, asegura la experta.
Por qué el ‘síndrome del túnel carpiano’ es común en el embarazo
Todas estas alteraciones funcionales de la musculatura de la mujer durante el embarazo son los causantes de los dolores lumbares, ciática, calambres en las piernas… tan comunes en las gestantes.
Pero también existen otros síntomas muy comunes en ellas: el adormecimiento, hormigueo e incluso dolor de los tres dedos laterales de la mano (corazón, índice y pulgar) y la mitad lateral del cuarto dedo, acompañado en ocasiones de entumecimiento, quemazón, limitación de la movilidad, falta de fuerza, de presión y destreza a nivel de la muñeca. Esto es debido al llamado ‘síndrome del túnel carpiano’ que según nos cuenta la fisioterapeuta: “Se define como la compresión y/o tracción del nervio mediano en el túnel carpiano, siendo este más frecuente durante el tercer trimestre del embarazo”. Y añade: “Relativamente a su etiología, se puede referir que el edema, asociado al último trimestre del embarazo, promueve una menor calidad del retorno venoso que a su vez reduce el diámetro en el túnel carpiano, comprimiendo como respuesta el nervio mediano. Además, la hormona relaxina, induce una relajación del ligamento transverso del carpo, la cual también es un indicativo de compresión del nervio mediano”, detalla.
¿Se puede tratar durante el embarazo?
Hay que añadir que los síntomas citados anteriormente se pueden dar de forma bilateral, pudiendo subir hasta los hombros. Y además: “Tienden a empeorar durante la noche, interfiriendo la calidad de sueño de la embarazada”, advierte la experta.
Una lesión bastante molesta que no se solucionará hasta después del parto, e incluso en ocasiones, puede durar hasta el posparto avanzado, y que la mejor forma de tratarla es a través de la fisioterapia. Rita nos cuenta que mediante un buen tratamiento se logrará: “Reducir la inflamación, mejorar los rangos de movilidad de la mano, reducir el hormigueo y adormecimiento de los dedos y mano, y a través de reeducación y refuerzo, se consigue prevenir que el ‘síndrome del túnel carpiano’ empeore”, asegura. Las técnicas que se utilizan para su intervención: “Van desde aplicar hielo hasta la terapia manual, trabajo de neurodinamia del nervio mediano, refuerzo muscular y estiramientos, y se podría ayudar con un vendaje funcional”, indica la fisioterapeuta.
Ejercicios para realizar en casa
La experta asegura que realizar una buena rehabilitación como tratamiento de esta patología es lo más aconsejable, pero en casa se pueden aliviar los síntomas con los siguientes ejercicios en tres pasos:
- Colocar hielo: cerca de 20 minutos para reducir la inflamación y el dolor.
- Movilización de la muñeca: para recuperar rangos de movimiento y “liberar” el nervio mediano haz movimientos con la muñeca hacia arriba, hacia abajo, hacia la derecha, hacia la izquierda, abrir y cerrar puño.
- Apretar una pelota anti-estrés y torcer una toalla: a fin de empezar a recuperar la fuerza intrínseca de la mano y muñeca.
Un ‘embarazo activo’ es la mejor prevención
Los cambios que realiza el cuerpo de la mujer durante la gestación son inherentes a este proceso y no se pueden modificar, por ello los expertos recomiendan que no hay una mejor prevención que llevar una vida lo más activa posible, con un buen acompañamiento multidisciplinar durante el embarazo y la preparación al parto. “Es importante entender que cada vez más se defiende el ‘Embarazo activo’ y ‘Parto en movimiento’. La evidencia nos enseña que el ejercicio especifico, acompañamiento y preparación adecuadas durante el embarazo promueve que la mujer tenga na gestación más llevadera, con menos molestias, se sienta más activa, con más capacidades y esto se traduce en un mejor parto y consecuente mejor recuperación posparto”, asegura la fisioterapeuta.
Y, ¿qué pasa después del parto? ¿Cuándo desaparece este síndrome?
Como hemos visto, la aparición del ‘síndrome del túnel carpiano’ se asocia a los cambios que realiza el cuerpo en el embarazo, pero por desgracia es de lenta recuperación debido a las nuevas hormonas que entran en juego en el posparto, y las tareas que nos esperan como madre. “Me gustaría poder deciros que una vez que pase el parto, por arte de magia todo vuelve a su sitio, y las hormonas se estabilizan rápidamente, pero esto no pasa. Los cambios en la vida de esta nueva mamá son importantes, y ahora actúan nuevas hormonas y rutinas. El hecho de tener que constantemente coger al bebé, colocarlo en el pecho, o darle el biberón, cambio de pañales, de ropa, etc… Estos movimientos repetitivos, en conjunto con los cambios hormonales asociados, pueden promover que la mujer siga padeciendo de ‘síndrome del túnel carpiano’. De este modo, se aconseja acudir a un fisioterapeuta para poder a ayudarla también durante esta etapa”, aconseja.