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Salud

¿Es la diabetes un efecto secundario de la COVID-19 en niños?

Un reciente estudio vincula la COVID-19 con la diabetes en menores de 18 años, un mes después de superar el virus. ¿Cuál es el origen de esta relación entre diabetes y coronavirus? ¿Por qué se da este efecto secundario en los niños? Te desvelamos estas y otras dudas.


2 de marzo de 2022 - 13:13 CET

Según se publicaba hace unas semanas, un ‘Informe Semanal de Morbilidad y Mortalidad (MMWR)’, llevado a cabo por el ‘Centro para el Control y Prevención de Enfermedades’ (CDC), de Estados Unidos, aseguraba que los menores de 18 años con COVID-19 tienen más probabilidades de recibir un nuevo diagnóstico de diabetes, 30 días después de la infección, que aquellas sin COVID-19 o con infecciones respiratorias agudas prepandémicas. Un estudio que pone en alerta a un colectivo tan vulnerable como es el de los niños.

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Para hablar sobre estos recientes hallazgos hemos conversado con el doctor Federico Gentile (@pediatragentile), pediatra del Centro de Salud Tincer y del Hospital Universitario Hospiten Rambla de Santa Cruz de Tenerife. “Este estudio internacional, realizado en Estados Unidos, evidencia cómo nuestro conocimiento sobre la COVID-19 va evolucionando a lo largo de los meses. Ya sabíamos que la infección por SARS-CoV-2 conlleva un empeoramiento de los síntomas de la diabetes y que las personas con diabetes tienen un mayor riesgo de padecer COVID-19 grave”, nos revela el doctor.

Por otro lado, el pediatra advierte sobre los resultados de dicho informe: “Son, seguramente, muy interesantes, aunque el estudio tiene algunas limitaciones, como la escasa capacidad de diferenciar la diabetes tipo 1 de la tipo 2. Este es un detalle importante, sobre todo, porque sabemos que, en Estados Unidos, la incidencia de diabetes tipo 2 en los adolescentes es más elevada que en Europa. Sin embargo, el estudio pone en evidencia, según dice, la importancia de las estrategias de prevención de la COVID-19 en este grupo de edad, incluida la vacunación para todas las personas elegibles, y la prevención y el tratamiento de enfermedades crónicas. Finalmente, sería interesante poder hacer el mismo tipo de estudio con niños europeos”, sugiere el experto.

¿Por qué se relaciona la COVID-19 con la diabetes?

Para saber un poco más sobre cómo incide este virus en los niños, preguntamos al doctor por el origen de la relación entre el coronavirus y la diabetes. “El SARS-CoV-2 puede desencadenar tanto la diabetes de tipo 1, a través del ataque directo de las células pancreáticas que expresan los receptores de la enzima convertidora de angiotensina 2. Como la de tipo 2, a través de la hiperglucemia de estrés resultante de la tormenta de citoquinas inflamatorias y las alteraciones en el metabolismo de la glucosa causadas por la infección en niños con prediabetes y síndrome metabólica”, nos explica el doctor. Pero, ¿por qué este efecto secundario (30 días después de padecer este virus) se ha visto en niños y no en adultos? “Varios factores como la predisposición genética y la inmadurez inmunitaria, en combinación con un desencadenante (infección vírica), pueden inducir la formación de autoanticuerpos contra las células beta del páncreas que son las que producen la insulina”, nos aclara.

La importancia de la prevención

Como el propio estudio indica, las tareas de prevención son imprescindibles para evitar la incidencia de este tipo de casos. En relación a esto, hace unos días se aprobaba en nuestro país la vacuna de Moderna para niños con edades comprendidas entre los 6 y 11 años, lo que supone un paso más para lograr la inmunidad entre los más pequeños. “Para la vacuna contra el coronavirus de Moderna, la EMA (European Medicines Agency) recomienda una pauta de dos dosis de 50 microgramos en niños (en lugar de 100 mcg en los adultos) en intervalos de cuatro semanas (28 días), aunque en Estados Unidos todavía no ha aprobado su administración para la población de 6 a 11 años. El ensayo principal mostró que la vacuna tiene una eficacia del 94,1 % en adultos, y responde de una manera “similar” en niños de 12 a 17 años. Según un estudio publicado recientemente por la revista The New England Journal of Medicine, la vacuna de Moderna ofrece una protección más duradera que la de Pfizer”, revela el pediatra.

Cuáles son los efectos ‘postcovid’ más comunes en niños

Según los últimos datos publicados, se estima que de aquellos niños contagiados por coronavirus, puede haber entre un 1 y un 3% que desarrollen posteriormente COVID-19 persistente. Es decir, que hay pequeños que siguen experimentando, una vez pasado el virus, una serie de síntomas y secuelas que no les permiten llevar una vida igual a la que tenían antes. Según nos cuenta el doctor Gentile: “La COVID-19 persistente, reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde septiembre de 2020, se define como la presencia de signos y síntomas que se desarrollan durante o hasta 3 meses después de la infección aguda por virus SARS-CoV-2 y que se mantienen de forma continua o fluctuante durante más de 8 semanas, sin poder explicarse por diagnósticos alternativos. Los principales síntomas son fatiga, fiebre, malestar general, dificultad de concentración, cefalea, pérdida de memoria, tos, disnea, mialgias, ansiedad, depresión, odinofagia, etc”.

Estos síntomas se abordan de forma multidisciplinar y una vez realizada una valoración inicial, el pequeño comienza un tratamiento específico, según sus secuelas. Hay pacientes que unas semanas más tarde son dados de alta, pero todavía sin saber si los síntomas desaparecerán por completo, a corto o a largo plazo.

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Cómo es el día a día de un niño con diabetes

Para aquellos menores que padecen diabetes, su día a día está mucho más controlado a todos los niveles. Y es que la alimentación, la medicación y unos hábitos de vida saludables son una garantía de salud para ellos: “Los familiares y profesores deben conocer las pautas de actuación y participar en el control farmacológico y emocional del pequeño. En todo momento las personas con diabetes de tipo 1 pueden llevar una vida normal, pero siempre bajo la condición de que esté organizada en torno al tratamiento que se ha de seguir. El equilibrio entre la administración de insulina, la alimentación y el ejercicio físico es parte esencial del tratamiento. Los niños con diabetes necesitan hacerse periódicamente controles, con un pequeño pinchazo en el dedo índice, para conocer sus niveles de glucemia y se tienen que inyectar insulina varias veces al día”, nos explica el doctor.

Y para aquellos niños que padecen diabetes y se contagian de coronavirus, puede ser necesario un aumento de la dosis de insulina, y por tanto: “Será imprescindible incrementar los controles de glucemia y cetonuria. Además, puede que padezca de una forma más grave la COVID-19, necesitando ingreso hospitalario o en UCIP”, advierte el pediatra.

Consejos generales para niños con diabetes

El doctor Gentile, además, nos da una serie de consejos para que tanto las familias de niños con diabetes como los propios pequeños, tengan en cuenta en su día a día:

  • Llevar una alimentación equilibrada controlando la cantidad de grasa ingerida por el niño, dado que esta disminuye el efecto de la insulina y favorece la aparición de sobrepeso.
  • Se deben incluir en todas las comidas frutas y verduras, así como proteínas de alta calidad e hidratos de carbono complejos.
  • Se ha de limitar el consumo de hidratos de carbono simples, restringir su ingesta para evitar las subidas rápidas de glucosa en sangre.
  • Evitar también alimentos que incluyan azúcares añadidos: bollería industrial, zumos, miel o galletas.