La distocia de hombros es uno de los problemas que se pueden producir durante el parto. En muchas ocasiones no se puede prever y aparece sin factores de riesgo, por lo que el equipo obstétrico tiene que estar muy preparado para poder afrontar con éxito esta situación.
Nos habla de ello la Dra. Ana Rosa Lucena Torres, ginecóloga y obstetra en el Hospital Costa del Sol de Marbella (Málaga) y en la Clínica Lacibis, donde también hace asesoramiento online (www.ginecologaanarosa.com).
¿Qué es la distocia de hombros?
Técnicamente hablamos de distocia de hombros cuando, durante el parto, la tracción mantenida de los hombros tras salir la cabeza del bebé por el canal del parto, no sea suficiente para que avancen los hombros, requiriendo maniobras adicionales. “En términos coloquiales sería cuando sale la cabeza y el cuerpo queda atascado”, explica la experta.
Esta complicación, que puede llegar a ser grave, se produce porque uno o los dos hombros fetales impactan contra la pelvis de la madre y no avanzan. No se produce la rotación necesaria para que salgan normalmente tras la cabeza del bebé y así pueda extraerse todo el cuerpo.
La distocia de hombros afecta a un 1,7% del total de partos vaginales, pero es mucho más frecuente en bebés de un peso más alto. Así, en recién nacidos con un peso entre 2,500 y 4,000 kilos, su incidencia es del 0,3%. Sube mucho cuando el bebé pasa de los cuatro kilos, pues está en un 5-7% de los partos con ese peso fetal.
La distocia de hombros puede provocar distintas complicaciones, tanto en el bebé como en su madre. Así, la mujer puede sufrir una hemorragia (en el 11% de los casos), tener desgarros en el periné o lesiones vesicales o uterinas.
Con respecto al bebé, un 5% de los niños en cuyo parto ha habido una distocia de hombros sufren algún tipo de lesión. “La del plexo braquial y la fractura de clavícula son las más comunes”, indica la obstetra. También puede haber fractura del húmero y otras complicaciones más graves como la encefalopatía hipóxico-isquémica, por falta de oxígeno, que son, afortunadamente, muchisímo menos frecuentes.
¿Cuáles son los factores de riesgo para la distocia de hombros?
La distocia de hombros suele repetirse hasta en el 25% de los partos cuando en uno anterior ya se ha producido, como destaca la obstetra. Estos son los factores que pueden favorecer la distocia de hombros antes del parto:
- Diabetes mellitus o diabetes gestacional.
- Feto grande para la edad gestacional.
- Gestación cronológicamente prolongada.
- Feto masculino.
- Edad materna avanzada.
- Talla materna baja.
- Ganacia de peso en la madre superior a 20 kg.
- Anomalía pélvica en la embarazada.
Además de estas, hay una serie de circunstancias que se pueden dar en el mismo momento del nacimiento y que hacen que la distocia de hombros tenga más probabilidades de aparecer, como una progresión anormal del parto, que el segundo periodo del parto se prolongue excesivamente o que sea un parto instrumentado.
¿Se puede prevenir la distocia de hombros?
La distocia de hombros es poco prevenible porque “casi el 50% de los casos ocurren en partos de niños con peso normal”, indica la Dra. Ana Rosa Lucena (@ginecologa.anarosa, en Instagram).
Se trata de una emergencia obstétrica porque en la mitad de los partos que evolucionan así no hay factores que pudieran hacer indicar que esto se iba a producir. “Son situaciones altamente estresantes para la madre y para el ginecólogo que asiste el parto”, comenta la especialista.
No obstante, durante la gestación hay que controlar la ganancia de peso de la madre y hay que realizar un buen control metabólico de aquellas embarazadas que tengan diabetes. El tipo de parto se decidirá en función del peso del bebé y de los antecedentes, ya que en uno de cada cuatro casos la distocia de hombros vivida en un parto anterior se vuelve a repetir en siguientes.
¿Cómo evoluciona el parto cuando hay distocia de hombros?
Cuando en el parto se presenta una distocia de hombros, hay una serie de protocolos que seguir. “Lo primero es pedir ayuda y mantener la calma. La paciente no debe empujar porque impacta aún más el hombro”, indica la obstetra. Además, si está recibiendo oxitocina sintética, se deja de administrar.
Posteriormente se realizan una serie de maniobras, que los obstetras dividen entre de primer nivel y de segundo nivel. La primera de ellas es la maniobra de Mc Roberts (“coloquialmente sería hiperflexionar las piernas de la madre hacia el abdomen”). Se trata de una maniobra sencilla y segura y “muy efectiva, pues hasta el 90% de distocias se resuelven mediante esta maniobra”, indica la Dra. Lucena.
Si con esta no se resuelve la situación se pasa a otras como la presión subrapúbica, que también es altamente efectiva, y si estas no tuvieran éxito se pasaría a maniobras de segundo nivel donde se intentaría extraer el hombro posterior.