A partir de los seis meses de vida del bebé se comienzan a introducir en su dieta alimentos que servirán de complemento a lo que hasta ahora había sido su comida principal, la leche materna o de fórmula (y que seguirá siéndolo hasta los doce meses). Esto de debe, tal y como afirma la Asociación Española de Pediatría (AEP), a que “para poder ingerir alimentos diferentes a la leche, es conveniente que el organismo tenga la maduración necesaria a nivel neurológico, renal, gastrointestinal e inmune. Se considera que un bebé está preparado cuando adquiere las destrezas psicomotoras que permiten manejar y tragar de forma segura los alimentos. Como cualquier otro hito del desarrollo, no todos los niños lo van a adquirir al mismo tiempo, aunque en general estos cambios suelen ocurrir en torno al sexto mes”.
Cómo introducir los alimentos en su dieta
Pero hemos de saber que todos los alimentos no se ofrecen desde el sexto mes, sino que se van introduciendo poco a poco en su dieta, basándonos en las siguientes recomendaciones de la AEP:
- A partir de los seis meses: cereales, frutas, hortalizas, legumbres, huevo, carne, pollo, pescado y aceite de oliva.
- A partir de los nueve o diez meses: leche entera, yogur y queso tierno pueden ofrecerse en pequeñas cantidades.
- A partir de los doce meses: alimentos superfluos (azúcares, miel, cacao, bollería, galletas, embutidos y charcutería), pero cuanto más tarde y en menor cantidad, mejor.
- Por encima de los tres años: sólidos con riesgo de atragantamiento como los frutos secos enteros, manzana o zanahoria cruda, etc…
- En cuanto al gluten: hasta hace unos años se pensaba que la mejor forma de introducir el gluten era junto a la lactancia materna, entre los cuatro y seis meses, pero actualmente no hay evidencia de que esto sea así. Están en marcha diversos estudios para poder conocer cuál es la pauta más adecuada. La recomendación actual es introducir el gluten entre los cuatro y los once meses de edad, idealmente alrededor del sexto mes , y en pequeñas cantidades al inicio.
Cómo ofrecer los alimentos potencialmente alergénicos
Según asegura la AEP, en la actualidad no hay evidencias de que los alimentos potencialmente alergénicos se introduzcan más tarde de los seis meses. Y afirma que: “Hay estudios que sugieren que la introducción precoz de algunos de dichos alimentos en pequeñas cantidades pudiera disminuir la aparición posterior de alergia”. Se recomienda realizar ‘la regla de los tres días’ para la introducción de este tipo de alimentos. Es decir, ofrecer cada uno de los alimentos potencialmente alergénicos tres días seguidos y comprobar si hay alguna reacción del pequeño.
¿Qué alimentos debemos mantener lejos del bebé los primeros meses de vida?
Según Elena Toledano, nutricionista de Roots Mindfoodness, debemos evitar durante sus primeros meses de vida: “el consumo de metilmercurio y el de nitritos. El metilmercurio es un metal pesado que provoca enfermedades y alteraciones en el sistema nervioso y en nuestro cerebro”, nos cuenta. Mientas que: “los nitritos de algunos vegetales como acelgas, borrajas o espinacas pueden provocar metahemoglobinemia, un trastorno sanguíneo con una producción excesiva de hemoglobina. Se llama síndrome del bebé azul porque su piel adquiere una tonalidad azulada debido a ello y puede provocar discapacidad intelectual, retraso en el crecimiento y en el desarrollo psicomotor”.
Además, los expertos en nutrición infantil advierten que debemos tener alejados del bebé, durante los primeros meses, los siguientes alimentos:
- Espinacas, borrajas y acelgas: ya que contienen nitritos que pueden causar metahemoglobinemia en los bebés. Las algas tampoco son recomendables por su alto contenido en yodo. Se pueden comenzar a introducir a partir de los 2 o 3 años.
- Café, té y zumos (aunque sean caseros): aunque es una de las bebidas más consumidas por los pequeños, no son sustitutivos de la fruta natural porque pierden su fibra original y contienen muchos azúcares libres perjudiciales para el bebé.
- Las tortitas y bebida de arroz: también deben evitarse por su alto contenido en arsénico (puedes ofrecérselos a partir de los dos o tres años). Por ejemplo, una buena opción a partir de los doce meses es la bebida vegetal de avena.
- Los mariscos y pescados de gran tamaño, como el atún o el emperador: contienen grandes cantidades de metilmercurio. No es recomendable que lo coman hasta los 2 o 3 años.
- También hay que evitar la carne de caza: este tipo de alimento contiene plomo, un componente que puede causar graves consecuencias en el desarrollo del bebé. Así como, carne y pescado poco hecho, embutidos o vísceras.
- El azúcar, la sal, edulcorantes o cualquier endulzante, son ingredientes que suponen un riesgo para su salud, como el posible botulismo por el consumo de miel. Además, los expertos inciden en que estos alimentos impiden educar su paladar, ya que si se acostumbran a sabores tan dulces luego pueden rechazar otros alimentos saludables como las verduras.
Cómo inculcar desde bebés una buena relación con la comida
Establecer una buena relación con la comida desde la primera infancia es crucial para crear una buena base de hábitos saludables en los niños. Según nos comenta la experta: “hay ciertos hábitos y comportamientos que son muy recomendables para mantener un entorno familiar saludable y agradable para un correcto crecimiento del bebé”, y nos detalla:
- Hacer que la hora de comer y el ambiente sean agradables, sin distracciones como la televisión o los juguetes.
- Predicar con el ejemplo. Querrán comer lo que tú comas, por lo que los hábitos en los padres son muy importantes para regalarles una buena relación con la comida.
- Exponer al niño a una variedad de alimentos saludables y no comprar aquellos insanos.
- No desistir. Con paciencia y repetición comerán mejor poco a poco.
- No forzar al niño a comer. No debemos pensar en cuánto está comiendo, sino en cómo se está relacionando con su comida y si lo hace de forma segura.
- No usar los alimentos que les gusten como recompensa ni verduras como castigo.
Y la nutricionista concluye: “Debemos considerar que el mejor regalo que podemos hacerle a un niño es el de enseñarle a disfrutar de la alimentación saludable desde el inicio de su vida”.