El acoso escolar o bullying es un tipo de violencia que se ha incrementado un 20% en los últimos años. Hablamos de una situación que merma la salud mental de los niños y que, con la llegada de las redes sociales, se ha acrecentado considerablemente, aprovechando el anonimato que éstas posibilitan.
Sufrir acoso escolar merma la dignidad y autoestima de una persona. Según los estudios más recientes realizados en el área del ‘bullying’, la mayoría de los niños padecerán o serán testigos de alguna situación de abuso durante su etapa escolar.
Concretamente, el informe del ‘Observatorio para España de Bullying Sin Fronteras’, recoge que de enero de 2020 a diciembre de 2021 se registraron 11.229 casos de ‘bullying’ o acoso escolar. Una cifra que ha crecido un 22% respecto al mismo periodo del año anterior. Un dato un tanto preocupante que analizamos junto a Rich Heath, Coordinador de salud mental, bienestar y PSHE (Personal, social, health and economic education) en TEMS, (The English Montessori School).
¿Hay alguna forma de prevenir el ‘bullying’?
Muchas familias se harán la misma pregunta y es que, ¿hay alguna forma de prevenir un comportamiento de acosador en nuestros hijos? Cómo pueden unos padres saber detectar que su hijo no tiene una conducta correcta en el colegio, y poner freno a esta situación: “Lo ideal sería que todos quisiéramos prevenir el acoso en lugar de afrontarlo una vez que ha ocurrido. Se empieza a reaccionar ante algo que ha sucedido en lugar de actuar, lo que a veces puede suponer una presión sobre la forma de abordar una situación”, nos explica el experto. “Esta prevención se puede hacer a través del diálogo, la conversación, la educación y la exploración sobre cómo el acoso afecta a los demás, cuáles son los factores del entorno, factores emocionales y sociales que pueden hacer que un estudiante acose a otro. Es importante comprender todos estos aspectos para poder tener una mejor idea de por qué alguien puede recurrir al acoso, y así poder identificar los primeros signos de que se está produciendo y así poder intervenir con una conversación”, recomienda.
Cómo detectar que mi hijo es un acosador
Quizás un primer pensamiento de los padres es negar que su hijo pueda presentar un comportamiento de tales características como es el acoso, o incluso no percibir ninguna señal al respecto. Sin embargo, normalmente suele haber algunos rastros que propician que lo que en principio eran conjeturas para los padres, vayan consolidándose en hechos: “Hay toda una serie de indicios de que tu hijo puede estar acosando a alguien y es importante recordar que no siempre son evidentes, a veces incluso invisibles. Cosas sencillas como un cambio en el comportamiento habitual, más conflictivo, menos respetuoso, más exigente, pueden ser algunas de las señales, pero es raro que haya síntomas fijos que aparezcan siempre. A veces, puede ser que otras personas te informen de un incidente o que ellos noten un cambio en su forma de relacionarse con los demás, lo que puede resultar difícil de ver si estás con tu hijo todos los días”, advierte el experto de TEMS.
¿Qué hacer en estos casos?
Encontrarse con un caso de abuso escolar es desagradable para cualquier padre, ya sea de tu propio hijo o de otro. Los expertos recomiendan que es importante no centrarse en el acto individual que se haya presenciado o escuchado, sino hacer un estudio global de la situación del niño. Tal y como nos cuenta Rich: “Comprender su entorno y su vida en el hogar puede aportar una gran cantidad de información que te ayudará a entender por qué ese pequeño está acosando a otro. Estar desatendido en casa y no tener un entorno estable puede hacer que un niño busque ese “cuidado” y “atención” sin saber cómo hacerlo”.
¿Cómo podemos actuar ante una situación así? Castigar a un niño por un acto de acoso será solo poner remedio a un incidente de forma aislada, y estaremos evitando actuar sobre un panorama más amplio sin analizar el por qué eso está sucediendo. “Apoyar al acosador es tan importante como apoyar a la persona acosada para ayudarla a entender por qué lo que hace está mal, para que no repita las acciones una y otra vez”, asegura el experto. Y, en cualquier caso, aconseja que: “Si ves que está ocurriendo algo, ya sea acoso verbal, físico o emocional, es importante intervenir y hacer que todas las personas sean conscientes de lo que está ocurriendo en ese momento. Eso no significa acusar a un niño de acosar a otro inmediatamente, sino ayudarle a entender los comentarios/acciones y cómo estos pueden afectar a alguien. Fomentar el diálogo es siempre importante, pero no siempre es posible y puede ser algo que se revise después de haber hablado con todas las personas implicadas individualmente”.
Consejos para evitar que nuestros hijos hagan ‘bullying’
El especialista nos da una serie de consejos para intentar prevenir estas conductas en nuestros hijos. El apoyo emocional de los padres, así como el de los profesores del centro donde estudien, es fundamental para poder darles las herramientas que necesitan para gestionar su comportamiento.
- Escuchar lo que nos cuentan nuestros hijos. “Escuchar sin juzgar les ayudará a explicarse mejor y quizás a explorar cómo se sienten y por qué hacen lo que hacen”.
- Darles pautas de comportamiento con los demás. “Simplemente el conocimiento de los límites de los demás ayudará al niño a entender los límites y a ser respetuoso”.
- Guiarles para que sepan resolver los conflictos. “No podemos estar ahí en todos los momentos difíciles, por lo que enseñarles habilidades para resolver conflictos les ayuda a crecer y a entender métodos alternativos para lidiar con la confrontación”.
- Educarles en valores de empatía, respeto y diversidad. “El marco de referencia de un niño es individual para él, aunque haya similitudes con sus amigos. Sin embargo, notar las diferencias a veces puede resultar extraño y preocupante, por lo que es importante que entiendan que eso está bien, pero que hay que explorar y apreciar al otro por lo que es y no juzgarlo por ser diferente”.
- Ayudarles a reconocer y enfrentar las injusticias. “Enfrentarse a la injusticia es tan importante como mostrar apoyo a las personas que pueden sufrir. Esto puede aportar confianza a los demás, que es lo que necesitan”.
- Prestar gran atención a nuestras propias actitudes y comentarios. “’Revisarse’ de vez en cuando es necesario para ser consciente de cómo te perciben los demás. Aunque no es lo más importante, es crucial ser consciente de que algo que dices, una broma que haces, un punto de vista que tienes puede no ser recibido de la manera que pretendías, o peor, ser apropiado decirlo”.
- Inculcarles confianza en ellos mismos. “Mostrarles que no están solos y que estás ahí para apoyarlos les dará una gran plataforma para crecer con el aprendizaje, la atención y la comprensión de sí mismos necesarios”.