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El coronavirus trajo consigo la incertidumbre y el miedo a una enfermedad que todavía hoy mantiene en alerta al mundo entero bajo el estado de pandemia. Una situación más difícil si cabe, para aquellas embarazadas que tuvieron que vivir su parto o su estado de gestación durante los primeros meses de confinamiento, cuando el desconocimiento del virus era mayor. Sin embargo, después casi dos años de que la COVID-19 llegara a nuestras vidas, los expertos en fertilidad han sabido ver el lado positivo de tener un hijo en plena pandemia.
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Para hablar de este punto de vista tan optimista hemos conversado con el doctor Adrià Moreno, ginecólogo especialista en Reproducción Asistida de Fertilab, Barcelona. Y la primera pregunta es clave, ¿por qué la pandemia es buena época para tener un hijo?: “Los riesgos de que se complique el embarazo son muy bajos. La reducción de horas o el teletrabajo, las restricciones de movilidad o el cierre del ocio se presentaron como una oportunidad para dedicar más tiempo al núcleo familiar. Así como tener un hijo en tiempos de pandemia pudo sembrar algunas dudas entre los pacientes al principio, muy pronto surgieron otros factores que parecían reconducir las opiniones acerca de iniciar un tratamiento en pandemia”, nos comenta.
En la línea de esta mirada positivista, si enumeramos las cosas buenas que nos ha dejado la pandemia, se podría decir que algo importante es haber pasado más tiempo en familia. El confinamiento, el teletrabajo, que en muchas empresas ha llegado para quedarse y pasar más tiempo en casa son algunas de las ventajas más evidentes. Según nos asegura el doctor: “El teletrabajo ha hecho posible cohesionar dos de los pilares con los que convivimos: trabajo y familia. Además, a causa de las restricciones ha sido posible aumentar los tiempos de ocio con el núcleo familiar. En este sentido, las clínicas de fertilidad pueden ayudar a dar el empujón o a llevar un seguimiento estricto de la evolución del proceso, por lo que han sido además una buena opción a tener en cuenta por muchos de los que han querido empezar los tratamientos.”
Tratamientos de fertilidad, ¿en auge por la pandemia?
Los tratamientos de reproducción asistida en España han aumentado mucho los últimos diez años, concretamente: “Un 28%, según dijo el Ministerio de Sanidad, lo que supone el 9% de todos los nacimientos. Además, sabemos que, durante el 2021, el Instituto Nacional de Estadística (INE) registró un total de 340.635 nacimientos, de los cuales los tratamientos de reproducción asistida siguen suponiendo, más o menos, un porcentaje parecido respecto al total”, expone el doctor, que según nos cuenta parece que el confinamiento fue uno de los motivos principales en el incremento de los tratamientos de fertilidad durante el pasado año. “La cuarentena hizo plantearse a la población sus situaciones personales y familiares, entre otras. Fueron unos meses que sirvieron para poner en marcha aquellos objetivos que habían quedado algo apartados por el ajetreo que conlleva la rutina de una persona. Han sido muchas las familias las que han priorizado el bienestar familiar, y han querido retomar o empezar el proyecto de crecer en este aspecto. Nosotros, además, hemos notado que nuestra labor da cierta confianza a la hora de entrar en el proceso de reproducción, y el seguimiento que llevamos en cada paciente aporta una seguridad en cada tratamiento personalizado”, asegura.
Además, según los datos citados, el doctor nos comenta que tanto a nivel mundial como nacional el descenso de la natalidad es un problema estructural, con el que se vive actualmente. “Si bien es cierto que notamos un descenso durante la primera ola, pasado el confinamiento, y después de la puesta en marcha de nuevo de todos los procesos, hemos observado un aumento de pacientes después de la llegada de la vacuna. Seguramente esto es debido a la tranquilidad que ha supuesto para las familias saber que en caso de concebir o estar en tratamiento, el bienestar y la seguridad del bebé se mantiene intacta”, revela el especialista.
Consejos de seguridad durante el embarazo en época de pandemia
“Si tuviéramos que ofrecer algunos consejos relacionados con la situación en la que convivimos actualmente, serían exactamente los mismos que para alguien que no está en ningún tratamiento de gestación, pero procurando ser más precavido en todo momento”, nos dice el doctor, y recomienda:
- Asegurarse que tanto la persona en gestación, como su entorno, cumpla con la pauta de vacunación establecida para mayor inmunidad.
- Limitar el contacto con personas que puedan haber estado expuestas, o que hayan pasado hace poco la enfermedad.
- Usar la mascarilla en lugares cerrados y lavarse las manos constantemente.
¿Afecta la COVID-19 a la fertilidad?
El doctor contesta contundente: “En este momento, no hay razones suficientes para pensar que el propio virus ha tenido un papel relevante sobre la fertilidad de la población”. Una enfermedad tan reciente necesita años de estudio en este ámbito para poder presentar algún dato significativo.
Pero lo que sí nos comenta el experto es cómo afectó el confinamiento a aquellas parejas que estaban en pleno proceso de fertilización, y qué se hizo al respecto: “Lo cierto es que, al estallar la pandemia, muchos pacientes que iniciaban un tratamiento de fertilidad quedaron congelados a la espera de nuevas medidas. Eso podía conllevar algunos factores negativos, y más concretamente una enorme carga psicológica para las personas que habían quedado a la espera, sobre todo, por el factor edad materna o por otros factores evolutivos que si no tratábamos a tiempo podrían empeorar. Por eso, priorizamos el soporte psicológico, que era y es más importante que nunca”, nos cuenta.