Es una de las cuestiones más repetidas en las consultas de pediatría, y, sobre todo, después del origen de la COVID-19, muchos padres se preguntan: ¿cómo puedo aumentar las defensas de mi hijo? Para solventar esta y otras dudas relacionadas con el sistema inmune de los niños, hemos hablado con el doctor Daniel Ruiz Díaz, pediatra en el Hospital Quirónsalud Córdoba. Pero en primer lugar habría que definir, ¿qué es el sistema inmunitario? “El sistema inmune es el encargado de defender a nuestro organismo de las agresiones externas, por ejemplo, de los agentes infecciosos”, nos contesta el doctor. Por ejemplo, nos cuenta: “El recién nacido está protegido al nacer por anticuerpos maternos que llegan a través de la placenta, a partir de los 3-4 meses hay una bajada progresiva de estos anticuerpos, y hasta que el niño no produce los suyos, hay un periodo de mayor susceptibilidad. Estos anticuerpos se producen tras la administración de las vacunas y al tener contacto con virus y bacterias”, nos explica el doctor Ruiz.
¿Por qué se enferman tantas veces seguidas los menores de dos años?
Esta podría considerarse otra de las preguntas más reiteradas por los padres, y es que, según los expertos, un niño menor de dos años, sobre todo si va a la escuela infantil, puede llegar a enfermarse hasta doce veces en el año (de infecciones banales). “Las infecciones, y especialmente las de origen vírico, son muy frecuentes en estos 2-3 primeros años de vida porque el sistema inmune aún no ha adquirido la madurez necesaria, de hecho, es el momento en que más se le ayuda con la administración de la mayor cantidad de vacunas . Normalmente los peores años son los de guardería, y en caso de no ir a guardería el primer año de colegio, ya que, para adquirir su madurez, el sistema inmune tiene que pasar un cierto número de infecciones”, nos explica el pediatra.
Aunque muchos padres achacan estos episodios a las defensas bajas del niño, el experto nos comenta que no tienen nada que ver: “Existe el falso mito de que el niño de guardería enferma más veces por bajada de defensas, y es más por la sobreexposición a los agentes infecciosos, ya que ante estas infecciones el sistema inmune de estos niños lo que suele estar es estimulado”, aclara.
Entonces, ¿qué produce una bajada de defensas?
Las defensas de un niño podríamos decir que son lo soldados que luchan para que el pequeño no caiga enfermo y que suelen reforzarse en los meses de invierno e intentar evitar los típicos catarros, tos, mocos… Los ataques externos del día a día que sufre su organismo hacen que sus niveles de defensas vayan bajando. La bajada defensas está relacionada con los cambios de temperatura, cambios de estación, la asistencia a la guardería… O también, porque el niño enferme de algún virus o infección bacteriana y haga que sus defensas flaqueen durante un tiempo. ¿Cómo podemos ayudarles a subirlas? El doctor es muy claro al respecto: “Una alimentación saludable y variada, rica en fruta y verdura y ejercicio físico al aire libre es lo más importante para estimular el sistema inmune”.
Y, qué pasa con los suplementos, ¿son verdaderamente efectivos para las defensas de nuestros hijos? “Ninguno de los ‘estimulantes del sistema inmune’ tiene evidencia científica de ayudar a disminuir el número de infecciones, aunque es verdad que existe una gran variedad de preparados, muchos de origen natural y que a veces prescribimos por tranquilidad de los padres o por su efecto placebo”, revela el doctor.
La importancia de unos hábitos de vida saludables para el sistema inmune
Los padres tenemos la responsabilidad de inculcar a nuestros hijos tanto la higiene diaria como los hábitos de vida saludables, ya que esto puede salvar vidas. Realizar esta tarea desde la primera infancia puede ayudar a los pequeños a prevenir muchos problemas en su edad adulta como el sobrepeso, la obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares… La edad temprana es cuando los niños muestran una mayor curiosidad por todo el mundo que les rodea y cuando su cerebro está mucho más receptivo a cualquier aprendizaje. La estimulación por parte de los progenitores para adquirir estos hábitos y costumbres desde la infancia será la base de su comportamiento y del cuidado de su salud para el resto de su vida.
Consejos para inculcar buenos hábitos
El doctor Ruiz nos da una serie de recomendaciones para construir desde la infancia unos hábitos de vida saludables:
- La importancia de la higiene: “Una de las medidas fundamentales es la higiene de manos, sobre todo antes de las comidas, el baño diario… También se recomienda ventilar bien las habitaciones donde suele pasar más tiempo el niño, como el dormitorio”, dice.
- En guarderías y colegios: “Es muy importante la ventilación de las clases y la limpieza de los útiles que manipulan con frecuencia”, asegura.
- Dando ejemplo: “Los niños aprenden muchos de sus hábitos por imitación de los padres o semejantes”, advierte.
- Formando: “Realizando talleres y charlas en los colegios, así como, en las revisiones de niño sano, donde también intentamos insistir mucho en estos hábitos de vida saludables”, afirma el pediatra.