No todos los niños aceptan el chupete y no todos los padres lo ofrecen. Pero entre los que sí lo toman hay variedad en cuanto al material, a la forma, al tamaño y, cómo no, a la decoración. Este último aspecto es por el que no se debería decidir nunca, pues hay que tener en cuenta otras variables que pueden incidir en el desarrollo del bebé.
Le hemos preguntado a la Dra. Marta Garín Montañez, pediatra (www.dragarinpediatra.com), que nos aclare qué tipo de chupetes no se deberían utilizar y por qué.
El chupete de bola, de moda, pero desaconsejado
El chupete más recomendable para un bebé es el que tiene la tetina fisiológica o plana. Es el más respetuoso con su desarrollo, siempre que se sigan unas normas de uso y las recomendaciones del pediatra.
Sin embargo, en los últimos tiempos se han puesto de moda los chupetes de bola, cuya tetina tiene esta forma completamente redondeada. ¿Qué sucede con ellos? “No son adecuados porque son los que más interfieren con la dentición al ser los más grandes y los que van a ocupar más espacio en la boca”, advierte la experta.
El problema es que no solo son lesivos con la lengua y el paladar “sino también con la propia musculatura facial, ya que a veces las mejillas van a tener mayor tensión para mantener la tetina pesada y grande en la boca que, a menudo, queda entreabierta”, explica.
Los inconvenientes no acaban ahí porque los chupetes de bola suelen tener un escudo grande y redondo (el que va en la parte externa de la boca) que “al chocar con la nariz suele inclinar la tetina que golpea más contra el paladar y que proyecta la arcada superior hacia adelante”, destaca la Dra. Garín.
Así, hay una interferencia más grande con la dentición porque la arcada superior (los dientes superiores) se desplaza hacia adelante y además provoca que haya mas espacio entre la arcada superior y la inferior, por el efecto que tiene sobre el paladar y porque aumenta la tensión en la musculatura orofacial.
Chupetes que no interfieren con la lactancia
Algunas madres utilizan estos chupetes de bola porque su forma es totalmente diferente al pezón y no quieren que el bebé sufra confusión tetina-pezón. La confusión tetina-pezón se puede producir cuando se está estableciendo la lactancia y el niño toma biberón o chupete y esto le confunde en la succión y provoca un mal agarre al pecho.
Sin embargo, para evitar esta interferencia con la lactancia, la medida no es usar este tipo de chupetes de bola, sino “no ofrecer tetinas al menos hasta el mes de vida, cuando la lactancia ya esté bien establecida”, recomienda la pediatra.
Además, para que no haya problemas con la lactancia si el niño usa chupete, no hay que dárselo demasiado, “ya que esa succión que el bebé hace en el chupete en lugar de en el pecho es fundamental para estimular la producción de leche en la madre”, explica. De este modo, cuando se quiera dar chupete a un niño que toma pecho, “se elegiría un chupete fisiológico, pero no antes del mes de vida y cuidando de no abusar de él porque podría interferir con la lactancia”, subrata la Dra. Garín (@dragarinpediatra, en Instagram).
Errores a evitar en el uso del chupete
Hay distintos errores que los padres pueden cometer en relación al uso del chuepete con sus bebés. Estos son los que resalta la pediatra:
- Meterse en su boca el chupete si se cae al suelo. Muchos padres ‘limpian’ el chupete del bebé en su propia boca cuando está sucio, pero no es recomendable. “Si un chupete se cae al suelo, mejor lo lavamos. La flora que habita en la boca de cada uno es particular y en principio no parece aconsejable ir dejando nuestra flora a otros”, apunta.
- Poner chupeteros. Los chupeteros multiplican el acceso del niño al chupete, ya que al llevarlo colgado tiene más oportunidades de metérselo en la boca. “Por otro lado, añaden más peso al chupete y el bebé va a requerir un mayor esfuerzo para mantener el chupete en la boca”, advierte. Y, además, algunos contienen piezas pequeñas que pueden desprenderse y llegar a la boca del bebé, o su longitud es demasiado elevada, con el consiguiente riesgo de enganche o asfixia si rodea el cuello del pequeño.
- Elegir un chupete no seguro. Sería el caso de chupetes con el escudo muy pequeño, que el bebé pueda meterse totalmente en la boca; con un escudo muy pesado o con un escudo donde no haya aireación.
- Escoger una talla inadecuada. Cuando se elige una tetina de una talla mayor de la que corresponde, “implicará una tetina mayor y una mayor interferencia. Lo ideal sería no superar la talla de seis meses”, apunta la Dra. Marta Garín.
- Retirarlo tarde. El chupete se deberían retirar en torno a los 15-18 meses de vida, “cuando antes, mejor”, recalca la pediatra.