En los primeros años de vida se concentra la mayoría de la vacunas. Así, desde su nacimiento, el niño va inmunizándose en diferentes momentos. Este objetivo no se pierde en la adolescencia. Aunque reciba mucho menos interés, en este periodo los jóvenes deberían seguir cumpliendo con las pautas sistemáticas establecidas por las autoridades sanitarias, al margen de situaciones puntuales como la provocada por la pandemia de COVID-19.
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El Dr. Fernando Moraga-Llop, pediatra y vicepresidente de la Asociación Española de Vacunología, nos cuenta qué hay que saber acerca de las vacunas en la adolescencia.
¿Por qué los adolescentes se vacunan menos?
“Las vacunas son un problema de todos, aunque los que más se han vacunado hasta ahora son los niños”, resalta el experto. Sin embargo, por las características especiales de la adolescencia, en este periodo de la vida no hay que dejar de lado las vacunas.
¿Cuál es el problema entonces? “El niño va perdiendo contacto con el sistema sanitario conforme se hace mayor”, explica. Es en los primeros años de vida cuando más se visita al pediatra por las distintas afecciones y procesos por los que suele pasar un menor, pero luego se van enfermando menos y esto hace que ya no pasen por los centros sanitarios.
Coincide también con que a los 14 años, los adolescentes pasan, en la mayoría de las ocasiones, al médico de familia, dejando atrás al pediatra, con el que se suele mantener un contacto más estrecho en los primeros años de vida.
Todo ello puede hacer que, si los progenitores no están atentos, se olviden algunas vacunas que hay que administrar durante la adolescencia. Por este motivo, tal como detaca el Dr. Moraga-Llop, “a los 6 y a los 14 años, las coberturas vacunales son más bajas que en los primeros meses de vida”.
¿Dónde se vacuna a los adolescentes?
En España, hay dos sistemas de inmunización para los adolescentes, según la comunidad autónoma en la que vivan. Por un lado, se lleva a cabo en centros de Atención Primaria, adonde tienen que acudir por propia iniciativa.
Por otro, como sucede en Cataluña, se vacuna en los centros educativos. En este caso, los padres tienen que otorgar antes un consentimiento informado. Así, son los equipos médicos los que se desplazan hasta los centros y allí vacunan a los adolescentes. “Es una forma muy efectiva de alcanzar coberturas vacunales adecuadas, pues no tienen que ir al centro médico sino que los profesionales van al centro escolar”, añade el pediatra.
Los efectos secundarios que pueden presentar los adolescentes tras la administración de las vacunas son muy similares a los que hay en la etapa infantil. Hay que tener en cuenta que “todas las vacunas aprobadas pasan un control de calidad y son seguras y eficaces”, resalta el vicepresidente de la Asociación Española de Vacunología.
La importancia de que el adolescente esté informado
Aunque son los padres los que suelen ocuparse de que sus hijos estén al día de las vacunas, el Dr. Moraga-Llop recomienda que los adolescentes también permanezcan informados.
“El adolescente ha de ser consciente de las vacunas que tiene porque en un momento dado puede ser importante, aunque toda esa información esté registrada”, insiste.
Además, a partir de los 12 años existe el concepto de lo que se denomina ‘menor maduro’. Es un chico que puede decidir acerca de sus vacunas, cuando, por ejemplo, sus padres no se las quieren administrar y él sí quiere estar protegido. En ese caso, se tendría en cuenta la opinión del menor.
¿Qué vacunas debe tener el adolescente?
Cuando un adolescente va a vacunarse, lo primero que hay que hacer es su historia vacunal para comprobar si tiene todas las vacunas y todas las dosis que le hubieran correspondido durante la infancia. En caso de que no sea así, se completará el calendario.
En el Calendario de la Asociación Española de Pediatría (AEP) figuran estas tres vacunas para la edad adolescente.
- Difteria, tétanos y tosferina. Se pone una dosis de recuerdo frente a la difteria, el tétanos y la tosferina a los 12-14 años. Está financiada por la Seguridad Social.
- Virus del papiloma humano (VPH). Se administra a chicas a los 12 años y está financiada. En este caso, la AEP recomienda que también se ponga a chicos, pero en este caso la tendrían que abonar los padres.
- Meningitis tetravalente ACWY. Está financiada en todas las comunidades. Protege frente a cuatro serotipos de meningitis. Se administra a partir de los 12 años.
Además de estas, desde la SEMA (Sociedad Española de Medicina del Adolescente), se han hecho una serie de propuestas que amplían estas recomendaciones. Así, consideran que la vacuna de la gripe debería extenderse también de forma anual a todos los adolescentes. También estiman que la vacuna contra la hepatitis A (actualmente solo se pone en Cataluña, Ceuta y Melilla) debería llegar a todos los adolescentes. Y, por último, en este calendario de máximos, recomiendan la vacuna contra el meningococo B, “que se aconseja sobre los 14-15 años y se exige en algunas universidades americanas y en colegios europeos, por brotes anteriores que se han producido”, subraya el Dr. Moraga-Llop.