Por lo general, los embarazos suelen transcurrir de forma normal, y sin complicaciones, pero hay determinadas ocasiones en las que los papás pueden sentirse algo inseguros o que ocurra algo que haga saltar las alarmas. En caso de duda, los expertos siempre recomiendan acudir a urgencias, pero existen una serie de situaciones en las que ir se hace imprescindible.
Para saber cuáles son esos momentos más delicados, la doctora Vanesa Ruiz con especialidad en ginecología, obstetricia y medicina de la mujer (@ginehealthy), nos revela las situaciones de mayor riesgo que pueden ocurrir durante los nueve meses de gestación.
En el primer trimestre
Sangrado
Un sangrado durante el primer trimestre del embarazo es alarmante para las gestantes, ya que la creencia más común es asociarlo con abortos. Según nos explica la ginecóloga hay que acudir a urgencias: “Sobre todo, si el sangrado es en cantidad mayor o igual que una regla. Habría que hacer un diagnóstico diferencial entre aborto o amenaza de aborto, embarazo ectópico o gestación molar”, indica.
Vómitos y/o diarrea intensos
Los vómitos durante los primeros meses de embarazo se consideran dentro de lo normal, pero hay que estar alerta también, ya que “pueden aparecer en el contexto de vómitos asociados al embarazo o de procesos como las gastroenteritis. Cuando no se consigue mantener una ingesta adecuada de alimentos y sobre todo de líquidos, podría ocasionar la deshidratación de la gestante”, explica la experta.
Dolor abdominal importante
Los dolores abdominales parecidos a los de una regla, se puede decir que están dentro de lo normal en un embarazo, sobre todo los primeros meses. El útero va aumentando su tamaño a medida que el bebé crece y esto puede producir molestias en la futura mamá. Pero cuando el dolor es importante “podría estar asociado a abortos o incluso a problemas no obstétricos como las apendicitis”, comenta la doctora.
Cuando acudir a urgencias en el segundo y tercer trimestre
Sangrado
Cuando ya hemos cumplido la semana 13 de embarazo y comenzamos el segundo trimestre, si aparece algún sangrado: “La mayoría de las veces suelen ser escasos sin importancia, pero habría que descartar problemas en la placenta o incluso, que se esté iniciando el parto”, indica la ginecóloga.
Dolor abdominal
Los dolores abdominales en estos dos trimestres pueden ser la causa de algo más serio. Tal y como nos explica la doctora Ruiz: “Puede aparecer en el contexto de enfermedades de distinta índole pero que pueden llegar a ser importantes como las apendicitis, las pielonefritis (una infección urinaria se define como la presencia de gérmenes en la orina)… También obliga a descartar la existencia de contracciones que podrían desencadenar un parto prematuro o la presencia de una corioamnitis (infección del contenido uterino), que puede ser extremadamente grave para el bebé y la madre”.
Fiebre
La fiebre durante el segundo y el tercer trimestre: “Obliga a descartar procesos infecciosos. Además, la fiebre alta puede aumentar la frecuencia cardíaca del feto por lo que debemos procurar un buen control de la temperatura materna y monitorizar la frecuencia del bebé”, explica la ginecóloga.
Pérdida de líquido amniótico
Ante la sospecha de estar perdiendo líquido se debe acudir a urgencias y hay que tener en cuenta que: “El manejo es distinto si ocurre antes o después de las 35 semanas de embarazo. La rotura de las membranas amnióticas aumenta el riesgo de que se produzca una corioamnionitis, por lo que en embarazos por debajo de las 35 semanas obliga a un control estricto de la gestación y al uso de antibióticos para intentar prevenir complicaciones. Mientras que, en los casos por encima de las 35 semanas, lo indicado es finalizar el embarazo”, determina la doctora.
Contracciones
Según nos cuenta la ginecóloga, es habitual sentir contracciones esporádicas a lo largo del día en la segunda mitad del embarazo: “Pero si éstas son regulares y dolorosas de forma mantenida habría que realizar una valoración en urgencias para determinar si se está desencadenando el parto o si nos encontramos ante una amenaza de parto prematuro”, aclara.
No percepción de movimientos fetales
Es una de las causas más conocidas por las que está indicado acudir a urgencias y que más asustan a las mamás. “Los movimientos fetales son un signo de bienestar fetal; debemos acudir a urgencias cuando no los notamos o los notamos de forma menos intensa o frecuente, ya que puede ser consecuencia de un oligoamnios (disminución en la cantidad de líquido amniótico) o incluso de una muerte perinatal”, advierte la doctora Ruiz.