La espera de nueve meses para conocer al bebé se acortó mucho con la llegada de las ecografías, primero en dos dimensiones (2D) y luego en tres dimensiones (3D). Fue un gran salto porque de ver al niño solo en trazos y tener que adivinar la mayoría de las veces lo que estaba en la pantalla, se pasó a poder contemplarlo en una imagen mucho más “humana” y real, con volumen.
El Dr. Pedro Azumendi Gómez es ginecólogo experto en Ecografía y Medicina Fetal de la Unidad de Ecografía de Centro Gutenberg (@gutenbergecografia, en Instagram) y del Hospital Materno Infantil de Málaga. Él nos va a explicar la diferencia entre los distintos tipos de ecografía.
¿En qué se diferencian las distintas ecografías?
Las ecografías son un elemento imprescindible en el seguimiento del embarazo, pues aportan una información muy valiosa acerca del estado del bebé y de otras estructuras u órganos, como la placenta o la bolsa amniótica.
A lo largo del embarazo se hacen mínimo tres ecografías, una por cada trimestre, aunque si las particularidades de la gestación lo precisan, se pueden hacer más, en función de lo que vaya marcando el ginecólogo. También, alguna ecografía Doppler, cuando haya que estudiar algún aspecto del flujo sanguíneo de la madre o del bebé.
Pero ¿qué diferencia a los distintos tipos de ecografías?
Ecografía en 2D
La ecografía en 2D, en dos dimensiones, es la típica que conocemos en blanco y negro. “Nos permite valorar las estructuras por dentro, todos los órganos y aparatos del bebé para comprobar que en su anatomía y en su desarrollo está todo correcto y no hay malformaciones”, señala el experto. Así, esta sería la ecografía médica por excelencia, con la que los profesionales vigilan que todo vaya bien y con la que se detectan la mayoría de las malformaciones.
Ecografía en 3D
“Ni la ecografía en 3D, ni en 4D, ni en 5D tiene más resolución ni definición que la de 2D. Se trata de técnicas distintas”, advierte el Dr. Azumendi. En la de 3D se produce una reconstrucción de una superficie, que normalmente es la carita del bebé, pero de forma estática. “Es una foto puntual de una estructura en un tiempo concreto”, aclara el especialista de Centro Gutenberg (www.ecografia4dgutenberg.com). En este tipo de ecografía ya sí es posible ver una imagen en tres dimensiones, por lo que resulta muy atractiva para los padres.
Ecografía en 4D
Por su parte, la diferencia entre la ecografía 3D y la 4D es que añade el factor ‘tiempo real’. Es como tomar un vídeo del bebé, que se mueve en tiempo real con la misma técnica tridimensional que la de 3D.
Ecografía en 5D
En cuanto a la ecografía en 5D es como la 4D, pero “ofrece una textura en el tipo de imagen, más semejante a la carne, que la hace más realista”. Se trata de un filtro para que los padres observen con percepción más real a su bebé.
Ecografía en 6D
En este tipo de ecografía sucede lo mismo que en la 5D. No existe ni la quinta ni la sexta dimensión, es una denominación meramente comercial. “No aporta más definición al ecógrafo, sino que coge la imagen y fuera del ecógrafo las pasa por unos filtros para dar mayor realismo a través de una aplicación”, concreta el experto.
¿Aportan alguna ventaja médica las de más dimensiones?
Los diagnósticos médicos se hacen con la ecografía en dos dimensiones, la tradicional en blanco y negro. Sin embargo, en algunas ocasiones, las que son en tres dimensiones pueden aportar algún beneficio. “Las de 3D, 4D o 5D permiten ver bien algunas malformaciones concretas, como las de la cara o los labios. Es así porque se trata de una reconstrucción. Y esto nos facilita enseñársela a los padres para que sean mas conscientes de lo que les estamos explicando”, subraya el ginecólogo.
Además, para los especialistas, las tres dimensiones les posibilitan “ampliar el estudio en busca de otro hallazgo, es decir, un análisis a posteriori, sin que esté la paciente delante”.
¿Qué sucede con las ecografías emocionales?
Los ultrasonidos de las ecografías son inocuos para el feto, no le provocan ningún daño. Pero desde hace un tiempo se han puesto de moda las llamadas ‘ecografías emocionales’. “No tienen riesgo para el embarazo, porque si no, no serían legales, pero la madre debe saber que las realiza personal no médico y no especialista, por lo que si hay cualquier problema no será detectado”, advierte el Dr. Pedro Azumendi.
Así, la embarazada puede tener la falsa sensación de seguridad de que le han controlado en la ecografía la evolución del embarazo, cuando solo han aportado una imagen. “La parte médica de la ecografía tiene que hacerla un médico especialista; si esos especialistas que te llevan el embarazo te pueden enseñar también la parte emocional de la carita de tu bebé, mucho mejor”, añade.