El uso de la mascarilla ha evitado la propagación de la COVID-19 en interiores; por tanto, han sido muy necesarias. Pero la contrapartida es que se está viendo cómo los niños pequeños están teniendo más problemas de comunicación y en el ámbito del lenguaje.
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Adelina Benegui es logopeda pediátrica y directora de A. Benegui Logopedia, en Oviedo. Con ella hemos hablado de lo que está sucediendo y de cómo deben reaccionar las familias.
¿Cómo influye la mascarilla?
“Los logopedas estamos observando diaramente en consulta que el uso de las mascarilas está creando nuevos desafíos en el desarrollo de la comunicación y el lenguaje. Sin embargo, aún falta mucha investigación para evidenciar con datos todo esto”, destaca la experta.
Así, estos problemas se producen tanto en niños muy pequeños que deberían comenzar a hablar como en otros algo más mayores que ya han mostrado alguna dificultad o en la comunicación o en el lenguaje.
Hay que tener en cuenta que la mascarilla puede dificultar la comprensión de mensajes por varios factores.
- Hace de barrera. “El sonido se ve afectado, percibiéndose de otra manera el habla”, indica. Por eso, es muy habitual que tengamos que pedir que nos repitan los mensajes cuando estamos interactuando con otras personas que llevan mascarilla.
- Impide la dimensión visual del lenguaje. “Desde que somos bebés percibimos el lenguaje tanto de forma auditiva como de forma visual; buscamos ese refuerzo visual para aprender una lengua nueva”, recalca la logopeda. Así, esa ayuda visual que se produce al mover la boca permite mejorar o perfeccionar la parte más fonológica del lenguaje. No obstante, aunque es muy importante, este factor visual “no es requisito imprescindible para adquirir el lenguaje, ya que niños con alteraciones en la visión desarrollan habilidades lingüísticas porque compensan e intensifican con el resto de sentidos”.
Además, hay que mencionar otros puntos decisivos: la limitación de contactos sociales y el mayor uso de la tecnología que se han producido a raíz de la pandemia, también están afectando negativamente en este sentido.
¿Podrían tener problemas a medio o largo plazo?
Tal como advierte la logopeda de www.abeneguilogopedia.com, “llegan cada vez más casos de niños con problemas en el lenguaje”. Su recomendación es “consultar con un logopeda cuando vemos algún indicio”.
La especialista insiste en la importancia de acudir a un logopeda y no esperar al “ya hablará” que se suele comentar cuando parece surgir alguna alteración en este sentido. “Llegan muchos padres con niños de cuatro años a la consulta con mucha angustia porque cuando sus hijos eran pequeños les dijeron que no se preocuparan, que ya hablarían y que no hacía falta acudir a terapia y ahora tienen instaurado un trastorno del lenguaje, un trastorno de los sonidos del habla o ambas, según el caso”, insiste.
¿Cuándo acudir a un logopeda?
Hay una serie de indicativos que pueden ayudar a las familias para observar cuándo su hijo puede tener un problema con el lenguaje o la comunicación. Así, entre los 12 y los 18 meses, el niño expresa sus primeras palabras funcionales (mamá, papá, agua...); entre los 18 y los 24 puede elaborar frases de dos palabas (nene agua) y puede cumplir órdenes sencillas y sobre los dos años ya tienen un vocabulario de unas 50 palabras. No son franjas estrictas, sino orientativas, porque lo fundamental el observar la evolución del niño.
Por eso, “en cuanto se estime que hay dificultades en la comprensión y/o en la expresión del lenguaje hay que acudir a un logopeda para valorar si se necesita o no intervención”, aconseja la especialista (@abeneguilogopedia en Instagram).
10 reglas de oro para ayudar desde la familia
Adelina Benegui señala cómo es habitual que los padres sientan culpabilidad ante los problemas de lenguaje o comunicación de sus hijos. Ella aboga por dejar de lado esos pensamientos y dedicar un tiempo diario con atención plena al niño. “En esos momentos de atención conjunta, adulto y niños comparten el mismo foco de atención, por lo que favorece el desarrollo del lenguaje”, resalta.
Además, ofrece 10 consejos para ayudar a los hijos en casa:
- Aprovechar los momentos sin mascarilla, ponerse a su altura y mirarlos a la cara para hablarles.
- Hablar un poco más alto y lento, pronunciando de manera clara los fonemas para evitar confusiones.
- No tener miedo al silencio, darles tiempo para que interactúen.
- Enfatizar el vocabulario más importante.
- No infantilizar el lenguaje.
- No corregir cuando dice algo de manera incorrecta, sino dar el modelo correcto.
- Reducir el uso de pantallas.
- Hacerles partícipes en la lectura de los cuentos.
- Utilizar juegos como plastilina, figuras, cosquillas, pelota, veo-veo...
- Aprovechar las rutias diarias (aseo, mochila...) para introducir vocabulario o realizar estructuras gramaticales correctas.