Skip to main contentSkip to footer
doctor prepara vacuna para beb © AdobeStock

Bebés

¡Hoy le toca vacunas! ¿Cómo puedo prevenir o aliviar los efectos secundarios?

Durante los primeros meses de vida el bebé tiene varias citas de vacunación. Estos son algunos consejos prácticas para prevenir y aliviar los posibles efectos secundarios que pueda tener, que aunque sean leves, son molestos para el pequeño.


2 de febrero de 2022 - 15:31 CET

Uno de los momentos más temidos por los padres es el día que tienen vacunas los bebés. ¿Por qué decimos que es el más temido? Porque durante el primer año de vida, los niños tienen citas para vacunarse cada dos o tres meses así que son muchas las visitas a la enfermera o al pediatra para que les pongan los pinchazos correspondientes y esperar que estas no les hagan reacción.

Una de las dudas y cuestiones más preguntadas por los padres es, ¿cómo podemos paliar los posibles efectos secundarios de estas vacunas? y ¿cómo hacer que ese momento sea lo menos desagradable posible para el bebé? El Doctor Iván Abreu Yanes (@mipediatraencasa), pediatra en Hospitén Rambla y autor del libro “Llegando a casa”, nos da algunos consejos y nos resuelve las dudas más frecuentes sobre este tema. “Los efectos secundarios son los efectos no intencionados producidos por la vacuna, es decir, aquellos síntomas que aparecen en los días siguientes de la administración y que nada tienen que ver con el objetivo de la vacuna. Todas las vacunas tienen efectos secundarios, pero son leves y autolimitados en el tiempo”, nos dice el pediatra.

Consejos previos a la vacunación

Algunos de los consejos, antes de vacunar a los niños, comienzan porque el momento de la inyección sea lo menos traumático posible para el pequeño. No nos olvidemos que estamos hablando de bebés de dos meses, cuatro meses… que no entienden qué está pasando y que de repente sienten el dolor intenso de una aguja. Muchos profesionales, tanto matronas como enfermeras pediátricas y pediatras están a favor de que el niño mame mientras se le administra la vacuna. Esto le brindará un mayor confort y tranquilidad ya que para él, el pecho de la madre, es el lugar más seguro. Es una buena manera de aliviar el dolor del momento. 

Antes de poner una vacuna, el pediatra o el personal sanitario que vaya a administrarla, puede tener una información previa del niño que le obligue a tomar decisiones como, por ejemplo, el doctor nos cuenta que: “Muchos pediatras no vacunamos si el niño está cursando un proceso febril, lo cierto es que sólo no se debería vacunar si la fiebre supera los 39ºC axilar. Deberá tenerse mucho cuidado con aquellas vacunas a la que se ha tenido previamente una reacción alérgica a alguno de sus componentes. Ciertas vacunas, como la de la gripe o la fiebre amarilla, debe administrarse en un centro hospitalario bajo control en niños con alergia diagnosticada al huevo; esto no es necesario con la triple vírica (sarampión, rubeola y paperas)”.

¿Cuáles son los síntomas más comunes y qué hacer?

Las primeras vacunas normalmente tienen un efecto leve o ninguno. Lo que suele aparecer es un enrojecimiento de la zona del pinchazo o, en algunos casos, crearse un bultito o nódulo que puede durar unos días. Cuando esto ocurre, simplemente con suaves masajes diarios conseguiremos que se vaya deshaciendo. Según va creciendo el niño, las siguientes vacunas sí que pueden causarle más efectos secundarios, según nos cuenta el pediatra: “Los síntomas más frecuentes son fiebre (de 1-2 días de duración), malestar general, dolor e inflamación en el lugar de la punción. Los efectos secundarios de las vacunas suelen ser leves y durar pocos días. No es necesario ni siquiera tratar estos síntomas. Si hay mucho malestar, se puede dar paracetamol a la dosis adecuada para mejorar los síntomas”.

¿Cuándo suelen aparecer los síntomas después de poner la vacuna? y ¿hasta cuando pueden aparecer? Estas son otras dos de las preguntas más comunes entre los padres en las consultas de pediatría, ya que estar prevenidos les puede hacer reaccionar con mayor rapidez: “La mayoría de las vacunas producen síntomas a partir de las 6 horas de administración y suelen durar entre 24 y 48 horas. Solo algunas en la que se administran virus vivos atenuados (como puede ser la triple vírica o la varicela), pueden aparecer los síntomas a partir de los 3 días y presentarse hasta 2 semanas después”, señala el doctor.

Entonces, ¿existe algún signo de alarma que nos pueda indicar algún efecto no común? “Si notamos a nuestro hijo decaído sin fiebre, vemos la zona de punción excesivamente inflamada, roja y caliente o notamos cualquier síntoma que nuestro pediatra no nos haya explicado como habitual después de la administración de la vacuna, debemos siempre consultar”. Además, el doctor Abreu añade que: “Siempre comento a las familias que más vale pecar de exceso que de defecto; si notamos algún síntoma alarmante en nuestro hijo tras la administración de una vacuna, debemos consultar con nuestro pediatra a la mayor brevedad posible”, recomienda.

También cabe destacar la recomendación a los padres de informarse, o preguntar a su pediatra, de aquellas vacunas que no estén incluidas en el calendario de vacunación de su Comunidad Autónoma, y que sean necesarias tanto para el bebé como para el núcleo familiar, para poder decidir si se desea administrarlas al menor.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.